¡°El inversor es conservador hasta que su vecino se forra en Bolsa¡±
El consejero delegado de atl Capital celebra sus 15 a?os al frente de la compa?¨ªa
Jorge Sanz (Madrid, 1954) es un veterano dentro del negocio financiero, sector en el que acumula 35 a?os de experiencia. Hace tres lustros sali¨® de Morgan Stanley y fund¨® su propia firma, atl Capital, especializada en banca privada, asesoramiento y gesti¨®n de patrimonios.
Pregunta. ?Qu¨¦ balance hace de estos 15 a?os?
Respuesta. El balance es muy positivo. El mercado, la econom¨ªa y la legislaci¨®n nos han llevado por un camino distinto al previsto en un principio. Por ejemplo, no contempl¨¢bamos tener una gestora. Es cierto que los objetivos con los que arrancamos eran algo m¨¢s ambiciosos desde el punto de vista cuantitativo respecto a lo que hemos alcanzado, pero nos sentimos muy orgullosos del trabajo.
P. ?C¨®mo ha cambiado el negocio de banca privada durante este periodo?
R. Creo que la principal novedad ha sido una evoluci¨®n desde la venta de productos hacia el asesoramiento.
P. ?Qu¨¦ impacto tiene Mifid II en el sector?
R. La nueva normativa ha propiciado que se hable m¨¢s de transparencia y de asesoramiento, valores que nosotros ya aplicamos desde hace mucho tiempo y que favorecen a las firmas medianas al darnos mayor visibilidad. Ahora bien, si Mifid II se hubiera implantado hace 15 a?os, atl Capital no existir¨ªa debido al af¨¢n desmesurado de los funcionarios de Bruselas por legislarlo absolutamente todo para curarse en salud. Esto exige una inversi¨®n inicial fort¨ªsima que complica la vida a cualquier proyecto nuevo.
P. ?D¨®nde cree que estar¨¢ su compa?¨ªa a medio plazo?
R. Creo que el sector camina hacia una mayor concentraci¨®n. La nueva regulaci¨®n, la apuesta por un mejor asesoramiento y la complejidad de esta industria van a propiciar alianzas entre competidores. Todos nos negamos cuando llega alguna propuesta porque tenemos un ego muy fuerte, pero es una tendencia que est¨¢ ah¨ª.
P. ?Y qu¨¦ papel jugar¨¢ atl Capital en este proceso?
R. No soy capaz de contestarle porque lo desconozco. Hemos estado involucrados en alguna operaci¨®n de compra de otra firma que no sali¨® por razones econ¨®micas, pero no s¨¦ si vendr¨¢ alguien con una propuesta de adquisici¨®n. A d¨ªa de hoy, los socios no tenemos ninguna intenci¨®n de vender. Adem¨¢s, jam¨¢s nos involucrar¨ªamos en una operaci¨®n que supusiera la p¨¦rdida de puestos de trabajo y que traicionara nuestra filosof¨ªa basada en dar prioridad a los intereses del cliente. Todo el mundo dice que ese es su modelo, pero me sobrar¨ªan los dedos de una mano para enumerar las entidades que lo hacen en realidad. La mayor¨ªa de las firmas tienen productos que intentan colocar al cliente, nosotros analizamos sus necesidades y a partir de ah¨ª buscamos los productos id¨®neos para su perfil.
P. Comparte or¨ªgenes profesionales en AB Asesores con Santiago Satr¨²stegui, consejero delegado de Abante, entidad que est¨¢ en plena expansi¨®n. ?Tendr¨ªa sentido llegar a un acuerdo con ellos?
R. A nivel personal encajar¨ªamos perfectamente. Tengo una estupenda relaci¨®n con Santiago y su equipo. Sin embargo, el tiempo nos ha ido separando en cuanto a nuestra visi¨®n del modelo de negocio.
P. En una entrevista que le hice hace cuatro a?os me dijo que en 2018 el patrimonio bajo gesti¨®n de atl Capital estar¨ªa en 2.000 millones de euros. Sin embargo, solo administran 1.400 millones. ?Qu¨¦ ha fallado?
R. En estos a?os a¨²n se han sentido las consecuencias de la peor crisis financiera en medio siglo. Esto nos ha impedido crecer al ritmo que nos hubiese gustado. La previsi¨®n de activos no la hemos logrado, pero s¨ª hemos alcanzado el objetivo de empleados: nuestra plantilla ya est¨¢ en 90 personas.
P. ?Ha cambiado mucho el perfil de los clientes en estos 15 a?os? Durante este tiempo, ?han modificado los umbrales de patrimonio para trabajar con un cliente?
R. El perfil no ha cambiado, aunque es cierto que hemos ido subiendo el umbral. En los comienzos, como no and¨¢bamos sobrados de ingresos tir¨¢bamos a todo lo que se mov¨ªa. Luego, para ser m¨¢s eficientes, exigimos un patrimonio m¨ªnimo de 100.000 euros y a?os despu¨¦s este l¨ªmite lo volvimos a subir a 300.000 euros. Nuestro nicho de mercado actual se sit¨²a entre los 300.000 euros y los tres millones.
P. Este tipo de cliente es sobre todo patrimonialista. En un entorno de tipos tan bajos, ?qu¨¦ les recomiendan para, al menos, batir a la inflaci¨®n?
R. La mayor parte de los clientes en este pa¨ªs son conservadores. Sin embargo, este perfil cambia cuando durante un tiempo los medios de comunicaci¨®n hablan de la subida de la Bolsa y ven que su vecino del quinto se est¨¢ forrando. En cualquier caso, en un escenario de tipos cero, nosotros estamos intentando buscar oportunidades en bonos corporativos y deuda de pa¨ªses emergentes. Teniendo en cuenta el perfil conservador que dicen tener los clientes, eso significa moverse en el filo de la navaja, porque todo lo que suponga en estos momentos un objetivo de rentabilidad por encima del 0% implica un riesgo.
P. El mercado ha asistido a un rebrote de la volatilidad. ?Hay que preocuparse?
R. Tengo un sentimiento contrapuesto. Desde un punto de vista econ¨®mico y empresarial, la situaci¨®n es la mejor de los ¨²ltimos 15 a?os. En este sentido, creo que la Bolsa tiene un gran futuro. Dicho esto, creo que es probable que en el corto plazo tengamos un susto. El detonante puede ser geopol¨ªtico. Nadie sabe con qu¨¦ ocurrencia se va a levantar ma?ana el presidente de EE UU. Adem¨¢s, el rendimiento del bono a 10 a?os americano ya est¨¢ en el 3%, por encima de la rentabilidad media hist¨®rica de la renta variable mundial. Esta circunstancia puede desviar flujos de dinero de la Bolsa hacia la renta fija tratando de asegurar un 3% sin riesgo. Este ajuste del que hablo ser¨ªa puramente financiero, corto en el tiempo pero intenso.
P. En el mercado se ha generado un debate sobre si la gesti¨®n pasiva es mejor que la activa. ?Qu¨¦ opina?
R. Soy un defensor de la gesti¨®n activa, pero dejo de creer en ella cuando el gestor pierde la noci¨®n de su posici¨®n y considera que el dinero que administra no es de nadie. Cuando vemos que eso ocurre retiramos el dinero del fondo en cuesti¨®n. Es una circunstancia que se produce fundamentalmente por un exceso de ego. No me gusta mucho el concepto de gestor estrella tan de moda ahora. A mi las estrellas me dan mucho miedo. Creo en el trabajo en equipo, que es lo que realmente aporta valor.
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