?De d¨®nde llega el wifi que llega del cielo? As¨ª se conectan aviones, barcos y trenes
SES suministra conexiones de banda ancha a medios de transporte con sat¨¦lites a 8.000 kil¨®metros de altura
En otros tiempos, parecer¨ªa temerario adentrarse en alta mar sin un sextante para orientar la navegaci¨®n. Hoy en d¨ªa, lo que preocupa a los pasajeros de los colosales cruceros es zarpar sin una conexi¨®n fiable de alta velocidad que les permita navegar por Internet, utilizar el correo electr¨®nico o subir fotos a las redes sociales. Bajo esta premisa, la Sociedad Europea de Sat¨¦lites (SES) ha puesto en ¨®rbita una constelaci¨®n de sat¨¦lites situados a 8.000 kil¨®metros de altura sobre la ¨®rbita del Ecuador que permite ofrecer servicios de banda ancha a barcos y tambi¨¦n a aviones y trenes de alta velocidad que circulan por zonas des¨¦rticas.
Con la conectividad que proporcionan estos sat¨¦lites se da respuesta a la creciente demanda en los medios de transporte. Las grandes navieras de cruceros tur¨ªsticos est¨¢n implantando el wifi a bordo como una prestaci¨®n m¨¢s y otro tanto est¨¢n haciendo las compa?¨ªas a¨¦reas. Aunque la inmensa mayor¨ªa de los pasajeros se ven obligados a activar en sus dispositivos el modo avi¨®n, cada vez m¨¢s aerol¨ªneas ofrecen wifi (algunas incluso gratis).
Tan complejo como ofrecer cobertura m¨®vil en vuelo es hacerlo en el mar. A cientos de kil¨®metros de la costa, la se?al de las antenas terrestres desaparece y la conexi¨®n se apaga. Cruceros de lujo, buques de transporte de mercanc¨ªas o plataformas petrol¨ªferas han encontrado en el sat¨¦lite un instrumento eficiente para acceder a conexiones de voz y datos.
27 millones de turistas
La Sociedad Europea de Sat¨¦lites, una potencia en la distribuci¨®n de televisi¨®n (7.709 canales en todo el mundo a finales de 2017, incluidos los de RTVE y Movistar+), ha ampliado su actividad hacia el negocio de los datos a trav¨¦s de la divisi¨®n SES Networks. El sat¨¦lite se presenta como una forma de facilitar el acceso a Internet a los 27 millones de turistas que, seg¨²n las previsiones, se embarcar¨¢n en cruceros este a?o.
En la sociedad hiperconectada, la fibra llega del cielo. La constelaci¨®n de sat¨¦lites O3b de SES orbita a una altura cuatro veces inferior a la de los geoestacionarios (36.000 kil¨®metros), por lo que el tiempo de latencia es menor al estar m¨¢s cerca de la Tierra. Cada uno de los 16 artefactos de la flota tiene una vida ¨²til de 10 a?os. En el primer semestre de 2019 se prev¨¦ lanzar otras cuatro unidades y para 2021 est¨¢ programada la puesta en ¨®rbita de siete m¨¢s, que brindar¨¢n cobertura a casi 400 millones de kil¨®metros cuadrados.
La tecnolog¨ªa ha evolucionado con tal rapidez que en apenas un lustro se ha multiplicado por 200 la capacidad de la banda ancha. ¡°Ahora se puede hacer un uso normal de los datos en un crucero. En cinco a?os SES ha pasado de ofrecer dos megas para un buque con 5.000 personas a medio giga¡±, avanz¨® el presidente y consejero delegado de la sociedad, Steve Collar, durante la feria tecnol¨®gica IBC celebrada en ?msterdam a mediados de septiembre. ¡°Este es un negocio sobre todo para dar servicio de banda ancha a los barcos y cruceros¡±, a?adi¨®. Tambi¨¦n se pueden beneficiar los trenes de alta velocidad que circulan por zonas en las que extender redes terrestres resulta poco operativo, como en los desiertos. En este caso, se est¨¢n desarrollando antenas planas que se ubican en el techo de los vagones y tienen el mismo rendimiento que una parab¨®lica, seg¨²n SES.
Otra ventaja es que para efectuar las conexiones no se necesita que las se?ales pasen telepuertos, sino que el sat¨¦lite se conecta directamente con el medio de transporte correspondiente. ¡°La red global de O3b est¨¢ situada sobre el Ecuador. Las antenas parab¨®licas se mueven siguiendo a los sat¨¦lites. Cuando se sale del ¨¢rea de cobertura de uno, hay otra antena de recepci¨®n que recoge la se?al¡±, explic¨® el directivo de SES. El objetivo de la compa?¨ªa, con base en Luxemburgo y cuyo accionista mayoritario es ese pa¨ªs, es que las antenas de recepci¨®n sean cada vez m¨¢s peque?as y brinden conectividad superr¨¢pida y permanente para transmitir pel¨ªculas y eventos en directo, bajar v¨ªdeos de Internet o realizar llamadas de voz. ¡°Tender un cable submarino para conectar islas puede ser un trabajo de a?os, mientras que el despliegue de la red de O3b es muy r¨¢pido¡±, dice Miguel Pingarr¨®n, director de desarrollo de negocio de SES en Espa?a. Este sistema, adem¨¢s, reduce el retardo, algo que puede ser muy ¨²til para ejecutar operaciones financieras o para los aficionados a los videojuegos.
Este tipo de sat¨¦lites son m¨¢s peque?os y r¨¢pidos que los geoestacionarios (pesan unos 200 kilos frente a las cinco toneladas de estos ¨²ltimos), proporcionan cobertura a unos 700 kil¨®metros a la redonda, mejoran la velocidad de la conexi¨®n y reducen el tiempo de latencia de ida y vuelta (en torno a 150 milisegundos). ¡°Antes, la alta latencia y los elevados precios dejaban a los clientes frustrados¡±, apunta SES. La empresa aspira a crecer a trav¨¦s de la divisi¨®n de Networks. ¡°Los ingresos procedentes del ¨¢rea de v¨ªdeo y televisi¨®n ser¨¢n estables, pero se incrementar¨¢ la facturaci¨®n por los servicios de datos¡±, augura Ferdinand Kayser, consejero delegado de SES Video. Actualmente, la relaci¨®n es de dos tercios de los ingresos a cuenta de la televisi¨®n y un tercio en datos. Durante el pasado ejercicio, la compa?¨ªa ingres¨® 2.035 millones de euros, con un margen de explotaci¨®n del 65,1% y un beneficio operativo de 610,6 millones. La facturaci¨®n de la divisi¨®n de V¨ªdeo ascendi¨® a 1.383 millones frente a los 646 del ¨¢rea de datos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.