Veleros asequibles para una clase media pujante
Tras la crisis, los fabricantes se concentraron en veleros grandes, que no han encontrado mercado. Tarsis se ha centrado en barcos m¨¢s peque?os y baratos
Debajo del glamour de las fotos de lujosos barcos navegando en mares de ensue?o, el sector de la na¨²tica vive momentos dif¨ªciles con m¨¢s tensi¨®n latente que sonrisas. Tras el estadillo de la crisis de 2008, los principales astilleros se volcaron en construir grandes barcos, pero no han encontrado a los potentados compradores que buscaban para sus lujosas embarcaciones. A la vez, el declive de la clase media en toda Europa rebaj¨® las ventas en los barcos m¨¢s peque?os (los que no sobrepasaban los ocho metros de eslora), lo que supuso otro golpe a la industria, que abandon¨® la fabricaci¨®n de los veleros m¨¢s modestos.
La salida a esta dif¨ªcil situaci¨®n ha sido la concentraci¨®n de astilleros, los despidos o los concursos de acreedores. El m¨¢s sonado ha sido el protagonizado por el gigante Bavaria, el segundo m¨¢s grande de Europa. El astillero alem¨¢n de embarcaciones de recreo, dedicado a veleros y barcos a motor de m¨¢s de 34 pies (10,5 metros), present¨® un plan de reestructuraci¨®n de su deuda a finales de abril, seg¨²n diferentes medios alemanes. Pero los cierres tambi¨¦n han llegado a Espa?a. Los grandes fabricantes de veleros como Sunplast, Taylor, Puma, Furia, y Fortuna, han desaparecido o se han quedado reducidos a una m¨ªnima expresi¨®n.
Pero la crisis del sector empez¨® antes de 2008. En 1992, cuando Espa?a entr¨® en el euro, ¡°los grandes astilleros franceses tiraron los precios para hacerse con el mercado espa?ol. Hab¨ªa productores medianos, como Sunplast, de Huesca, que pod¨ªan sacar 100 barcos al a?o, que se quedaron sin mercado¡±, apunta Juan S¨¢nchez Galera (Linares, 1967), propietario del astillero Tarsis. Pero tambi¨¦n sufrieron los grandes. En 1995, cay¨® Jeanneu, que qued¨® en manos de su eterno competidor, Beneteau. As¨ª, este m¨ªtico astillero franc¨¦s de embarcaciones de recreo, creado en 1884, se hizo l¨ªder en el sector de la vela. ¡°La mala situaci¨®n se aceler¨® con la crisis de 2008¡±, a?ade S¨¢nchez. Empezaron las fusiones y el astillero alem¨¢n Hanse se qued¨® con otro alem¨¢n, Dehler en 2009; un a?o despu¨¦s, Bavaria compr¨® Grand Solei y Dufour. Ahora Bavaria presenta concurso de acreedores, con 600 empleados en la plantilla. S¨¢nchez Galera cree que si cierra Bavaria ¡°dejar¨ªa en una posici¨®n casi de dominio del mercado mundial a la francesa Beneteau¨CJeanneau¡±.
La mala imagen
Espa?a el mundo de la vela tiene una aureola clasista, algo que no ocurre en Francia, donde es m¨¢s f¨¢cil y econ¨®mico comprarse un velero y pagar un amarre. Juan S¨¢nchez Galera, del astillero Tarsis, cree que ¡°un velero de seis metros debe costar como un coche medio y uno de ocho metros, como uno de alta gama¡±. Aficionado a la vela, y viviendo a caballo entre Madrid y Ja¨¦n, apunta que las administraciones deber¨ªan enfocar la vela como un deporte familiar: ¡°Es un deporte que genera riqueza y empleo; hay que alejarlo de la imagen del lujo e impulsar las escuelas de vela¡±, apunta mientras lamenta que la crisis haya dejado muchos barcos abandonadas en los puertos.
