El M¨¦xico que crece a ritmo asi¨¢tico
Los incentivos fiscales, los salarios bajos y la ausencia de huelgas impulsan la expansi¨®n econ¨®mica de Aguascalientes, el Estado que m¨¢s ha despegado frente a la media nacional en los ¨²ltimos a?os
M¨¦xico lleva d¨¦cadas luchando contra un mal: el lento crecimiento econ¨®mico. En los ¨²ltimos 35 a?os, la expansi¨®n del PIB per c¨¢pita ha sido ligeramente superior al 0,7%, por debajo de lo que cabr¨ªa esperar para una naci¨®n emergente, de renta media y con un enorme potencial de desarrollo. Sin embargo, no todo el pa¨ªs norteamericano se ha comportado a la par: mientras el sur y el sureste se ha quedado claramente rezagado por una combinaci¨®n de falta de inversi¨®n y declive del otrora todopoderoso sector petrolero, el norte y, sobre todo, el centro-norte, se ha desligado del resto de M¨¦xico con un crecimiento muy superior en la ¨²ltima d¨¦cada. Aguascalientes, con un ritmo de expansi¨®n de su econom¨ªa del 5,7% anual en los 10 ¨²ltimos a?os -la m¨¢s alta de M¨¦xico, casi tres veces superior a la media nacional, m¨¢s propia de un pa¨ªs asi¨¢tico que de una regi¨®n mexicana- y una expansi¨®n prevista del 6% para este a?o, es la excepci¨®n dentro de otra excepci¨®n: el Baj¨ªo ha despegado frente al resto de regiones.
Los 20 kil¨®metros de carretera que separan el aeropuerto de Aguascalientes de la capital se han convertido en el mejor ejemplo de su desarrollo acelerado en los ¨²ltimos a?os: las f¨¢bricas y centros log¨ªsticos se suceden uno detr¨¢s de otro alrededor de las dos plantas de ensamblaje del gigante automovil¨ªstico Nissan. En su mayor¨ªa son proveedores de la firma japonesa, cuyo aterrizaje, en 1982, cambi¨® por completo la cara de un Estado cuya econom¨ªa apenas descansaba en la industria. La ampliaci¨®n de las operaciones de Nissan hace cinco a?os, con la puesta en marcha de una segunda planta, supuso el segundo -y definitivo- empuj¨®n para la econom¨ªa local.
La firma nipona y sus sat¨¦lites son hoy la principal locomotora de la econom¨ªa regional, pero no la ¨²nica. El sector servicios ha vivido un importante auge en los ¨²ltimos a?os, a rebufo del tir¨®n manufacturero, y la construcci¨®n, con decenas de gr¨²as y obras por toda la ciudad, tambi¨¦n se ha sumado a la fiesta: es una econom¨ªa en plena eclosi¨®n. ¡°Econ¨®micamente hemos visto mucho progreso, muy saludable¡±, dice Alfonso Medrano, trabajador jubilado de la oficina estad¨ªstica mexicana (Inegi), que tiene su sede principal en Aguascalientes. A sus 71 a?os, 30 de ellos en este Estado del centro-norte mexicano, Medrano es un buen term¨®metro del fulgurante crecimiento de la regi¨®n: ¡°Se han creado muchos empleos, pero de salarios bajos¡±, comenta sentado en un banco de la Plaza de la Patria, en pleno centro neur¨¢lgico de la capital, en un d¨ªa de sol radiante y ambiente semifestivo de finales de marzo. Ese factor, el movimiento del mercado laboral, junto con la tranquilidad y seguridad que se respira, fue el que le empuj¨® a quedarse en Aguascalientes una vez terminado su servicio en el Inegi para que sus hijos tuviesen m¨¢s oportunidades de trabajo. No se puede decir que les haya ido mal del todo: pese a que ninguno estudi¨®, tres de ellos tienen empleo en Aguascalientes y otros tres salieron del Estado para asumir una posici¨®n mejor en la Ciudad de M¨¦xico.
Aguascalientes no ten¨ªa nada que le hiciese destacar sobre la media nacional: es una entidad peque?a -representa menos del 0,3% del territorio nacional, solo el 1% de los mexicanos vive aqu¨ª y en menos de una hora de coche se recorre de sur a norte o de este a oeste-; sin gran dotaci¨®n de recursos naturales y, en los ¨²ltimos tiempos, con crecientes problemas de escasez de agua. Su ¨²nica ventaja es geogr¨¢fica: est¨¢, pr¨¢cticamente, en el centro de M¨¦xico, a un radio de menos de tres horas de ciudades como Le¨®n, Guadalajara, Zacatecas, San Luis Potos¨ª; a menos de siete de puertos como Manzanillo (Pac¨ªfico) o Tampico (Atl¨¢ntico) y a menos de 10 de los principales pasos fronterizos con Estados Unidos.
¡°Aguascalientes crece a partir de la llegada Nissan, que a su vez atrae a proveedores por el m¨¦todo de producci¨®n que emplea: just in time [que obliga a recibir los insumos poco tiempo antes del momento del ensamblaje para as¨ª reducir los costes de almacenamiento, por lo que la localizaci¨®n cercana a la planta ensambladora es esencial]. Y lo hace ordenadamente, con una muy buena planeaci¨®n urbana¡±, subraya Jael P¨¦rez, presidente del Colegio de Economistas estatal. Bajo la batuta, a?ade, de Carlos Lozano de la Torre (PRI) -quien fuera gobernador y, antes, secretario de Desarrollo Econ¨®mico- se sentaron las bases para la atracci¨®n de empresas.
