Precarios de cuello blanco
Los sueldos bajos y la temporalidad tambi¨¦n afectan a los trabajadores m¨¢s cualificados
Cuando se habla de precariedad y malas condiciones laborales se suele relacionar con trabajadores poco cualificados y pobres, m¨¢s vulnerables a la imposici¨®n de condiciones abusivas por parte de sus jefes. Sin embargo, datos como los que publican la Encuesta de Poblaci¨®n Activa en Espa?a (EPA) y la Encuesta Anual de Estructura Salarial dan pistas de que los sueldos bajos, las jornadas abusivas y la temporalidad son m¨¢s transversales de lo que parece.
El sueldo m¨¢s frecuente en Espa?a es de 16.497 euros brutos anuales, unos 980 euros netos mensuales, y el 45,6% de los trabajadores gana menos de 18.345 euros al a?o. Y la EPA se?ala que el perfil medio de trabajador con jornadas abusivas ¡ªm¨¢s de 40 horas semanales no pagadas¡ª es un hombre, con titulaci¨®n superior, realizando trabajos cualificados.
Un paseo por redes sociales ofrece una palabra empleada a menudo por ingenieros inform¨¢ticos para referirse a grandes empresas de consultor¨ªa: ¡°c¨¢rnicas¡±. El t¨¦rmino implica de manera ir¨®nica que estas empresas ofrecen a sus clientes consultores o ingenieros inform¨¢ticos ¡°por kilos¡±. Estos trabajadores, que s¨®lo est¨¢n dispuestos a compartir a sus experiencias a trav¨¦s del anonimato, cuentan c¨®mo suelen ser subcontratados por empresas que, a su vez, ejecutan grandes proyectos concedidos a grandes empresas.
El perfil medio de trabajador con jornadas abusivas es hombre con titulaci¨®n superior
La norma en estos casos es interminables jornadas de trabajo, sueldos bajos y elevadas rotaciones de trabajadores en proyectos enormes pero mal planificados y de pobres resultados. Jaime, un ingeniero inform¨¢tico que trabaj¨® en una de estas compa?¨ªas lo resume as¨ª: ¡°una gran empresa necesita un proyecto tecnol¨®gico, b¨¢sicamente subcontratar la secci¨®n de inform¨¢tica. Para ello llama a la gran empresa A, que a su vez contrata a la empresa B, que te contrata a ti, que vas de la entrevista de trabajo directamente a la sede del cliente¡±.
La formaci¨®n que se da estos empleados es m¨ªnima porque, seg¨²n Jaime, ¡°la empresa no depende de que el proyecto sea bueno o malo, sino de que pueda facturarle a su cliente (pongamos, un banco) lo m¨¢ximo que pueda¡±. Los problemas en los proyectos se acumulan y los trabajadores de la c¨¢rnica, que trabajan en la sede del cliente con condiciones inferiores a los empleados que les rodean, van sufriendo las consecuencias de las jornadas interminables, la mala planificaci¨®n del trabajo que las causa y los bajos salarios, por lo que terminan y¨¦ndose por s¨ª mismos pasados unos meses o pocos a?os.
Trituradora de carne
¡°Es una trituradora de carne sin ning¨²n tipo de visi¨®n estrat¨¦gica¡±, reflexiona Jaime, ¡°es todo un batiburrillo que funciona superficialmente, pero que en realidad es un caos en el que se desperdicia mucho dinero¡±. Grandes proyectos considerados fallidos, como la web de RENFE o el sistema LexNet se consideran el t¨ªpico producto de las c¨¢rnicas.
Este modelo de trabajo no se limita s¨®lo al sector inform¨¢tico. Paloma trabaj¨® en una famosa consultora de comunicaci¨®n, presente en Espa?a e Iberoam¨¦rica: ¡°me contrataron en la categor¨ªa jer¨¢rquica m¨¢s baja de la empresa, s¨®lo un nivel por encima de becaria, me pusieron a llevar desde el principio grandes cuentas, por lo que trabajaba 14 horas al d¨ªa y mi sueldo no llegaba a pagar el traje que nos exig¨ªan llevar en la oficina¡±. La empresa, sin embargo, promet¨ªa a Paloma que era todo una mera fase de formaci¨®n y que la mejora de sus condiciones estaba a la vuelta de la esquina. ¡°No llegu¨¦ a verlo, me hart¨¦¡±, dice Paloma, que termin¨® abandonando la empresa ¡°porque me di cuenta de que ganaba m¨¢s dinero trabajando de cajera en un supermercado cuando era estudiante¡±.
Las consultoras suelen ser el objeto de las quejas por sus pol¨ªticas de subcontrataci¨®n
Otro extrabajador de esta empresa, que prefiere dar su nombre, explica que esas condiciones de trabajo provocaron tal fuga de empleados que la consultora, en lugar de mejorar las condiciones laborales, introdujo una cl¨¢usula de no competencia ¡°porque muchos clientes, al ver los sueldos de miseria que cobr¨¢bamos, nos contrataban por un sueldo digno y les sal¨ªamos m¨¢s baratos que lo que estaban pagando a nuestra firma¡±. La cl¨¢usula recoge que el trabajador no puede trabajar para ninguna empresa cliente o considerada competencia a cambio de recibir el 80% de su antiguo salario durante el periodo en el que dure la incompatibilidad.
En la jurisprudencia de la Sala Social del Tribunal Supremo se pueden consultar varias de las sentencias que invalidan la cl¨¢usula de esa consultora por abusiva. Una de esas sentencias razona que no puede exigirse indemnizaci¨®n a un empleado ¡°que cobra s¨®lo 40 euros por encima del salario m¨ªnimo interprofesional¡± de aquel momento (694,30 euros brutos).
Para Gabriel V¨¢zquez, miembro del bufete laboralista que gan¨® uno de esos casos, Jim¨¦nez & V¨¢zquez, es normal que la empresa quiera prevenir la fuga de los trabajadores: ¡°el consultor trabaja de forma muy intensa con su cliente, pero tambi¨¦n lo hace usando datos o m¨¦todos que pueden considerarse secretos industriales, pero lo suyo es que la sanci¨®n que se establezca sea proporcionada¡±.
P¨¢cto t¨¢cito
Pero, ?c¨®mo consienten trabajadores cualificados estar sometidos a semejantes condiciones? Javier Ruiz, consultor independiente, cree que se hace de manera consciente. ¡°Estas empresas no enga?an cuando te contratan: te dar¨¢n formaci¨®n y la posibilidad de decir que has trabajado con ellos¡± explica, ¡°a cambio t¨² consientes que te expriman¡±. Para V¨¢zquez tiene que ver m¨¢s con la crisis econ¨®mica, que ¡°ha creado en todos nosotros el s¨ªndrome del superviviente, aceptas cualquier cosa obligado por la necesidad. La gente, cualificada o no, traga con muchas cosas a cambio de sobrevivir¡±.
V¨¢zquez recomienda a los trabajadores que, en el caso de sufrir condiciones abusivas, lo primero es asesorarse, comprobar si se cumplen las condiciones del convenio colectivo y tratar de organizarse colectivamente. Eso, s¨ª asumiendo que se puede perder el puesto de trabajo en el proceso.
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