El turismo espa?ol corteja al viajero ¨¢rabe

Los ¨¢rabes llegaron a Marbella en los a?os ochenta como grandes inversores. En esa ¨¦poca el rey Fahd de Arabia Saud¨ª construy¨® un palacio y la mezquita, y el turismo de alto poder adquisitivo desembarc¨® en lo que entonces era un peque?o pueblo costero. Cuarenta a?os despu¨¦s, esa ciudad contin¨²a siendo uno de los destinos elegidos por el turista ¨¢rabe de alto poder adquisitivo, que gasta m¨¢s que ning¨²n otro y cuya estancia supera a la media, seg¨²n constata Jamal Satli Iglesias, presidente de la cadena BlueBay Hotels.

El mercado ¨¢rabe, especialmente apetecible y pr¨®spero, es un nicho que Turespa?a quiere seguir desarrollando, ahora que se constata que, tras a?os de r¨¦cords, los viajeros de los destinos tradicionales, como Reino Unido o Alemania, est¨¢n pisando el freno al elegir Espa?a (las cifras de 2018 ya hablan de un estancamiento). El margen de crecimiento en t¨¦rminos absolutos es limitado por la competencia, factores de coyuntura, y la progresiva recuperaci¨®n de Egipto, T¨²nez y Turqu¨ªa. As¨ª que la calidad, piensan en el sector, debe imponerse a la cantidad. No es excepcional que un visitante de Emiratos ?rabes Unidos se gaste 10.000 euros de una tacada en una joyer¨ªa de Marbella o Barcelona; tampoco lo son las pernoctaciones hoteleras de mil euros, el alquiler de deportivos y yates, o la reserva de diez habitaciones de hotel para familia y s¨¦quito.

El nuevo director del organismo estatal encargado de la promoci¨®n de Espa?a como destino tur¨ªstico, el canario H¨¦ctor G¨®mez, comparte los criterios cualitativos y la necesidad de una segmentaci¨®n de los clientes. La meta no es aumentar el n¨²mero de turistas, sino el gasto, y hacer que sea sostenible medioambientalmente.

El mercado internacional se ha transformado en un mercado de demanda que exige un cambio de cultura y un replanteamiento de los planes de marketing, seg¨²n fuentes oficiales. La ofensiva espa?ola en el mundo ¨¢rabe arranc¨® hace dos a?os con la apertura de una nueva consejer¨ªa de turismo en Emiratos ?rabes Unidos para no perder comba frente a los principales competidores. El potencial de crecimiento es importante no solo desde Emiratos, sino tambi¨¦n desde el resto de mercados emisores de la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga (Arabia Saud¨ª, Kuwait, Qatar, Bahr¨¦in y Om¨¢n), as¨ª como Ir¨¢n.

"Nuestro pa¨ªs ya cuenta con atractivos suficientes, pero si queremos atraer a este turismo con m¨¢s fuerza, el sector lo conseguir¨¢ proporcion¨¢ndole experiencias interesantes en destino, totalmente personalizadas, que tengan en cuenta sus necesidades", subraya Satli Iglesias.

El clima, la gastronom¨ªa, la seguridad y la estabilidad pol¨ªtica y econ¨®mica son las palancas de captaci¨®n, tan fundamentales como el servicio o la calidad de las instalaciones. Los clientes musulmanes agradecen los hoteles con salas de rezo y la se?alizaci¨®n de la direcci¨®n de La Meca; les fascina el legado andalus¨ª de C¨®rdoba, Granada y Sevilla, y gasta generosamente en tiendas y restaurantes de Madrid y Barcelona. Les apasiona el f¨²tbol. Mayoritariamente, son merengues o cul¨¦s y, si pueden, visitan el Bernab¨¦u y el Camp Nou. La publicidad de empresas de pa¨ªses musulmanes en las camisetas es reveladora.

La elaboraci¨®n de estad¨ªsticas es dif¨ªcil, porque la disparidad de desembolsos dentro del colectivo complica su tabulaci¨®n. Pero no a todos mueve el gasto suntuario. Familias acomodadas de Emiratos esquivan las boutiques de Dolce & Gabanna, Louis Vuitton y las tumbonas playeras, para optar por el spa, el tratamiento de belleza y el descubrimiento de parques y ciudades monumentales como Toledo, Segovia, Santiago de Compostela, Picos de Europa o Baqueira Beret. El entorno amigable y respetuoso es primordial. "No es f¨¢cil encontrar un rival a la altura, con toda la experiencia en el sector y el bagaje cultural que sea capaz de recibir la llegada de turistas de diferentes culturas y religiones", agrega el empresario espa?ol. "Yo mismo soy una mezcla de culturas: resido en Dub¨¢i, mi madre es asturiana y mi padre era sirio, por lo que vivo muy de cerca la familiaridad entre ambas culturas".

Calidad a buen precio

En la relaci¨®n calidad-precio, Espa?a est¨¢ bien situada frente a la competencia. El turismo ¨¢rabe crece en torno al 157% desde 2011, a?o castigado por la crisis econ¨®mica y las turbulencias de la Primavera ?rabe. El potencial es enorme, pero todav¨ªa desaprovechado. Mientras Reino Unido, Australia y Jap¨®n cortejan a los turistas musulmanes y editan gu¨ªas especiales, en Espa?a el denominado turismo halal, entendido como un estilo de vida y de alimentaci¨®n marcados por el precepto religioso, no figura entre las prioridades de la mayor¨ªa de empresarios y restauradores.

"Un caso muy concreto de convivencia arm¨®nica entre las diferentes culturas lo podemos apreciar en Marbella, receptora del turismo de diferentes pa¨ªses ¨¢rabes por excelencia desde los a?os setenta, muy lejos de la islamofobia que hoy se percibe en determinados comentarios cargados de cierto fundamentalismo e intereses privados que nada tienen que ver con el turismo", reflexiona Satli Iglesias. El tambi¨¦n consejero de la Liga ?rabe de Turismo apuesta por "el car¨¢cter tolerante e integrador" de la sociedad espa?ola, catalizador de los objetivos pretendidos por Turespa?a.