Un empuj¨®n para proyectos audaces

¡°La gente no se plantea lo que es la angustia al no saber si tu beb¨¦ est¨¢ llorando porque no puedes o¨ªrlo¡±. El director general de la start-up Visualfy, Manel Alcaide, utiliza este ejemplo para explicar la invisibilizaci¨®n de las personas con discapacidad auditiva y su falta de acceso a la tecnolog¨ªa. Lo hace en la antigua postbanhof, la estaci¨®n ferroviaria para correos de Berl¨ªn, reconvertida en recinto ferial, donde participa en un encuentro entre emprendedores e inversores organizado por el Consejo de Innovaci¨®n de la Comisi¨®n Europea.

Para desarrollar su sistema de reconocimiento de sonidos para personas sordas, la firma que contribuy¨® a fundar hace unos a?os en Benisan¨® (Valencia) ha recibido 1,34 millones de euros de Instrumento Pyme, un fondo que el Consejo destina a la subvenci¨®n de las peque?as y medianas empresas m¨¢s punteras del continente. Condiciones imprescindibles para solicitar la ayuda, que puede alcanzar hasta 2,5 millones de euros a fondo perdido, son tener un impacto global, ser innovadores y contar con un equipo eficaz.

A trav¨¦s de detectores que se colocan cerca de las fuentes de sonido y un algoritmo de inteligencia artificial capaz de mejorar con el uso, Visualfy traduce los ruidos ¡ªpor ejemplo, un horno que pita, un grifo que gotea o una nevera abierta¡ª en alertas de distintos colores que parpadean en el m¨®vil, la televisi¨®n, el smartwatch o la bombilla inteligente. Primera en comercializar este tipo de sistema, Visualfy no hubiera visto la luz de no ser por Instrumento Pyme. ¡°Solo para materializar el dispositivo necesit¨¢bamos medio mill¨®n de euros, lo que para una start-up no es f¨¢cil encontrar en los canales de financiaci¨®n tradicionales¡±, relata Alcaide. Ahora Visualfy se vende por 499 euros, m¨¢s una cuota anual de 24 euros.

Uno de los pr¨®ximos pasos ser¨¢ integrar aspectos de dom¨®tica. Tras el espa?ol, la empresa quiere explorar el mercado estadounidense, m¨¢s maduro en el ¨¢mbito de los asistentes dom¨¦sticos virtuales, y el dan¨¦s, que registra los ¨ªndices m¨¢s altos de aceptaci¨®n de la sordera en Europa.

¡°Merece la pena intentarlo¡±, constata Antonio Quesada al hablar de su experiencia con Instrumento Pyme. La firma de la que es director general, Eyesynth, es una de las 3.500 empresas que estos fondos han apoyado en sus cuatro a?os de vida por un total de 1.500 millones de euros. De ellas, unas 650 son espa?olas. El proceso de selecci¨®n es muy exigente: hasta ahora ha pasado el filtro solo el 4,8% de las demandas presentadas para la segunda fase del programa. Aun as¨ª, ¡°nuestra gen¨¦tica es com¨²n, y lo logramos¡±, bromea Quesada, mientras en un peque?o mostrador ense?a su producto: unas gafas que convierten el espacio en sonido para personas invidentes.

En cuatro a?os este proyecto ha inyectado 1.500 millones de euros a 3.500 empresas

Una CPU de bolsillo con ocho horas de autonom¨ªa transforma una nube de millones de puntos, que dos c¨¢maras montadas en las gafas registran 60 veces al segundo, en un ruido parecido al oleaje del mar. Este sonido, que reconstruye el paisaje tridimensional, es transmitido por las extremidades de las patillas al cr¨¢neo, para que los o¨ªdos est¨¦n libres. De esta forma se puede percibir lo que hay hasta seis metros en todas las direcciones, donde no alcanzan ni el bast¨®n ni el perro gu¨ªa.

Para llegar a la fase de comercializaci¨®n de sus gafas inteligentes, que se venden por 2.500 euros, esta empresa de Castell¨®n recibi¨® un mill¨®n de euros de Instrumento Pyme. ¡°En Espa?a hay 125.000 personas ciegas y 1,2 millones con baja visi¨®n; en Reino Unido son 250.000 y 2 millones, respectivamente¡±, relata Quesada. Estos son los primeros mercados que Eyesynth quiere abordar. ¡°No es un objetivo de nicho, como podr¨ªa parecer, ya que no hay una respuesta tecnol¨®gica real en este sector¡±, a?ade.

Im¨¢n para inversores

En el proceso de expansi¨®n de unas peque?as empresas que dif¨ªcilmente encontrar¨ªan financiaci¨®n de los bancos ¡ªel 20% de ellas ni siquiera factura cuando obtiene los fondos europeos¡ª, Instrumento Pyme representa tambi¨¦n un catalizador para los inversores, por garantizar de forma independiente su alt¨ªsima calidad y viabilidad. Un ejemplo de ello es Social Diabetes, una firma barcelonesa que, tras haber ingresado 1,6 millones de euros de Instrumento Pyme, logr¨® incorporar en su proyecto a ALLVP, un grupo de capital riesgo mexicano.

Su idea es ¡°gestionar una enfermedad cr¨®nica como la diabetes anticip¨¢ndose a los problemas¡±, se?ala la directora general de Social Diabetes, Mar¨ªa Jes¨²s Salido. A trav¨¦s de una aplicaci¨®n y seg¨²n varios par¨¢metros que debe insertar en ella, el paciente puede calcular la dosis de insulina necesaria para mantener bajo control los niveles de glucosa en la sangre durante las comidas, entre otras funciones. Todos los datos de seguimiento son almacenados en la nube y compartidos en una plataforma a la que tiene acceso tambi¨¦n el m¨¦dico, para que pueda reaccionar a tiempo.

Desarrollada por pacientes, Social Diabetes reivindica su neutralidad con respecto a la industria sanitaria y su universalidad en cuanto al tipo de hardware al que se puede conectar. Tras haber conseguido ya 350.000 descargas de la aplicaci¨®n, esta start-up quiere entrar con su plataforma en los servicios nacionales de salud a trav¨¦s de una licencia para la Administraci¨®n con preciosa adaptados a distintas tipolog¨ªas de cliente. Ya tienen un acuerdo con el sistema sanitario de Reino Unido y trabajan tambi¨¦n en otro mercado, el mexicano, muy prometedor y estrat¨¦gico para expandirse en la regi¨®n.