El dinero brota en el sector qu¨ªmico
Con unas ventas en crecimiento y una demanda al alza, las m¨¢s de 3.000 empresas en Espa?a sostienen una fuerza laboral de las mejor pagadas
La industria qu¨ªmica es un gran ejemplo de que un sector puede competir en costes pagando salarios que, de media, alcanzan los 37.618 euros. No solo competir, sino exportar el 60% de toda la producci¨®n y mantener la atenci¨®n de grandes multinacionales en la Pen¨ªnsula. Los datos conocidos esta semana apoyan el buen momento que vive la qu¨ªmica espa?ola: seg¨²n la patronal Feique, el crecimiento en 2017 super¨® al PIB (7%), hasta alcanzar una facturaci¨®n agregada de 63.100 millones. El empleo avanz¨® un poco m¨¢s (un 8%), hasta los 193.600 asalariados, el 94% con contrato indefinido.
La consolidaci¨®n protagonizada por gigantes mundiales en los ¨²ltimos a?os (desde la megafusi¨®n entre Dow Chemical y DuPont a la compra de Monsanto por parte de Bayer o la fusi¨®n de ChemChina y su rival suizo Syngenta) no ha causado grandes traumas en sus filiales espa?olas. Dow Chemical Ib¨¦rica, del segundo mayor grupo qu¨ªmico del mundo, factur¨® en sus cuatro plantas en la Pen¨ªnsula (dos en Navarra, una en Tarragona y otra en Portugal) 1.189 millones el a?o pasado. LyondellBasell, la tercera mayor empresa qu¨ªmica independiente del globo, obtuvo un resultado de explotaci¨®n de 70 millones tras facturar 600. Elabora en Tarragona casi medio mill¨®n de toneladas de compuestos (resinas de polipropileno y productos de poliolefinas avanzadas) para muchos objetos cotidianos, desde salpicaderos de coche a pa?ales, prendas textiles, tapones o las cajas donde normalmente se compran las fresas.
Bayer, por su parte, ampli¨® su f¨¢brica asturiana de La Felguera, impulsada por las ventas mundiales de aspirina y anunci¨® hace unos d¨ªas que se crear¨¢n 100 empleos en el Centro de Servicios Compartidos de Barcelona en los pr¨®ximos dos a?os. La compa?¨ªa, con 10 centros de trabajo, emplea a 2.200 personas en la Pen¨ªnsula, y desde 2014 su f¨¢brica asturiana es la ¨²nica del mundo que solo produce ¨¢cido acetilsalic¨ªlico.
En Huelva, otro gran polo qu¨ªmico del pa¨ªs, se concentran 15 grandes plantas propiedad de multinacionales como Atlantic Copper, Cepsa, Enag¨¢s, Endesa, Ence, Fertiberia o Repsol. Detr¨¢s de esta aristocracia van cientos de peque?as y medianas empresas a las que tampoco les parece ir mal. Seg¨²n datos extra¨ªdos de Insight View, un servicio de Iberinform, el 48% de las qu¨ªmicas tiene menos de 10 empleados y factura una media de 21 millones. Solo un 2% presenta riesgos serios de impagos. La mayor¨ªa tiene una buena posici¨®n financiera y de tesorer¨ªa.
¡°Nuestro principal motor de crecimiento es el tir¨®n de la demanda internacional¡±, resume desde la patronal Juan Antonio Labat, su director. Seg¨²n el informe Cepsa Energy Outlook 2030, la qu¨ªmica duplicar¨¢ su tama?o en los pr¨®ximos 15 a?os alentada por la revoluci¨®n digital, los bienes de consumo cotidiano, el textil, los detergentes o los pl¨¢sticos para el hogar. El desarrollo de la clase media ha generado nuevos clientes en pa¨ªses emergentes debido a sus necesidades b¨¢sicas (productos como pa?ales y cuidado personal), y gracias a la creciente urgencia de conectarse con el mundo a trav¨¦s de dispositivos electr¨®nicos. Y en Espa?a los ejecutivos se frotan las manos. La qu¨ªmica acumula un crecimiento del 27% en la ¨²ltima d¨¦cada, crisis incluida. ¡°Le puedo decir que, adem¨¢s, es uno de los sectores mejor pagados¡±, apoya Eduardo Chicote, director en el pa¨ªs de LyondellBasell. En su mesa tiene un par de n¨®minas de empleados de base (con antig¨¹edad) cuyo bruto ronda los 50.000 euros. Seg¨²n Feique, las ventas medias por trabajador en la qu¨ªmica nacional ascienden a 326.000 euros. El salario anual de un operario, esos 37.618 euros, supera los 27.215 euros del resto de la industria o los 22.264 que paga la construcci¨®n. Muy lejos, en todo caso, de los 13.502 euros del turismo.
