C¨®mo gastar (bien) 354.225 millones

Seg¨²n los Presupuestos Generales del Estado presentados este a?o, los espa?oles nos gastaremos esa cantidad en pensiones, infraestructuras, o defensa. Comparados con otros pa¨ªses europeos, un presupuesto low cost.

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Pero, poco o mucho, ?gastamos bien? No tenemos instrumentos para saberlo. Sin entrar en si las prioridades de gasto son las adecuadas al inter¨¦s general, no conocemos qu¨¦ programas tienen un mayor impacto en el crecimiento econ¨®mico, o en la mejora de nuestra calidad de vida. Tampoco existe la seguridad de que lo presupuestado sea finalmente ejecutado. M¨¢s del 70% de lo previsto en I+D+i en 2017, una partida clave para la mejora de la innovaci¨®n y la productividad, se qued¨® sin desembolsar. Este tipo de incumplimientos hace que los Presupuestos sean en Espa?a poco significativos.

En los ¨²ltimos a?os, y al calor de la mayor sensibilidad con la corrupci¨®n, hay una exigencia mayor sobre la fiscalizaci¨®n del gasto. Pero fiscalizar no es evaluar. Fiscalizar nos dice si lo que se gasta se ajusta a la ley; evaluar, si gastamos bien.

Para ello deben planificarse las prioridades (con evaluaciones ex ante) y evaluar ex post los programas. Es decir, medir el impacto que tiene una pol¨ªtica, aislando sus efectos de los que hubiesen ocurrido si no se hubiese llevado a cabo. ¡°Lo que no se mide, no se puede mejorar¡±, es una m¨¢xima que no nos hemos aplicado los espa?oles. Debemos sumarnos al camino creado por pa¨ªses como Reino Unido o EE UU. En este ¨²ltimo, la exigencia de la evaluaci¨®n de la eficacia de los programas de pobreza en los Presupuestos es un ejemplo a tener en cuenta.

La evaluaci¨®n no la puede hacer quien decide el gasto, ni quien lo ejecuta. Tiene que ser una instituci¨®n independiente. Tras la fallida creaci¨®n de la AEVAL estamos a¨²n en una fase muy inicial en lo que a evaluaci¨®n se refiere. Algo que se nos critica desde Europa. En muchos casos no existen datos necesarios; en otros se confunde evaluar con fiscalizar, y en la gran mayor¨ªa la evaluaci¨®n ni siquiera se contempla al dise?ar una nueva pol¨ªtica.

Una de las mejoras institucionales m¨¢s importantes que Espa?a necesita para mejorar la eficiencia de los programas y las pol¨ªticas, as¨ª como el funcionamiento del Estado de las autonom¨ªas, es crear una instituci¨®n de evaluaci¨®n, que sea pol¨ªticamente independiente, sin dependencia ministerial, y con recursos y competencias suficientes para reclamar informaci¨®n a todos los niveles de gobierno. La recientemente creada Autoridad Fiscal (AIReF) es un buen ejemplo. La composici¨®n parlamentaria actual, que fuerza al consenso entre distintas fuerzas pol¨ªticas, es una oportunidad de oro para instaurar una nueva cultura de evaluaci¨®n de las pol¨ªticas p¨²blicas en nuestro pa¨ªs, y un mejor uso del gasto p¨²blico.

Elena Costas es economista, profesora en la UAB y editora de Politikon.