Vivienda y salud: siete factores que no debemos pasar por alto
Millones de ciudadanos est¨¢n afectados por la pobreza energ¨¦tica
El pasado 1 de febrero desde La Casa Que Ahorra participamos en un comit¨¦ de expertos, convoacdo por la Asociaci¨®n de Ciencias Ambientales, con el objeto de debatir sobre la relaci¨®n existente entre las caracter¨ªsticas y estado de una vivienda y la salud de sus ocupantes. Entre las conclusiones del evento, un hecho no pas¨® desapercibido; si bien existe una extensa bibliograf¨ªa sobre la relaci¨®n entre determinadas condiciones de humedad, temperatura, y otros factores relacionados con la vivienda y nuestra salud, no es una relaci¨®n que tenga mucho calado a nivel pol¨ªtico e institucional ni que sea tenida en cuenta por la ciudadan¨ªa a la hora de alquilar o realizar la compra de su vivienda.
Por ello, se hace imprescindible poner en valor el impacto negativo en la salud de habitar viviendas ineficientes y/o de escasa calidad constructiva (y con patolog¨ªas detectadas y no atacadas), y como contrapartida, las mejoras en salud y calidad de vida que aporta actuar sobre nuestros edificios. Para ello, se desarroll¨® el estudio Estimaci¨®n del efecto de la rehabilitaci¨®n energ¨¦tica en la salud de las personas. Enfoque econ¨®mico, realizado por el Institut de Recerca en Energia de Catalunya y promovido por la Fundaci¨®n La Casa Que Ahorra, en el que se se?alaba que la Administraci¨®n podr¨ªa ahorrarse 370 euros al a?o, en costes sanitarios y laborales, por cada una de las viviendas construidas entre los a?os 60-80, en las que habitan hogares que se encuentran en situaci¨®n de vulnerabilidad energ¨¦tica, si se llevase a cabo una rehabilitaci¨®n energ¨¦tica. Y no olvidemos que son 1,5 millones de viviendas las que est¨¢n en esta situaci¨®n¡.
Un a?o m¨¢s se ha convocado la Semana de la Pobreza Energ¨¦ticadel 17 al 23 de febrero, semana a la que nos sumamos desde la Fundaci¨®n La Casa que Ahorra, y pensamos que esta problem¨¢tica pone de relieve uno de los aspectos, con peores consecuencias sobre las personas, que se derivan de la ineficiencia energ¨¦tica y la falta de protecci¨®n y calidad de vida que deber¨ªan proporcionarnos nuestras viviendas. Millones de ciudadanos, seg¨²n los estudios existentes, est¨¢n afectados por la pobreza energ¨¦tica, pero, ?cu¨¢ntos cientos, miles o millones de ciudadanos est¨¢n sufriendo consecuencias, m¨¢s all¨¢ de las derivadas de la pobreza energ¨¦tica, por el inadecuado estado de los edificios?
Dado que todav¨ªa no existe una etiqueta que permita conocer si un edificio es o no saludable, aunque cada d¨ªa se avanza m¨¢s en esta cuesti¨®n, queremos compartir con el lector algunas claves que deber¨ªamos exigir que nuestros edificios cumplieran, para proporcionarnos una vivienda saludable, que protegiera nuestra salud y que previniera problem¨¢ticas como la pobreza energ¨¦tica, frente a otros conceptos m¨¢s establecidos como edificios sostenibles para los que existen distintos sistemas de certificaci¨®n y un etiquetado con el objetivo de informar sobre las caracter¨ªsticas energ¨¦ticas de una vivienda.
??Vives en un edificio saludable?
Aunque el concepto de vivienda saludable podr¨ªa tener en cuenta m¨¢s aspectos (gas rad¨®n, ondas electromagn¨¦ticas, etc.), planteamos siete cuestiones clave que pueden tener incidencia sobre la salud y la protecci¨®n de las personas y que est¨¢n ¨ªntimamente ligadas al estado de la vivienda.
