Ser m¨¢s humano en la era digital puede conseguirte un empleo

Un nanorobot introducido en el torrente sangu¨ªneo podr¨¢ muy pronto administrar medicaci¨®n directamente en la zona del cuerpo afectada por una dolencia. Un bot conversacional ser¨¢ capaz de resolver dudas frecuentes sobre la asignatura a un estudiante a trav¨¦s de un chat. Pero lo que ninguna m¨¢quina ni inteligencia artificial van a poder hacer (a¨²n) es brindar a ese paciente o a ese alumno el consejo, el calor o la atenci¨®n de un m¨¦dico o un profesor de carne y hueso. As¨ª que si es usted uno de esos profesionales que todav¨ªa no se ha subido a la ola de la transformaci¨®n digital, no se angustie m¨¢s de la cuenta.

Y es que, a pesar de las incesantes se?ales que anuncian que corren vientos digitales para el empleo, los expertos creen que el mercado laboral todav¨ªa tiene reservado un papel destacado a determinadas facetas muy ¡°humanas¡± y dif¨ªciles de remplazar. ¡°Las personas van a seguir siendo insustituibles en muchos trabajos y parcelas. Un robot no puede emocionarse, imaginar, sentir¡­ Cuestiones como la innovaci¨®n, el pensamiento cr¨ªtico o la capacidad para conectar talento todav¨ªa son patrimonio exclusivo del ser humano. Y todas esas cualidades son cr¨ªticas para un desempe?o excelente¡±, opina Fernando Botella, director de Think&Action.

El resurgir que han experimentado las carreras de humanidades en los ¨²ltimos a?os parece confirmar esta teor¨ªa. Se apuesta por perfiles mixtos. El Massachusetts Institute of Technology (MIT) dedica un 25% de las horas lectivas de sus programas a disciplinas como literatura, idiomas, m¨²sica o historia. Las grandes empresas tecnol¨®gicas son las primeras que se est¨¢n dando cuenta de que los conocimientos t¨¦cnicos no son suficientes para triunfar laboralmente en esta Era digital. ¡°Cuestiones como inteligencia emocional, empat¨ªa, comunicaci¨®n, liderazgo, trabajo en equipo, adaptabilidad, creatividad o gesti¨®n de conflictos son hoy m¨¢s determinantes en un proceso de selecci¨®n que el conocimiento de una materia o tecnolog¨ªa espec¨ªficas. Porque si un candidato posee esas habilidades b¨¢sicas, el resto siempre lo podr¨¢ aprender¡±, asegura Francisco Ruiz Ant¨®n, director de Pol¨ªticas P¨²blicas de Google Espa?a.

Uno de los territorios donde las llamadas ¡°habilidades blandas¡± (atributos o caracter¨ªsticas de una persona que le permiten interactuar con otras de manera efectiva) tienen mayor incidencia es el del liderazgo. Fernando Botella cree que la actual revoluci¨®n digital solo es posible si a su cabeza se sit¨²an figuras con una clara orientaci¨®n hacia las personas. ¡°La transformaci¨®n digital no consiste en llenar la empresa de dispositivos y herramientas tecnol¨®gicas, sino que tiene mucho m¨¢s que ver con cambiar h¨¢bitos, vencer resistencias y alinear voluntades. Es una revoluci¨®n de personas hecha por personas¡±, asegura. Francisco Ruiz Ant¨®n coincide y apunta que la verdadera transformaci¨®n empieza por un profundo cambio de mentalidad. ¡°Hay que asimilar que conceptos como ¡®el trabajo para toda la vida¡¯ han pasado a la historia. O que ahora la formaci¨®n no termina nunca, que habr¨¢ que seguir estudiando con independencia de si tenemos 35, 45 o 55 a?os¡±.

Conflictos ¨¦ticos

El esc¨¢ndalo de Cambridge Analytica ha puesto de manifiesto los conflictos ¨¦ticos que lleva aparejado el desarrollo tecnol¨®gico. Lina Robles, directora general de Quid Qualitas Digital, subraya que la intervenci¨®n humana es imprescindible para controlar esos desmanes. ¡°Algoritmos que nacen ya con sesgo de discriminaci¨®n de raza o estamento social solo pueden ser detectados y denunciados si detr¨¢s hay personas vigilando¡±, ejemplifica. Es solo la punta de iceberg. Veh¨ªculos aut¨®nomos, pr¨®tesis bi¨®nicas, inmortalidad¡­ El panorama de los pr¨®ximos a?os se presenta fecundo para este tipo de intervenciones. ¡°Si de verdad queremos que la tecnolog¨ªa y la inteligencia artificial sigan desarrollando los aspectos de bienestar social y solidaridad que han cimentado la evoluci¨®n de la humanidad a lo largo de toda su historia, necesitamos que el factor humano est¨¦ muy presente en el proceso¡±, advierte esta especialista.

Luis Lombardero, director del Instituto de Talento y Empresa Digital (ITED) y autor de Trabajar en la era digital (Lid Editorial, 2015) es m¨¢s esc¨¦ptico. ¡°El Titanic se hundi¨® porque los que lo dise?aron, construyeron y la tripulaci¨®n carec¨ªan de suficientes competencias duras para que el barco pudiese mantenerse a flote. Y aunque la orquesta de a bordo seguro que ten¨ªa buenas competencias blandas-art¨ªsticas, eso solo sirvi¨® para acompa?ar a los pasajeros mientras se hund¨ªan¡±, dice.

En conclusi¨®n, ?tienen los perfiles humanistas sitio en la era digital? S¨ª. Pero eso no quiere decir que puedan permitirse el lujo de ignorar las nuevas exigencias. Lina Robles, exhorta a ¡°subirse al vag¨®n del aprendizaje y de la mejora continua en competencias digitales. Hoy no se entender¨ªa una candidatura a un puesto sin unos conocimientos b¨¢sicos de las herramientas tecnol¨®gicas¡± En realidad, se precisa un esfuerzo mutuo para acercar ambos mundos. Para Fernando Botella, la combinaci¨®n humanista-tecnol¨®gica es la que m¨¢s garant¨ªas de ¨¦xito ofrece. ¡°Porque el componente digital es lo que permitir¨¢ a ese talento humano desplegarse y desarrollarse hasta su m¨¢ximo potencial¡±.?