Los caracoles pisan el acelerador en la granja
Espa?a ha pasado de 26 a 614 explotaciones ganaderas en 20 a?os por el aumento del consumo de estos gaster¨®podos
Fue una charla de barra, de esas de las que Miguel ?ngel Toledo presencia a diario en su cafeter¨ªa en Olvera (C¨¢diz). Dos clientes hablaban sobre la suerte de un tercero en el negocio de las granjas de caracoles. Pese a que su mujer lo tild¨® ¡°de loco¡±, el hostelero oli¨® la oportunidad y se lanz¨®. ¡°De eso hace un a?o y ahora estoy a punto de recoger mi primera cosecha¡±, reconoce orgulloso el empresario mientras alimenta a los casi 750 kilos de caracoles que se cr¨ªan en su peque?a explotaci¨®n. Toledo es uno de los 614 emprendedores que, en Espa?a, se han lanzado al negocio de la helicicultura, seg¨²n datos del Ministerio de Agricultura y Pesca.
Pese a su novedad y ser pr¨¢cticamente desconocido, este subsector ganadero en expansi¨®n no para de ganar adeptos. ¡°De las 26 granjas que hab¨ªa en el 2000 a las que hay ahora el crecimiento es contundente¡±, reconoce Jos¨¦ Antonio Marcelo, helicicultor y presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Cr¨ªa y Engorde de Caracol (Ancec). Y el inter¨¦s empresarial no es casual. El Ministerio estima que en Espa?a se comen unos 16 millones de kilos de gaster¨®podos al a?o, lo que la convierte en el segundo pa¨ªs consumidor del mundo, por detr¨¢s de Francia.
Ante tal volumen, el pa¨ªs importa unas 12.000 toneladas al a?o de caracoles salvajes, procedentes de Marruecos, Mauritania o pa¨ªses europeos del este. ¡°Las granjas apenas aportan el 3% de lo comercializado, pero estamos en expansi¨®n y creemos que creceremos hasta el 30%. Eso supone quintuplicar las ventas¡±, reconoce Marcelo.
Los prometedores pron¨®sticos dinamizan un sector que aumenta a?o tras a?o, especialmente en Andaluc¨ªa que ya concentra el 38% del total de explotaciones helic¨ªcolas, seguida de Arag¨®n (12%), Catalu?a (10%) y Castilla la Mancha (10%).
El consumo nacional alcanza los 16 millones de kilogramos al a?o
Con un mercado asegurado, el negocio requiere una inversi¨®n que va desde los 4.000 euros que gast¨® Toledo para montar su granja de 300 metros cuadrados a los 50.000 que Marcelo estima que son necesarios para crear una de unos 3.000 metros cuadrados.
En su interior, crece el burbajo o Helix aspersa, la especie que mejor soporta la cr¨ªa en cautividad en sistemas que suelen combinar t¨¦cnicas entre lo extensivo y lo intensivo. Alimentados con una combinaci¨®n de alfalfa y pienso rico en calcio, as¨ª se desarrollan los caracoles de la granja del empresario gaditano que, tras un a?o de engorde, estar¨¢n listos para ser vendidos en menos de dos semanas.
Alimento completo
Los caracoles son un alimento completo que contiene prote¨ªnas, carbohidratos, vitaminas A, B9, B3 y E, hierro y potasio. Los helicicultores resaltan la calidad del caracol de granja -al que llaman coloquialmente "caracol ib¨¦rico"-,? ya que es un animal que suele condensar en su interior la toxicidad de lo que consumen y en el salvaje no se puede saber si la hierba que han ingerido pod¨ªa estar tratada con cualquier tipo de pesticida o no. Adem¨¢s, los de granja suelen ser de carne m¨¢s blanca y tierna.
Son un alimento muy completo, con prote¨ªnas, vitaminas, hierro y potasio
¡°Sobre la base, puede parecer sencillo, pero es un gastr¨®podo de sangre fr¨ªa. Tiene que vivir entre los 15 y los 25 grados y todo lo que salga de ah¨ª le estresa. Adem¨¢s, necesita humedad y eso puede provocar bacterias y enfermedades¡±, reconoce Francisco Borjas, t¨¦cnico especialista del Instituto de Investigaci¨®n y Formaci¨®n Agraria y Pesquera (Ifapa) de Hinojosa del Duque (C¨®rdoba).
Su centro es uno de los m¨¢s reconocidos de Espa?a y, desde que comenzaron con la helicicultura en 2002, ya han formado a m¨¢s de un millar de interesados de todas las partes de Espa?a. Buena parte de ellos acudieron durante los peores a?os de la crisis, esperanzados ¡°en que fuese su medio de vida¡±, como reconoce Borjas. Pero Marcelo muestra su escepticismo: "Es una explotaci¨®n ganadera con todos sus requisitos. Trabajamos con cuernos, solo que m¨¢s peque?os. Nutrici¨®n, sanidad y gen¨¦tica son fundamentales. Eso ha hecho que muchos desistan cuando ven que no es tan f¨¢cil".
Explotaciones peque?as
Frente a ello, el presidente Ancec dibuja un perfil claro del helicicultor que s¨ª ha encontrado el ¨¦xito. ¡°Suelen ser explotaciones peque?as, centradas en el autoempleo y que pueden servir como complemento para ganaderos que realicen otra actividad¡±, reconoce Marcelo.
Es justo el plan que Toledo ten¨ªa cuando comenz¨® con su granja en el cortijo familiar de su padre. Ahora, espera poder vender sus burgajos a unos 7,5 euros el kilo. Con lo que gane, bajo la marca comercial Caracoles del Molino, ya sue?a con el siguiente paso que dar¨¢: ¡°Me gustar¨ªa incorporar una l¨ªnea de productos ya limpios, cocinados y envasados. S¨¦ que esto es el futuro y que funcionar¨¢¡±.
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