Temperatura ?Tu vivienda se mantiene a una vivienda adecuada cuando hace fr¨ªo o calor? Generalmente se recomienda que una vivienda se mantenga a una temperatura cercana a los 21?C en invierno y a los 26?C en verano; viviendas que se mantienen en rangos de temperatura m¨¢s bajos en inviernos o m¨¢s elevados en verano pueden afectar a la salud de las personas. Entre otros efectos, vivir a temperaturas fr¨ªas afecta a la actividad cardiovascular normal, elevando la presi¨®n sangu¨ªnea y el ritmo cardiaco y, en consecuencia, requiriendo un mayor esfuerzo a nuestro coraz¨®n. En el caso del calor, la deshidrataci¨®n y la alta temperatura corporal afectan al descanso, pueden producir s¨ªncopes y, en los casos m¨¢s extremos, golpes de calor. Habitar a una temperatura inadecuada es una de las peores caras de la pobreza energ¨¦tica respecto a la salud de las personas que, en las situaciones m¨¢s extremas, se ven incluso obligadas a debatirse entre lo que gastan en calefacci¨®n y en alimentaci¨®n. La mejor soluci¨®n se encuentra en proporcionar protecci¨®n a nuestro edificio mediante un correcto aislamiento t¨¦rmico, de forma que hagamos al hogar resiliente ante el fr¨ªo y el calor. Una vez hecho esto, la instalaci¨®n de equipos eficientes de climatizaci¨®n y otros aparatos como termostatos pueden ser el complemento perfecto para mantener una temperatura adecuada.
Humedad ?Tu vivienda mantiene una humedad adecuada? Una vivienda debe mantenerse con una humedad del 40% al 60%; un ambiente seco, inferior al 40%, producir¨¢ sequedad en mucosas y orificios de ojos, nariz en la garganta, mientras que una humedad excesiva provoca dificultades respiratorias y puede generar la aparici¨®n de alergias al propiciar la proliferaci¨®n de hongos y ¨¢caros. Una correcta ventilaci¨®n, incluso con un sistema mec¨¢nico, que se combine con una envolvente que evite los puentes t¨¦rmicos y la proliferaci¨®n de humedades y podredumbre por condensaci¨®n ser¨¢n la mejor soluci¨®n. En casos extremos, el uso de humificadores y deshumificadores pueden ayudar a asegurar un nivel de humedad adecuado.
Ruido: ?Existen ruidos externos que afecten al bienestar en tu vivienda? La presencia de ruidos molestos en una vivienda puede ser fuente de problemas de salud f¨ªsicos y mentales. Cualquier sonido no deseado que supere los 55dB supondr¨¢ una molestia y la exposici¨®n a ruidos superiores a los 85dB tendr¨¢ efectos nocivos sobre la salud. La exposici¨®n a esta contaminaci¨®n sonora puede ser origen de problemas de audici¨®n, estr¨¦s, y alteraciones en el sistema cardiovascular, endocrino y digestivo. Un adecuado aislamiento de la vivienda, nuevamente, es una soluci¨®n con beneficios para la protecci¨®n frente al ruido y para garantizar un ambiente saludable.
Calidad del aire interior: ?Est¨¢ tu vivienda libre de contaminantes del aire? Quiz¨¢s sea un aspecto menos conocido o evidente para la ciudadan¨ªa. Sin embargo, formaldehidos, compuestos org¨¢nicos vol¨¢tiles o bencenos son algunos de los elementos presentes en las viviendas y que pueden contaminar su aire y afectar a sus ocupantes. Los formaldehidos est¨¢n presentes en multitud de elementos como pinturas, barnices, pegamentos, productos cosm¨¦ticos, desinfectantes, etc. Los bencenos, por su parte, son frecuentes en la fabricaci¨®n de gomas, lubricantes y adhesivos. En consecuencia, estos productos se encuentran presentes en nuestras viviendas y pueden ser fuente de contaminaci¨®n del aire interior. Si bien los efectos nocivos de estos compuestos est¨¢n asociados a concentraciones elevadas, poco habituales, la gravedad de sus efectos hace necesario tomar precauciones que van desde una adecuada ventilaci¨®n del interior hasta la adquisici¨®n de materiales libres de estos productos.