Ante este panorama, Juan S¨¢nchez busc¨® su hueco con una estrategia diferente. Tras aprender de los errores del pasado, (tambi¨¦n vivi¨® sus crisis), se ha colocado el segmento abandonado por otros, el de los veleros peque?os. Fabricando con costes variables y ajustados, y desde una nave industrial en And¨²jar, arranc¨® la aventura en 2015 con el barco Tarsis 20 (seis metros de eslora) y ahora ha lanzado el Tarsis 28 (8,5 metros).
Esta forma de producci¨®n no supone renunciar al dise?o, algo que S¨¢nchez sabe que es b¨¢sico en este mundo. Para el ¨²ltimo barco contrat¨® a un dise?ador de veleros de fama mundial, el espa?ol Manuel Ruiz de Elvira, quien junto al equipo de Nautatec, han participado en nueve ediciones de la Copa Am¨¦rica con cuatro victorias en su palmar¨¦s, como el Alinghi u Oracle. S¨¢nchez asegura que ahora es el ¨²nico astillero espa?ol de vela ligera con una producci¨®n regular y relevante cada a?o. En 2016 vendi¨® 12 barcos y el a?o siguiente otras 34 embarcaciones.
El diagn¨®stico de este peque?o empresario, autor de cuatro libros de historia, es claro: ¡°Existe una concentraci¨®n del mercado volcado en barcos de gran eslora, con altos precios y enormes m¨¢rgenes, a la vez que los astilleros est¨¢n en manos de unos pocos grupos multinacionales¡±. ?Cu¨¢l es la consecuencia? ¡°Los empresarios han entrado en una carrera sin sentido para cambiar de modelos todos los a?os, con la obsesi¨®n de presentarse en los salones n¨¢uticos con novedades, que les han llevado a unos costes imposibles de rentabilizar¡±.
El responsable de Tarsis est¨¢ convencido de que un peque?o astillero puede hacer frente al poderoso potencial franc¨¦s si fabrica con calidad y ofrece barcos a precios asequibles. ¡°Las grandes marcas no se preocupa en fabricar por debajo de los 30 pies (9,15 metros), salvo Beneteau, y sin ning¨²n entusiasmo, ya que no ha invertido en estas esloras en los ¨²ltimos 20 a?os y tiene el mismo First 210 de siempre¡±.
En Europa, Polonia ha sido la gran beneficiada de la retirada francesa: ¡°Se ha convertido en la china de la n¨¢utica, con cierta calidad, pues hasta all¨ª han trasladado buena parte de su producci¨®n los grandes fabricantes de motor y de vela. Y esto ha propiciado que surjan infinidad de peque?os productores polacos que cubren el hueco de la peque?a eslora, si bien con un producto muy especializado en veleros remolcables para los pantanos en los que navegan los alemanes¡±, explica S¨¢nchez.
Este emprendedor repasa la situaci¨®n actual con nostalgia. Recuerda que en los a?os 70 en Espa?a se vend¨ªan 30.000 motores fuera borda, en 2008 la cifra baj¨® a 15.000 y ahora est¨¢ ¡°alrededor de los 3.000 al a?o¡±. Y cita m¨¢s ejemplos. ¡°El fabricante al que siempre he comprado las poleas para las drizas, antes vend¨ªa m¨¢s de 1.000 al a?o. Ahora casi no hace ninguna y se ha reconvertido para fabricarlas para los toldos¡±. Otro ejemplo: el productor espa?ol de m¨¢stiles, ahora produce barandillas de acero con cables tensados. Y lo mismo le ocurre con su proveedor de quillas.
Esta situaci¨®n le lleva a S¨¢nchez a una reflexi¨®n: ¡°Espa?a deber¨ªa mantener su industria y seguir produciendo bienes; este es nuestro futuro, no solo vivir del turismo¡±, repite con insistencia. ¡°Ahora muchos materiales se traen de China. Es una pena¡±, afirma lac¨®nico.
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