Viajar sin moverse de Fitur

Puede sonar a topicazo afirmar que se puede dar la vuelta al mundo sin salir de Fitur. Pero lo cierto es que, con el avance acelerado de las nuevas tecnolog¨ªas, la frase se va haciendo cada vez m¨¢s real. En muchos de los stands pueden vivirse experiencias de realidad virtual ¡ªunas m¨¢s conseguidas que otras, es cierto¡ª en las que se puede sobrevolar Manhattan batiendo las alas ¡ªliteral¡ª, contemplar el skyline de Benidorm a lomos de una moto acu¨¢tica o hacer salto de esqu¨ª en Corea del Sur.

En un foro organizado por Exceltur en los m¨¢rgenes de la feria tur¨ªstica, la presentadora de Telecinco ?ngeles Blanco, conductora del acto, introdujo una de las mesas aventurando la posibilidad de viajar sin viajar, de presentarse en destinos ex¨®ticos sin m¨¢s movimiento que ponerse unas gafas o algo por el estilo. A lo Sharon Stone en Desaf¨ªo total (1990) cuando, con un mando a distancia, seleccionaba las vistas de su ventana. Una alternativa ante la saturaci¨®n de los cielos, los mares y los destinos. Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de Turismo, 1.322 millones de viajeros salieron de sus pa¨ªses en 2017 y la previsi¨®n es que lo hagan cada vez m¨¢s: un 5% m¨¢s en 2018, entre un 3 y un 4% m¨¢s cada a?o hasta 2020¡­

La conclusi¨®n de la mesa fue que no habr¨¢ que esperar mucho. Juan Mart¨ªnez Barea, empresario y embajador fundador de la Singularity University en Espa?a, se mostr¨® convencido de que el transporte que viene llevar¨¢ al ¡°colapso¡± de los destinos y que, a medio plazo, ¡°la tecnolog¨ªa facilitar¨¢ que viajen los que no viajan¡±. ¡°Imaginemos un Madrid-Bar?a. Lo ven en el estadio 100.000 personas. ?Cu¨¢ntas querr¨ªan verlo, incluso desde los pies de Messi? Eso va a pasar, venderemos viajes y experiencias a personas que no viajan¡±, dijo. A su lado, Sergio ?lvarez Leiva, jefe de startup espa?ola Carto, dedicada los datos y la geolocalizaci¨®n, asent¨ªa: ¡°Es el momento de la historia en la que m¨¢s cerca estamos de la teletransportaci¨®n¡±, dijo.

No obstante, por el momento, estas experiencias virtuales se quedan en limitado consuelo, al menos por lo que se puede probar en Fitur. La cabina multisensorial de Visyon en el stand de Catalu?a permite contemplar en 360 grados el impresionante interior de la Sagrada Familia escuchando su silencio; sentir en la cara el agua de las fuentes de Montjuic durante las fiestas de la Merc¨¦ o elevarse con un dron por vi?edos de Tarragona, sintiendo en los pies la vibraci¨®n de los motorcillos y, por qu¨¦ no decirlo, cierto vertiguillo.

Sin ir muy lejos, en el stand de la Comunitat Valenciana, sentado en el ¡°huevo de la realidad virtual¡± de la empresa 6DLab se puede volar en globo por la Vega baja de Elche o montar en moto acu¨¢tica frente a los rascacielos de Benidorm. La experiencia se resiente por el hecho de estar sentado. Tambi¨¦n sentado, pero en una silla suspendida, se puede recrear un vuelo en parapente por el paisaje castellanoleon¨¦s. En este caso, el asiento suspendido es un punto a favor, pero penaliza el vuelo el v¨ªdeo 360, mon¨®tono.

Es m¨¢s convincente el simulador Birdly de Somniacs, en el espacio de realidad virtual del pabell¨®n 10, con el que se intenta cumplir el sue?o de Leonardo de Volar como un p¨¢jaro. Tumbado sobre una plataforma, se puede aletear con los brazos y, con las manos, dirigir la direcci¨®n y la altura del vuelo por los cielos y calles de Nueva York, mientras la plataforma acompa?a el movimiento. Las sensaciones son muy reales, incluso es inevitable encogerse al estamparse contra una pared, pero en este caso, es el paisaje lo que no acompa?a. No volamos sobre im¨¢genes de v¨ªdeo, sino sobre gr¨¢ficos, como en un v¨ªdeojuego.

Navarra tambi¨¦n deja echar un ojo virtual a parte del camino de Santiago, se puede esquiar por Sierra Nevada o sobrevolar las ruinas aztecas de M¨¦xico. Incluso, lanzarse por el trampol¨ªn donde se celebrar¨¢n las pruebas de salto de esqu¨ª de los pr¨®ximos Juegos Ol¨ªmpicos de invierno de Pyeongchang, en el stand de Corea del Sur.

Es probable que el futuro enriquezca estas experiencias viajeras hasta hacerlas cada vez m¨¢s parecidas a la realidad, pero por ahora, se quedan en opciones para quienes quieran probar un bocado, algo ins¨ªpido, del verdadero viaje. Hasta hoy, son mucho m¨¢s reales las degustaciones culinarias que se ofrecen en muchos stands y que causan grandes atascos; los personajes disfrazados que pululan entre los visitantes ¡ªQuijotes y Dulcineas de dos metros y medio se pueden en torno a Castilla-La Mancha; numerosas falleras por la Comunidad Valenciana¡ª o la impresi¨®n que causa ver a caballeros legionarios en las inmediaciones del stand de Melilla, o a mineros asturianos, con su mono y su linterna en el casco.