Mauricio Macri declara la guerra a la subida del d¨®lar

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El Banco Central anunci¨® medidas para absorber unos 100.000 millones de pesos de liquidez, equivalentes a 3.570 millones de d¨®lares, y disminuir la presi¨®n sobre el d¨®lar. Entre otras decisiones, Caputo orden¨® a los bancos una subida de cinco puntos en sus reservas m¨ªnimas y fij¨® en 5% el porcentaje m¨¢ximo de tenencia de reservas en moneda extranjera, desde el 10% actual. Para que los bancos puedan reponer los d¨®lares que liberen, el Banco Central les ofreci¨® un sistema de subastas de reservas internacionales, un mecanismo que a partir del jueves se financiar¨¢ con los primeros 7.500 millones de d¨®lares que el Gobierno espera recibir del rescate financiero acordado con el Fondo.

El d¨®lar arranc¨® ayer la jornada a la baja, pero pronto recuper¨® casi todo lo perdido hasta cerrar a 28,40 pesos, 40 centavos por debajo del viernes. El resultado fue modesto, pero trajo calma a una semana que fue fren¨¦tica. Entre el mi¨¦rcoles y el viernes pasado, el d¨®lar subi¨® m¨¢s de dos pesos, precipitando la salida de Sturzenegger. Macri debi¨® ponerse al frente de la crisis, que dej¨® de ser coyuntural y ya amenaza con convertir a 2018 en un a?o perdido. Un informe de la consultora Ecolatina estim¨® que la inflaci¨®n ser¨¢ de 30%, el doble de la meta oficial de enero, el salario real caer¨¢ 3% y el consumo se contraer¨¢ por tercer a?o consecutivo. Hace dos semanas, el Banco Mundial redujo a 1,7% la subida del PIB argentino para este a?o, 1,3 puntos menos que la cifra que dio en enero.

La econom¨ªa se ha convertido en un problema pol¨ªtico. Mientras los argentinos ponen toda su atenci¨®n en el Mundial de Rusia, la Casa Rosada elabora estrategias para capear el temporal. El problema de fondo es combatir el d¨¦ficit fiscal, en el origen de todos los problemas. Argentina se endeud¨® entre 2016 y 2017 en m¨¢s de 50.000 millones de d¨®lares para cubrir el agujero en el gasto p¨²blico. Pero la subida de tasas en EE UU dejaron sin dinero a los pa¨ªses emergentes y el modelo macrista de apertura de mercado y ajuste gradual de la econom¨ªa debi¨® buscar dinero extra en otro lado. Por eso el pedido de rescate del FMI, que dar¨¢ financiamiento hasta el final de mandato de Macri, en diciembre de 2019.

Argentina se comprometi¨® ante el Fondo a alcanzar el equilibrio fiscal en 2020, pero para eso deber¨¢ apretar las clavijas del gasto. Macri dijo el domingo por la noche, durante una entrevista en televisi¨®n, que hab¨ªa llegado el fin el gradualismo, como llam¨® a su estrategia de reducci¨®n lenta del d¨¦ficit para no transferir la carga de los recortes a los m¨¢s pobres. ¡°Ahora vamos por menos gradualismo, porque hemos deteriorado la confianza en el mundo¡±, dijo. Sobre la crisis, para muchos sorpresiva, dijo que fue culpa de nuevas condiciones externas: ¡°Ven¨ªamos bien, pero de golpe pasaron cosas porque el mundo est¨¢ vol¨¢til. Se apreci¨® el d¨®lar, aumentaron las tasas de inter¨¦s, aument¨® el petr¨®leo y nosotros seguimos siendo importadores netos de energ¨ªa¡±.

El problema de las tarifas

El costo de la energ¨ªa es otro dolor de cabeza para Macri. Cuando asumi¨® en diciembre de 2015, las tarifas de gas, electricidad y agua estaban por el suelo, gracias a la pol¨ªtica de subsidios con que el kirchnerismo control¨® la inflaci¨®n. Macri multiplic¨® por cinco las boletas de hogares y empresas, como parte de un plan de reducci¨®n de subsidios por etapas. La estrategia dio aire a las arcas p¨²blicas, pero Macri admiti¨® ahora que no esperaba que el impacto sobre la inflaci¨®n ser¨ªa tan alto. "Fracas¨® [el esquema] porque los aumentos de tarifas impactaron mucho m¨¢s, las tarifas de energ¨ªa son en d¨®lares y nos peg¨®¡±, dijo Macri.

El gran desaf¨ªo de Macri es ahora reducir el gasto sin perder el capital pol¨ªtico que necesita para su reelecci¨®n. El escenario no es f¨¢cil: en Argentina, la conjunci¨®n de las palabras ¡°ajuste¡± y ¡°FMI¡± bastan para dilapidar las aspiraciones del cualquier pol¨ªtico. La primera decisi¨®n de Macri fue poner a Caputo en el Banco Central para contener el d¨®lar. El s¨¢bado ech¨® a los ministros de Energ¨ªa, Juan Jos¨¦ Aranguren, y de Producci¨®n, Francisco Cabrera, dos personas de su entorno que lo acompa?aron en el gabinete desde el primer d¨ªa. Respondi¨® as¨ª a la necesidad de ¡°lavar la cara¡± en dos frentes conflictivos. Aranguren fue el responsable de las subidas de tarifas y Cabrera apenas resisti¨® la presi¨®n de los industriales por la apertura indiscriminada de las importaciones.

La salida de Aranguren implica que la pol¨ªtica tarifaria comenzar¨¢ a cambiar, incluso en contra del ADN desregulador del macrismo. El sue?o de Macri era que el mercado se moviera en base a precios internacionales sin control estatal. Un ejemplo de ello fue la liberaci¨®n del precio de las gasolinas, que lleva meses con subidas imparables a medida que el d¨®lar vuela. Pero la presi¨®n sobre la inflaci¨®n fue insoportable y Macri ha retrocedido sobre sus pasos. El mercado estar¨¢ otra vez regulado, muy a pesar de las petroleras, tal como hizo el kirchnerismo durante 12 a?os. A cargo de la nueva estrategia estar¨¢ Javier Iguacel, que lleg¨® a Energ¨ªa con la orden de moderar la subida de las tarifas y controlar el precio de la gasolina.

En el ministerio de Producci¨®n, en tanto, Macri nombr¨® a Dante Sica, un hombre que fue funcionario del expresidente peronista Eduardo Duhalde en 2002, cuando el pa¨ªs se encontraba frente a la peor crisis econ¨®mica de su historia. El nuevo ministro es un defensor de las peque?as empresas y el Presidente conf¨ªa en que podr¨¢ revertir el malestar por la apertura de los mercados y la ca¨ªda del consumo interno. La idea de Macri es resistir el temporal al menos durante 18 meses, el tiempo que le queda de mandato y los mismos meses que durar¨¢ el acuerdo con el FMI.