El acoso de los alumnos a una profesora es accidente laboral
La justicia reconoce que las faltas de respeto a las que una docena de menores sometieron a una docente durante un a?o fueron el origen de la ansiedad que provoc¨® su baja laboral
Insultos, burlas, gritos, faltas de respeto e incluso amenazas fue lo que tuvo que soportar una profesora de instituto durante un a?o por parte de m¨¢s de una docena de alumnos. A pesar de que todas estas actuaciones se hab¨ªan producido dentro de su ¨¢mbito laboral y que incluso uno de los menores hab¨ªa sido condenado por un delito leve de amenazas hacia la educadora, el Instituto nacional de la Seguridad Social (INSS) se neg¨® a reconocer que la enfermedad que le provoc¨® su incapacidad temporal era un accidente laboral.
Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla y Le¨®n s¨ª lo ha reconocido como tal (accede aqu¨ª al texto de la sentencia), confirmando as¨ª la sentencia de primera instancia que daba por demostrado el nexo causal entre la prestaci¨®n del trabajo y el proceso de baja m¨¦dica.
Las continuas provocaciones que sufri¨® la docente le imped¨ªan el normal desarrollo de sus clases: alumnos que entraban y sal¨ªan del aula sin permiso, armaban jaleo o la mandaban callar. Es m¨¢s, cuando ella intentaba hacerles frente para que corrigieran su comportamiento, ¨¦stos ignoraban sus avisos y en reiteradas ocasiones la educadora tuvo que acudir a la autoridad educativa para que les impusiera diversas sanciones de expulsi¨®n.
Las situaciones m¨¢s violentas que tuvo que afrontar se produjeron con uno de sus alumnos, que ante el aviso de que le iba a poner un nuevo parte que implicar¨ªa su expulsi¨®n, lleg¨® decirle a gritos y en un tono muy agresivo "te vas a ir t¨² antes que yo, ya lo ver¨¢s", adem¨¢s de llamarle ¡°bruja¡± o ¡°demonio¡± y burlarse de ella con frases como "ah¨ª va la torera" o "no llores profe, no llores". Unos hechos por los que fue denunciado y finalmente condenado por un delito leve de amenazas
Para el TSJ el caso resulta singular por la gravedad del acoso que la profesora de la ESO sufri¨® por parte de varios menores. De hecho, reconoce en la sentencia que cualquier hombre medio sometido a la presi¨®n, agresividad y violencias verbales a las que fue sometida la docente hubiera padecido las mismas alteraciones ps¨ªquicas que ella, y por tanto, no se puede admitir que ella lo hubiera vivido de un modo particular, como argumentaba la entidad gestora.
Del mismo modo, el tribunal tampoco aprecia que se haya dado ning¨²n factor extra?o al trabajo que hubiera podido ser el desencadenante del proceso de baja m¨¦dica y concluye que fue exclusivamente la situaci¨®n de violencia vivida en el lugar de trabajo lo que gener¨® en la profesora el estado de ansiedad y alteraci¨®n mental desencadenante del proceso de baja.
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