Seguridad frente al fuego ?Es tu vivienda segura contra incendios? Un incendio es un hecho dram¨¢tico que puede tener consecuencias devastadoras sobre las personas y sus bienes personales. En este aspecto, el uso de sistemas como ¡°braseros¡± m¨¢s en uso de lo que nos creemos en cierto tipo de hogares con habitantes de avanzada edad, genera un riesgo adicional por lo que un hogar deber¨ªa incorporar medidas pasivas para evitar su propagaci¨®n a otros, como la elecci¨®n de elementos de construcci¨®n y aislamiento que sean ign¨ªfugos, y medidas activas para apagar los primeros conatos o facilitar la intervenci¨®n de los bomberos, como extintores, mangueras, alarmas, etc¡. sin olvidar una adecuada sectorizaci¨®n entre viviendas y/o espacios comunes.
Accesibilidad ?Es tu vivienda accesible a personas con movilidad reducida? La accesibilidad de una vivienda no debe dise?arse ¨²nicamente en t¨¦rminos de los ocupantes actuales, sino tambi¨¦n con previsi¨®n de las necesidades futuras de los mismos y de los nuevos ocupantes que puedan incorporarse. La presencia de elementos cotidianos como un escal¨®n sin rampa, accesos estrechos u otros obst¨¢culos no s¨®lo supone en ocasiones una barrera para personas con movilidad reducida, sino que pueden ser foco de accidentes para otros colectivos, como las personas de avanzada edad. Problem¨¢ticas como la pobreza energ¨¦tica est¨¢n muy asociadas a la falta de accesibilidad y a edificios con una muy baja eficiencia energ¨¦tica en los que habitan en muchas ocasiones personas de avanzada edad que se ven ¡°condenadas¡± a pasar la mayor parte del d¨ªa en su vivienda, que no pueden calentar por falta de recursos y por ser edificios devoradores de energ¨ªa.
Mon¨®xido de carbono ?Es tu vivienda segura frente a gases como el mon¨®xido de carbono y otros compuestos vol¨¢tiles y t¨®xicos? El mon¨®xido de carbono es un gas que se origina como resultado de procesos de combusti¨®n incompletos; al ser inodoro, incoloro e ins¨ªpido resulta indetectable su concentraci¨®n en un espacio cerrado para las personas, pudiendo provocar su inhalaci¨®n la muerte por asfixia. Para evitar su escape y concentraci¨®n, as¨ª como la de otros compuestos peligrosos, es necesario evitar la quema de material vegetal en espacios cerrados o sin equipos adecuados y llevar a cabo labores de revisi¨®n y mantenimiento peri¨®dicas para asegurar que el proceso de combusti¨®n es el adecuado. Una de las estrategias de los hogares que se encuentran en situaci¨®n de pobreza energ¨¦tica es optar por sistemas no seguros para calentar sus hogares (estufas catal¨ªticas obsoletas y faltas de mantenimiento, quema de biomasa en la propia vivienda, etc.) por lo que, nuevamente, el aislamiento y mejora del edificio podr¨ªa evitar parte de estos problemas al evitar situaciones de pobreza energ¨¦tica que obliguen a estas pr¨¢cticas mencionadas.
Como conclusi¨®n, desde nuestro apoyo a la Semana Europea de la Pobreza Energ¨¦tica y nuestro deseo de acabar con esta problem¨¢tica social, seguimos insistiendo en que la rehabilitaci¨®n y la apuesta por la mejora de la eficiencia energ¨¦tica a trav¨¦s de la reducci¨®n de las necesidades energ¨¦ticas, son la mejor soluci¨®n y la que tiene un mayor impacto (directa e indirectamente) a largo plazo en la salud y en la calidad de vida de las personas. Adem¨¢s, como hemos mostrado a lo largo del art¨ªculo, proporcionan protecci¨®n frente a otros aspectos que, desde nuestras viviendas, tienen incidencia en la salud. Por todo ello, afrontemos la pobreza energ¨¦tica para eliminarla de nuestra sociedad del bienestar, rehabilitando edificios y apostando por la eficiencia energ¨¦tica, y digamos S? a la protecci¨®n de nuestra salud.
Albert Grau es gerente de La Fundaci¨®n La Casa que Ahorra
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