?C¨®mo revalorizar las pensiones?
El m¨¦todo de ajuste de las prestaciones no es el m¨¢s eficiente para corregir el d¨¦ficit
La actual f¨®rmula de revalorizaci¨®n de las pensiones no es la mejor para asegurar la sostenibilidad financiera del sistema. Hoy por hoy el debate se sit¨²a en el plano social. Es cierto que el incremento de las prestaciones ¡ªapenas un 0,25%¡ª se queda corto con respecto al encarecimiento de la vida. Este ser¨¢ sin duda el segundo a?o que las pensiones pierdan poder adquisitivo, teniendo en cuenta que los precios crecer¨¢n netamente por encima del 0,25%. Si bien en a?os anteriores los pensionistas ganaron capacidad de compra, conviene recordar que el objetivo de inflaci¨®n es del 2%, lo que hace presagiar m¨¢s recortes en t¨¦rminos reales.
Si las pensiones apenas se revalorizan es por la aplicaci¨®n de la normativa aprobada en 2013. Esa reforma impone un l¨ªmite al aumento de las pensiones toda vez que aparece un d¨¦ficit cr¨®nico del sistema, como es el caso en la actualidad. El intenso crecimiento en el n¨²mero de afiliados ¡ªmuchos de ellos con salarios relativamente bajos¡ª es insuficiente para hacer frente al envejecimiento y provoca un desfase entre ingresos y gastos. As¨ª es c¨®mo se genera un agujero cr¨®nico en la Seguridad Social, que alcanza alrededor de 10.000 millones de euros anuales, es decir, el mayor obst¨¢culo a la reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico.
Sin embargo, si bien es necesario fortalecer la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones, el actual m¨¦todo de ajuste de las pensiones no es la mejor manera de conseguirlo. Primero, porque conlleva un riesgo de empobrecimiento de los jubilados, que a partir de cierta edad no est¨¢n en condiciones para reincorporarse en el mercado laboral para compensar la p¨¦rdida de poder adquisitivo.
En segundo lugar, una estricta aplicaci¨®n de la f¨®rmula genera inseguridad para los actuales cotizantes, al no saber hasta qu¨¦ punto sus aportaciones ser¨¢n suficientes para alcanzar el nivel de vida que desean para su jubilaci¨®n. Tal vez eso explique que ning¨²n otro pa¨ªs europeo aplique la f¨®rmula de revalorizaci¨®n que existe en Espa?a. Por ejemplo en Alemania, las prestaciones evolucionan en funci¨®n de los salarios y en varios pa¨ªses el factor de revalorizaci¨®n es progresivo ¡ªproporciona incrementos m¨¢s elevados para las pensiones m¨¢s bajas¡ª.
Por supuesto, las aportaciones a fondos privados tienen su utilidad como complemento a la pensi¨®n p¨²blica. Pero su extensi¨®n est¨¢ limitada por la baja capacidad de ahorro de muchas familias (salvo en el Pa¨ªs Vasco, donde los planes de empresa se han arraigado, consiguiendo una cobertura amplia). Por otra parte, seg¨²n la OCDE, la rentabilidad de los planes privados espa?oles es una de las m¨¢s bajas de Europa, en parte por los elevados costes administrativos. Y no olvidemos que las aportaciones a planes privados gozan de deducciones fiscales, es decir, no son una panacea desde el punto de vista del objetivo global de reducci¨®n del d¨¦ficit.
Existen m¨¦todos m¨¢s eficaces para corregir el d¨¦ficit cr¨®nico del sistema. En Suecia la edad de jubilaci¨®n depende de la evoluci¨®n demogr¨¢fica. La f¨®rmula incentiva los activos a ajustar sus decisiones de ahorro y de participaci¨®n en el mercado laboral, y as¨ª prevenir futuros d¨¦ficits. En Jap¨®n y en los proyectos de reforma de varios pa¨ªses europeos, se contempla la posibilidad de ¡°comprar¡± a?os de cotizaci¨®n, lo que tambi¨¦n abre oportunidades para reaccionar ante cambios econ¨®micos o poblacionales. Otro m¨¦todo, tal vez m¨¢s flexible, es de B¨¦lgica, done un organismo con representaci¨®n tripartita tiene la tarea de dise?ar el sistema, de adecuar las cotizaciones y el nivel de prestaciones a la evoluci¨®n demogr¨¢fica y de evaluar la puesta en marcha de las reformas. La Comisi¨®n del Pacto de Toledo ejerce un importante papel de seguimiento, sin el poder de iniciativa de otros organismos.
La f¨®rmula de revalorizaci¨®n no sirve para corregir el insostenible d¨¦ficit del sistema de pensiones. La buena noticia es que la actual fase de recuperaci¨®n econ¨®mica abre un margen para la reforma.
Raymond Torres es director invitado de previsi¨®n y coyuntura de Funcas.
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