M¨¢s europe¨ªsmo para superar la crisis de confianza de la UE
El eje francoalem¨¢n ha sido el motor insustituible de la integraci¨®n, pero ahora llegar a un acuerdo ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil
La Uni¨®n Europea se ha basado en el uso de las herramientas econ¨®micas para alcanzar metas cada vez m¨¢s avanzadas de integraci¨®n. La moneda ¨²nica fue el paso m¨¢s audaz. Era un experimento de proporciones desconocidas y riesgos considerables. El euro estuvo a punto de colapsar con la crisis de la deuda soberana. Ante el v¨¦rtigo del abismo se tomaron medidas para la supervivencia y Europa se est¨¢ recuperando. Son buenas noticias, pero el legado de problemas econ¨®micos, sociales y pol¨ªticos es enorme. Entre ellos destacan la erosi¨®n del impulso europe¨ªsta y el deterioro del marco institucional, cuyas manifestaciones m¨¢s visibles son el auge de los populismos y las reacciones nacionalistas. A pesar de los pasos dados, ni el euro ni la propia Uni¨®n Europea est¨¢n en condiciones de resistir una nueva crisis como la de 2011-2013. De ah¨ª la importancia de la agenda para el fortalecimiento de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria. La potente maquinaria de la Comisi¨®n Europea ha ido desgranando propuestas s¨®lidas para completar la uni¨®n bancaria, impulsar la uni¨®n de los mercados de capitales e introducir algunos elementos de uni¨®n fiscal.
El eje franco-alem¨¢n ha sido el motor insustituible de la integraci¨®n, pero ahora llegar a un acuerdo ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil
La coyuntura no es halag¨¹e?a. En los ¨²ltimos a?os no se han producido avances significativos y es muy dif¨ªcil que se consigan durante la presente legislatura europea, que finaliza en mayo de 2019. Podr¨ªa pensarse que se debe a una cierta complacencia. Pasado el peligro, no hay premura para m¨¢s reformas; ser¨ªa bastante con estabilizar las novedades introducidas. Pero es m¨¢s que eso. Se han acentuado algunas divisiones internas que reflejan un deterioro de la confianza mutua, que es indispensable para seguir avanzando. El eje franco-alem¨¢n es el motor insustituible de la integraci¨®n. Siempre han existido diferencias de enfoque entre ambos pa¨ªses. Hasta ahora, sin embargo, siempre se ha encontrado la forma de alcanzar el consenso. Mitterrand convenci¨® a Kohl para avanzar hacia la moneda ¨²nica y Kohl logr¨® que ¨¦sta se basase en la visi¨®n monetaria de Alemania. Encontrar ahora el punto de encuentro va a ser m¨¢s dif¨ªcil. Emmanuel Macron ha resucitado el impulso europe¨ªsta con propuestas alineadas con las ideas de la Comisi¨®n. Sin embargo, cualquier avance requiere pasar el Rubic¨®n de la mutualizaci¨®n de riesgos. Algo que para Alemania es, hoy por hoy, una de sus l¨ªneas rojas.
Estos son problemas pol¨ªticos que no admiten respuestas tecnocr¨¢ticas, sino liderazgo y voluntad negociadora
La polarizaci¨®n entre responsabilidad y solidaridad, que tensa el eje franco-alem¨¢n, tiene una dimensi¨®n m¨¢s amplia y se extiende a una creciente fractura entre norte y sur. El sur, que ha sufrido con m¨¢s intensidad la crisis, recela ¡ªcon raz¨®n¡ª de la carencia de mecanismos eficaces para capear las perturbaciones y se alinea a favor de una construcci¨®n institucional m¨¢s robusta con mayor transferencia de soberan¨ªa a niveles supranacionales. El norte no quiere entrar en construcciones que desborden la exclusiva responsabilidad nacional de las finanzas p¨²blicas. Las f¨®rmulas de mutualizaci¨®n de riesgos son vistas como germen de transferencias de rentas y de falta de disciplina en el sur. Populismos y nacionalismos de diverso signo alientan estas desconfianzas.
Se han desplegado muchos esfuerzos para elaborar f¨®rmulas que combinen la solidaridad de la mutualizaci¨®n de riesgos con la responsabilidad que impone el ejercicio de la disciplina de mercado. Existen propuestas t¨¦cnicamente viables que despejan las principales inquietudes de ambas partes, pero requieren concesiones y, sobre todo, una confianza b¨¢sica en la lealtad de todos los participantes. Y esto es lo m¨¢s dif¨ªcil de conseguir, cuando a las divergencias de enfoque norte-sur se a?aden tensiones entre el este y el oeste y la divisi¨®n entre Reino Unido y el continente. No ser¨¢n las propuestas t¨¦cnicas ni las hojas de ruta de las burocracias, por competentes que estas sean, las que permitir¨¢n superar el peligroso impasse en que se encuentran el euro y la UE. Estamos ante problemas pol¨ªticos que no admiten respuestas tecnocr¨¢ticas. El diagn¨®stico apunta a una crisis de confianza y la soluci¨®n solo puede encontrarse en el ejercicio del liderazgo y la voluntad negociadora. Por tanto, en el ¨¢mbito de la renovaci¨®n de las iniciativas pol¨ªticas europe¨ªstas.
Jos¨¦ Luis Malo de Molina es economista y exdirector del Servicio de Estudios del Banco de Espa?a.
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