Nuevas compa?¨ªas
Y mientras, nuevos negocios buscan su espacio. Leo Bernd es el director de ChemPlastExpo, una feria especializada que este a?o se celebra por primera vez en Espa?a y que nace aprovechando esos vientos de cola. Cree que la industria goza de un plus de estabilidad derivado de la fortaleza de sus polos industriales. Y apunta que, llegado el caso, ¡°la deslocalizaci¨®n no es f¨¢cil debido a que en Espa?a cuentan con una situaci¨®n casi id¨ªlica de distribuci¨®n y abastecimiento de materia prima¡±.
Las inversiones, en el medio plazo, tambi¨¦n parecen encaminadas. ¡°Hay tal confianza en el sector que la gente sigue invirtiendo. Hay mucha inversi¨®n circulante, recibimos llamadas de fondos que est¨¢n buscando empresas donde invertir. No tenemos perspectiva de que se corte el flujo del capital¡±, subraya Labar.
De modo que la fortaleza de las ventas y la rentabilidad contradicen el discurso de que solo el low cost funciona frente a una competencia global. ¡°Hay una apuesta grande de nuestro grupo por crecer aqu¨ª¡±, asegura Chicote hablando de su multinacional. Jon Bilbao, director de Dow en Iberia, asegura que para 2018 sus expectativas pasan por crecer por encima del PIB. ¡°Llevamos en Espa?a m¨¢s de 50 a?os, la plantilla en la Pen¨ªnsula est¨¢ en cerca de 900 personas. El a?o pasado hemos visto mejoras de producci¨®n y m¨¢rgenes superiores a los de periodos anteriores¡±.
Sin embargo, el escenario est¨¢ muy lejos de ser el mejor. Bilbao pone el acento en lo da?ino que podr¨ªa ser una subida del precio del petr¨®leo y en decisiones pol¨ªticas que pueden impactar en su cuenta de resultados, como la guerra comercial avanzada por Donald Trump. El hecho de que Espa?a sea importador neto de hidrocarburos y que el petr¨®leo sea la principal materia prima de la qu¨ªmica juega en contra. Porque grosso modo, las cuentas de una empresa se basan en unos costes de materia prima, que representan alrededor del 66%. Otro 12% se dedica a n¨®minas, el 12% al gasto en energ¨ªa y el resto se va en log¨ªstica y transporte. Labat no oculta que las cosas pueden cambiar, pero por ahora, con un barril Brent por debajo de los 70 d¨®lares, el negocio se mantiene seg¨²n ¨¦l en ¡°m¨¢rgenes de seguridad¡±.
En cuanto a la guerra arancelaria, desliza que ¡°en las listas empiezan a aparecer productos qu¨ªmicos y farmac¨¦uticos, tanto del lado de EE UU como la contrapartida que ha establecido China frente a productos americanos de farma y qu¨ªmica¡±. Europa podr¨ªa sufrir sus efectos si ambos pa¨ªses tratan de derivar al viejo continente los excedentes que no podr¨¢n venderse mutuamente. ¡°Eso puede inundar nuestros mercados, para nosotros es el riesgo, porque tenemos una econom¨ªa abierta. Soy optimista en que creo que las partes entrar¨¢n en raz¨®n, pero estamos en ese periodo amenazante y puede tener consecuencias a medio plazo¡±.
