Se?as de identidad

Cuando la ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, declar¨® que ¡°es vital la confianza de los mercados, y tambi¨¦n la de los ciudadanos¡± se equivoc¨® de prioridad respecto a las tradicionales se?as de identidad socialdem¨®cratas; seg¨²n estas, lo primero es la confianza de los ciudadanos y solo despu¨¦s la de los mercados. Habr¨ªa sido interesante escucharle reflexionar sobre lo que ocurre cuando ambas entran en contradicci¨®n.

Estos d¨ªas tenemos una aproximaci¨®n. Seg¨²n el Ejecutivo, el sentido de su pol¨ªtica es dotarla de un giro social (apuntalar el Estado de Bienestar, despu¨¦s de tantos a?os de retrocesos), garantizando la estabilidad macroecon¨®mica. Para obtener este doble objetivo es para lo que la ministra de Econom¨ªa ha acudido a Bruselas a renegociar los compromisos del d¨¦ficit p¨²blico del a?o actual y de los ejercicios pr¨®ximos. No solo es que los n¨²meros que present¨® el Gobierno Rajoy en el mes de abril en la Actualizaci¨®n del Programa de Estabilidad no eran realistas (ya lo hab¨ªan dicho los 14 servicios de estudios que participan en el panel de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorro, el Banco de Espa?a, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal y la Comisi¨®n Europea), sino que ¡°si nos empe?amos en mantener el objetivo que pusieron nuestros antecesores estar¨ªamos obligados a tomar medidas de ajuste de gran magnitud que ser¨ªan tremendamente perjudiciales para la recuperaci¨®n econ¨®mica¡± (Calvi?o dixit).

B¨¢sicamente, lo obtenido con el comisario europeo de Econom¨ªa, Pierre Moscovici, consiste en disminuir el esfuerzo de reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico en medio punto (este a?o se ha pasado del 2,2% del PIB al 2,7%; en 2019, del 1,3% al 1,8%) y el alejamiento del super¨¢vit presupuestario en un ejercicio (2022). Siempre debajo del tope del 3%.

Pero aunque se hayan relajado en el tiempo los desequilibrios de las cuentas p¨²blicas, su tendencia a la baja obliga a reducir el d¨¦ficit en unos 10.000 millones de euros a finales de 2019 (del 2,7% al 1,8%, 0,9 puntos de esfuerzo fiscal). La novedad es que a diferencia de la senda trazada por el Gobierno Rajoy en el programa de estabilidad enviado a Bruselas, no se har¨¢ mediante una reducci¨®n del gasto p¨²blico (aumentar¨¢: sanidad universal, eliminaci¨®n del copago farmac¨¦utico a los jubilados, incremento del gasto en defensa, m¨¢s dinero para la pol¨ªtica de vivienda, ¡­), sino a trav¨¦s de una subida de los ingresos p¨²blicos (impuestos al di¨¦sel, a la banca, a las empresas tecnol¨®gicas, cambios en el impuesto de sociedades hasta un tipo m¨ªnimo efectivo del 15%, etc¨¦tera).

Estas son las se?as de identidad de un proyecto socialista con enorme debilidad parlamentaria, a las que se une con mucha fuerza la eliminaci¨®n de los aspectos m¨¢s regresivos de una reforma laboral que hab¨ªa cambiado la correlaci¨®n de fuerzas en el seno de la empresa en detrimento de los sindicatos. S¨¢nchez parece consciente de que con 84 diputados y mayor¨ªa absoluta del PP en el Senado no puede aspirar a arreglar todos los problemas que ha detectado, sino solo los m¨¢s urgentes. Ello supone dar salida a asuntos muy concretos, aparcados desde hace a?os por el tancredismo de los Gobiernos del PP, que afectan a la vida de millones de personas: los m¨¢s vulnerables. Habr¨¢ que auditar el salto de las palabras a los hechos.