El motor de Vigo no tiene d¨ªas libres
La planta gallega del Grupo PSA llega al 60 aniversario abriendo un cuarto turno para producir la nueva generaci¨®n de furgonetas
La f¨¢brica de Bala¨ªdos (Vigo) bulle a menos de 15 d¨ªas de que se ponga en marcha el cuarto turno. Empleados con un distintivo verde en la camiseta vigilan de cerca a casi mil aprendices que a partir de octubre reforzar¨¢n la plantilla para seguir produciendo coches los fines de semana. En la cadena de montaje ya est¨¢n los nuevos veh¨ªculos comerciales ligeros de Citr?en, Peugeot y de Opel, la marca alemana adquirida por el grupo franc¨¦s el pasado a?o. Los renovados modelos conviven con los coches que sigue haciendo la f¨¢brica, como el C-Elys¨¦e, los ¨²ltimos modelos de Partner o Berlingo para el mercado portugu¨¦s y las llamadas ¡®colecciones¡¯, las unidades que el centro de Vigo prepara para que se ensamblen en otra parte. Entre el traj¨ªn de los empleados, los robots que transportan piezas y los que cortan o sueldan el metal completan una actividad casi fren¨¦tica en un aparente poco espacio.
No en vano la planta, encorsetada en la urbe de Vigo, tuvo que echarle mucha imaginaci¨®n para convertirse en la m¨¢s productiva del grupo con 435.000 unidades anuales en 2017. Ahora, con la suma de la planta de Opel en Zaragoza, el Polo Ib¨¦rico del consorcio, que incluye las plantas de Madrid y Mangualde (Portugal), ser¨¢ de lejos el mayor de PSA.
La f¨¢brica es un ejemplo de c¨®mo se puede aprovechar mejor el espacio
¡°La adjudicaci¨®n del proyecto K9 [nombre interno del proyecto para todos los nuevos modelos comerciales ligeros] es vital para las plantas de Vigo y Mangualde, que se aseguran un importante volumen de producci¨®n para una d¨¦cada¡±, explica Fr¨¦d¨¦rich Puech, director de la planta y del polo ib¨¦rico. Vigo le gan¨® la partida a la planta eslovaca de Trnava para adjudicarse el K9 y en buena medida se benefici¨® de la larga experiencia de la planta en veh¨ªculos comerciales ligeros desde la producci¨®n de la m¨ªtica furgoneta AZU, derivada del 2CV, en 1958. A?adido a esto, Bala¨ªdos tiene buena reputaci¨®n en t¨¦rminos de productividad dentro del grupo franc¨¦s y una ¡°cordial relaci¨®n entre la empresa y los trabajadores¡±, seg¨²n Ana Bel¨¦n Bali?o, representante de UGT. ¡°Los salarios en la planta no son los m¨¢s altos del sector pero son razonables y no hay desigualdad salarial por sexo. Las mujeres somos el 19% de la plantilla, la mayor¨ªa en la f¨¢brica. Cuesta encontrarlas en ¨¢reas de direcci¨®n¡±, dice Bali?o, que lleva 25 a?os trabajando en la planta.
Esp¨ªritu colaborativo
Una de esas pocas jefas a las que se refiere la sindicalista es Alexandra Thevenin, una ingeniera portuguesa encargada de la cadena de montaje. Habla de la plantilla con mucho entusiasmo y se detiene en una peque?a cabina, no m¨¢s grande que un kiosko de revistas, en la que un trabajador fabrica piezas en una impresora 3D. Thevenin muestra una herramienta modificada que sirve para una tarea muy precisa en la l¨ªnea de montaje. ¡°Son los propios trabajadores los que tienen las ideas. Uno de ellos, estando de baja por una lesi¨®n en una pierna, se compr¨® una impresora sencilla y pas¨® de hacer juguetes para sus hijos a componentes para la f¨¢brica. As¨ª es el esp¨ªritu de esta planta, es tremendamente colaborativo y tiene mucha iniciativa¡±, dice la ingeniera. El car¨¢cter que describe Thevenin queda patente en la zona de ferraje, donde uno de los responsables, ?scar Besteiro, cuenta c¨®mo alargan la vida de los robots haci¨¦ndoles un mantenimiento exhaustivo que dise?an al margen de las directivas del fabricante. ¡°Si el que nos los vende dice que van a durar 10 a?os nosotros los hacemos durar 20¡±, explica. ¡°Al alargar la vida de las m¨¢quinas reducimos el coste de inversi¨®n y esa es otra de las ventajas competitivas de Vigo. Adem¨¢s, la f¨¢brica es como un gran ¡®lego¡¯ que podemos adaptar a las necesidades de un nuevo modelo en el mismo espacio¡±, explica.
Los trabajadores se implican con ingenios que ayudan a mejorar la producci¨®n
La planta viguesa es clave para PSA a la hora de ensayar los m¨¦todos del futuro. Fue una de las pioneras en probar la plataforma bautizada como CMP para veh¨ªculos peque?os y medianos, que tambi¨¦n se utilizar¨¢ para los modelos el¨¦ctricos. Usan big data para ahorrar costes, mejorar la calidad y la personalizaci¨®n de los veh¨ªculos (las furgonetas tienen 18 variantes) y, en paralelo, siguen con el desarrollo de los sistemas para el coche aut¨®nomo. De hecho, la primera prueba en Espa?a se hizo con un Citro?n C4 Picasso entre Vigo y Madrid en 2015.
Bala¨ªdos es competitiva y gracias a eso ha obtenido el proyecto K9 y tambi¨¦n producir¨¢ veh¨ªculos el¨¦ctricos, h¨ªbridos y hasta un todoterreno a medio plazo, pero la rivalidad dentro del mismo grupo como desde las marcas ajenas no le permitir¨¢n a la planta viguesa bajar los brazos. La f¨¢brica de Trnava fue un duro contrincante a la hora de adjudicarse el K9 y la de Kenitra, en Marruecos, es una de esas con un amplio mercado y bajos costes que no hay que perder de vista pese a que ahora est¨¢ lejos de ser un competidor para Bala¨ªdos.
Mientras tanto, la f¨¢brica gallega puede exhibir buenos n¨²meros tras 60 a?os de vida. Hoy emplea a m¨¢s de 6.000 personas y casi ha recuperado el ritmo de producci¨®n que lleg¨® a alcanzar en 2007: 2.300 veh¨ªculos diarios. A?adido a esto, cuenta con casi 120 empresas proveedoras que emplean a m¨¢s de 15.000 trabajadores y con el centro tecnol¨®gico de automoci¨®n de Galicia, con 700 empleados. El sector del autom¨®vil gallego aporta 8.700 millones de euros anuales, el 14% del PIB de la autonom¨ªa y, con ventas exteriores de unos 5.800 millones, es el responsable del 32% de las exportaciones de la regi¨®n.
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