Eso incluye tambi¨¦n a las farmac¨¦uticas, agrupadas bajo ese paraguas industrial. Por ahora las inversiones y las apuestas se mantienen. La filial de Lilly es una de las m¨¢s productivas del pa¨ªs, con una plantilla de 1.145 empleados. En su centro de investigaci¨®n de Alcobendas se investigan f¨¢rmacos desde sus fases m¨¢s tempranas y la planta de producci¨®n exporta a 125 pa¨ªses por valor de 1.339 millones. ¡°Nuestro gasto en investigaci¨®n aqu¨ª es de 52,3 millones, el 14% de las ventas en el pa¨ªs¡±, dice una portavoz, similar al de otros ejercicios.
Otro de los mantras donde coinciden los ejecutivos consultados es en la necesidad de una energ¨ªa m¨¢s barata. ¡°Nuestros precios el¨¦ctricos est¨¢n entre los m¨¢s altos de Europa¡±, recuerdan. La patronal se?ala que otros pa¨ªses, como Alemania, tienen un r¨¦gimen especial de compensaci¨®n para las industrias electrointensivas. ¡°La industria electrointensiva es esencial defenderla, porque suele fabricar materias primas, y no podemos perderlas, da igual que sea el acero, electroqu¨ªmica, papel o cemento, si las perdemos tendr¨ªamos un gran problema de transformaci¨®n a futuro para poder tener un aprovisionamiento eficiente y asequible econ¨®micamente y no depender de terceros¡±.
El sector tambi¨¦n arrastra graves errores que ni el tiempo ha borrado. Por poner solo un ejemplo, en O Porri?o (Pontevedra) el suelo todav¨ªa sigue contaminado por lindano, una sustancia blanquecina y cancer¨ªgena que Zeltia arroj¨® hasta mediados de los a?os sesenta del siglo pasado en terrenos facilitados a la firma por el Ayuntamiento, y que tambi¨¦n termin¨® envenenando fincas particulares.
En 1992 la industria se adhiri¨® a la iniciativa Responsible Care, una encuesta europea sobre la percepci¨®n social de la qu¨ªmica. Aquel a?o Espa?a sac¨® la peor valoraci¨®n del continente. La patronal defiende que ahora las notas que recibe son las mejores, ¡°incluso por encima de Alemania, donde hay grandes marcas. La industria ha cambiado, aunque haya casos puntuales de contaminaciones o amenazas donde pueden producirse impactos. En Huelva el CSIC neg¨® en seis informes que haya una mayor incidencia de c¨¢ncer. Todo est¨¢ estrictamente regulado¡±, dicen en la patronal. Desde 1999, la producci¨®n ha reducido un 41% la emisi¨®n de gases efecto invernadero, y el consumo de energ¨ªa por tonelada producida, un 28%. El consumo de agua por tonelada producida es ahora de 3,3 metros c¨²bicos, la mitad que hace 20 a?os.
Los sindicatos reclaman subidas salariales
"Sin avances". As¨ª han sido las seis ¨²ltimas reuniones entre la patronal y los sindicatos, que negocian un nuevo acuerdo para el sector. Las centrales quieren que la eficiencia que han conseguido las f¨¢bricas les repercuta en sus condiciones en el pr¨®ximo convenio colectivo. El secretario sectorial qu¨ªmico de UGT FICA, Jos¨¦ Carlos Ruiz, recuerda que m¨¢s all¨¢ de los convenios en las multinacionales, el 85% del tejido est¨¢ compuesto por pymes que dependen de empresas madre y creen que es el momento de pedir un incremento salarial superior al 3%, acorde con la productividad. Tambi¨¦n recuerda que "no a todos los subsectores les ha ido igual" y que en algunos "ha habido destrucci¨®n de empleo".
Al margen de peticiones salariales, hay un problema importante en el reconocimiento de las capacitaciones profesionales. ¡°Tenemos magn¨ªficos trabajadores en el sector que no tienen titulaci¨®n, pero s¨ª cuentan con una gran experiencia en el puesto. Intentamos que las cualificaciones se homogeneicen para todo el pa¨ªs¡±.
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