?Por qu¨¦ Nissan opt¨® por Aguascalientes? La respuesta m¨¢s obvia es la cercan¨ªa a Estados Unidos, el principal mercado mundial para las compa?¨ªas automovil¨ªsticas, que abastece desde esta planta, y los bajos costos laborales -entre un 20% y un 30% inferiores a los de Nuevo Le¨®n, seg¨²n los c¨¢lculos de Juventino L¨®pez, profesor de Teor¨ªa Econ¨®mica de la Universidad Aut¨®noma de Aguascalientes, y entre cinco y siete veces inferiores a los estadounidenses-. Pero no solo: en la competitividad de la regi¨®n tambi¨¦n influyeron el intento de descentralizaci¨®n industrial emprendido en la d¨¦cada de los ochenta -hasta entonces toda la manufactura radicaba en el Distrito Federal, Monterrey y Guadalajara-, los potentes est¨ªmulos fiscales concedidos para que la desecharan otras opciones y las ventajas en la concesi¨®n del vasto terreno en el que pondr¨ªa en funcionamiento su f¨¢brica fueron igualmente importantes. La clave, sin embargo, a juicio de Jael P¨¦rez y del tambi¨¦n economista Manuel D¨ªaz, es la ausencia de conflictividad laboral: ¡°En los ¨²ltimos 20 a?os ha habido una o dos, as¨ª de sencillo¡±, dice el primero.
¡°Aguascalientes tiene un plus para las empresas: sueldos muy bajos y paz social. Es una suerte de para¨ªso laboral, con una ausencia total de los sindicatos y de la negociaci¨®n colectiva en la realidad. Son parte de un contubernio en el que todos ganan: el Gobierno gana legitimidad por la paz laboral, el empresario por la mano de obra barata y los l¨ªderes sindicales, por las igualas [pagos]", apunta el soci¨®logo Pablo Guti¨¦rrez, especialista en relaciones laborales y muy cr¨ªtico con el modelo de desarrollo hidroc¨¢lido. Todos menos los trabajadores, que soportan sueldos hasta un 8% m¨¢s bajos que la media nacional a pesar de la amplia presencia de industrias competitivas.
?Se puede calificar de milagro econ¨®mico? P¨¦rez, del Colegio de Economistas, es contundente: ¡°No. Para que sea un milagro econ¨®mico no solo tienes que crecer a estas tasas, sino incrementar el bienestar de la poblaci¨®n. Y el bienestar no ha crecido tanto como podr¨ªa¡±. El de Aguascalientes es un modelo de ¨¦xito rotundo desde el punto de vista macroecon¨®mico, pero relativo desde la ¨®ptica social -por sus bajos salarios- y en entredicho desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Pese a las brillantes previsiones -que apuntan a un crecimiento del 5,6% este a?o, el m¨¢s alto de M¨¦xico- la econom¨ªa hidroc¨¢lida enfrenta un periodo de elevada incertidumbre. La renegociaci¨®n del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLC), que sent¨® las bases para que M¨¦xico se convirtiese en la principal plataforma manufacturera de EE UU y para que gigantes industriales como Nissan optasen por el pa¨ªs latinoamericano como el mejor lugar para sus nuevas f¨¢bricas, ha abierto un mel¨®n del que nadie sabe qu¨¦ tan bien parado saldr¨¢. Y en un Estado manufacturero y exportador como este los riesgos se multiplican. No hay datos oficiales sobre c¨®mo afectar¨ªa a Aguascalientes una potencial ruptura del tratado, pero el jefe del Colegio de Economistas del Estado tiene claro que su econom¨ªa ¡°no puede estar sustentada en una sola industria [la automotriz] y, sobre todo, de una industria tan dependiente del sector externo¡±.
¡°Tenemos que pensar en la diversificaci¨®n m¨¢s all¨¢ de la producci¨®n de autos y ah¨ª la industria del software puede ser clave, pero no se ha tomado seriamente por parte de las autoridades. Hay grandes ingenieros, pero no voluntad pol¨ªtica¡±, remata Jael P¨¦rez. La tasa de ingenieros de Aguascalientes es, en efecto, m¨¢s alta que la media mexicana, pero su destino natural es ser ¡°obreros cualificados¡± en Nissan y sus proveedores, con peores salarios de los que les corresponder¨ªa por formaci¨®n. Adem¨¢s, agrega el presidente del Colegio de Economistas, en la propia industria automotriz -como en el conjunto de la industria automotriz mexicana- apenas hay transferencia de tecnolog¨ªa. ¡°China, por ejemplo, atrajo a muchos fabricantes de autos, pero ahora ya produce sus propios modelos¡±, subraya. ¡°M¨¦xico sigue siendo plenamente ensamblador: hay que transformar la visi¨®n de ser armadores y prestarles mano de obra barata. Eso deber¨ªa estar en los acuerdos que se firman para que se establezcan estas empresas¡±. Un eterno pendiente en el modelo econ¨®mico que la segunda mayor potencia de Am¨¦rica Latina todav¨ªa no ha logrado solventar.
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