Cuidado con la renta b¨¢sica
Adoptar una medida de este tipo tiene muchas variables, y hay que verlas todas antes de decidir
A cualquier Administraci¨®n le cuesta mucho generar nuevos ingresos; ni los m¨¢rgenes para gravar nuevas bases lo permiten, ni la posibilidad de hacerse simp¨¢tico poniendo nuevos impuestos lo recomienda. De modo que un descosido en el gasto, en un momento dado, puede provocar da?os irreparables. Esto viene a cuenta de la propuesta de renta b¨¢sica que con una cierta alegr¨ªa los partidos ponen sobre la mesa. Uno entiende que cuesta mucho oponerse a dicha propuesta de manera categ¨®rica, en un contexto poscrisis y visto lo que ha pasado con la redistribuci¨®n de la renta.
Pero la responsabilidad manda, y obliga al menos a debatir tres cuestiones antes de abrazarse a la renta b¨¢sica. La primera es la de clarificar de qu¨¦ estamos hablando; la segunda, con qu¨¦ capacidades se cuentan para gestionarla; y respecto de las dos anteriores, si se pueden anticipar para neutralizarlos, sus efectos no deseados sobre la econom¨ªa.
Respecto del primer punto: ?Debe reemplazar (excluir) esta renta ciudadana cualquier otra redistribuci¨®n, o s¨®lo complementarla? ?Estamos hablando de una ayuda espor¨¢dica (una lanzadera para salir del atolladero) o de una renta regular permanente? ?Queremos que su cobertura sea universal, para ricos y pobres, fiando que la regresividad fiscal se recupere a trav¨¦s del cumplimiento fiscal de un IRPF progresivo? ?O se trata de algo 'universal' por la elegibilidad general que permite, aunque quien termine siendo elegido haya de pertenecer necesariamente a una categor¨ªa determinada de pobreza relativa?
La elegibilidad potencial de la que hablamos, ?estar¨¢ condicionada a alg¨²n criterio (trabajo comunitario, formaci¨®n, etc.) o se otorgar¨¢ cualquiera sea el destino de la renta y la raz¨®n por la que no se dispone de ella? ?Qui¨¦n la ha de recibir, el hogar (haciendo aqu¨ª un pool de necesidades y capacidad de gasto) o el individuo aisladamente, y a partir de y hasta qu¨¦ edad (sustituyendo si acaso tambi¨¦n las prestaciones por jubilaci¨®n, incapacidad, dependencia, etc.)? Finalmente, ?nos referimos a un cr¨¦dito fiscal contra una renta declarada por debajo de un m¨ªnimo o de un cheque o transferencia monetaria ingresada en cuenta?
Notemos que estas seis alternativas interaccionan y provocan m¨¢s de una docena de variante. Cada una de ellas tiene consecuencias diferentes en la reducci¨®n efectiva de la pobreza, la reinserci¨®n laboral o la desigualdad. Aprovechando esta ambig¨¹edad es f¨¢cil que se produzca un falso consenso pol¨ªtico que vaya desde posiciones de la izquierda m¨¢s radical a posiciones buenistas o mal¨¦volas de partidos de la oposici¨®n, que tarareen en el coro la m¨²sica de la renta b¨¢sica, ignorando la letra y, m¨¢s a¨²n, no haci¨¦ndose cargo ni de la partitura ni del coste de los instrumentos.
Las dificultades de gesti¨®n de algunas de aquellas modalidades son f¨¢ciles de adivinar: pensemos con los efectos de una renta sustitutiva, universal, permanente, incondicionada y monetaria sobre el mercado de trabajo y la gesti¨®n de la protecci¨®n social existente. ?Entender¨¢ la ciudadan¨ªa que a pesar de las penurias fiscales generales se ingrese regularmente una renta al rico que no la pide y que pr¨¢cticamente no le alcanza ni para su gasto de fin de semana? ?Aceptar¨¢ el beneficiario actual de la pol¨ªtica social perder las prestaciones que dispone a cambio de aquella renta igualitaria otorgada a todos? ?C¨®mo leer¨¢ el m¨¢s pobre el incremento que esta renta le pueda dar respecto de la que ya dispon¨ªa como beneficiario o pensionista, en comparaci¨®n a la de quien, sin solicitarla, le cae del cielo?
La gesti¨®n de la reducci¨®n por reemplazo de la acci¨®n social existente para con esta nueva pol¨ªtica es poco m¨¢s que infactible. Dar no tiene, pol¨ªticamente, problemas, pero detraer tiene muchos, y, m¨¢s a¨²n, hacerlo entre los menos favorecidos para dar los remanentes a los ricos. Es f¨¢cil pensar consecuentemente que, al final, la renta otorgada sumar¨ªa y no restar¨ªa nada, de modo que el agujero en las cuentas p¨²blicas estar¨ªa cantado, siendo probable que la soluci¨®n de financiaci¨®n se trasladase a la liturgia del combate contra el fraude tributario y el cumplimiento fiscal de que 'paguen los ricos'.
Puede ser, pero, como sociedad, podr¨ªamos pactar una transacci¨®n: por ejemplo, de que los ingresos fiscales para la mejora de la econom¨ªa; el cierre de la brecha fiscal y del fraude, as¨ª como el mejor logro de la progresividad fiscal, lo destinemos a financiar, secuencialmente, una incipiente renta b¨¢sica, con pretensi¨®n universal, pero empezando por complementar a los m¨¢s necesitados.
Guillem Lopez Casasnovas es catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad Pompeu Fabra.
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