Nordhaus y la econom¨ªa del cambio clim¨¢tico

El Premio Nobel de Econom¨ªa de este a?o ha sido para los norteamericanos William D. Nordhaus, de la Universidad de Yale, y Paul M. Romer, de la NYU Stern School of Business. El primero, en palabras del comit¨¦ por integrar el cambio clim¨¢tico en el an¨¢lisis macroecon¨®mico a largo plazo. En mi opini¨®n, con esta decisi¨®n no solo se est¨¢n reconociendo los m¨¦ritos de un gran economista, sino que tambi¨¦n se est¨¢ se?alando a la comunidad cient¨ªfica y al p¨²blico en general la importancia del problema del cambio clim¨¢tico, uno de los grandes desaf¨ªos de la humanidad del siglo XXI.

Hace unos meses, Nordhaus recibi¨® el Premio Fundaci¨®n BBVA Fronteras del Conocimiento en la categor¨ªa de Cambio Clim¨¢tico por abrir este campo en la investigaci¨®n econ¨®mica. Lo hizo con su trabajo seminal To Slow or Not to Slow: The Economics of the Greenhouse Effect (1991), en el que se plantea la necesidad de aplicar el an¨¢lisis coste-beneficio para definir las pol¨ªticas ¨®ptimas de control de las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero son su libro de 1994, Managing the Global Commons, y su art¨ªculo de 1996 escrito en colaboraci¨®n con Zili Yang, los que mayor influencia han ejercido en la literatura posterior. En su libro present¨® su famoso Modelo Integrado Din¨¢mico del Clima y la Econom¨ªa (DICE, en sus siglas en ingl¨¦s), y en su art¨ªculo una revisi¨®n de este modelo, el RICE, Modelo Integrado Regional del Clima y la Econom¨ªa.

Con estas dos contribuciones este economista sent¨® las bases de lo que hoy se conoce como modelos de valoraci¨®n integrados. Se trata de una aplicaci¨®n del modelo de crecimiento de Solow, Nobel en 1987, para la econom¨ªa mundial dividida en diez regiones al que se le incorpora un m¨®dulo clim¨¢tico que recoge las interacciones entre el clima y la econom¨ªa. Los autores realizan proyecciones a cien a?os para tres escenarios. Un escenario de ¡°no regulaci¨®n¡± en el que los distintos Gobiernos no implementan ninguna pol¨ªtica de control de emisiones. Un segundo escenario en el que todos los Gobiernos act¨²an de forma cooperativa, y un tercer escenario en el que los Gobiernos controlan las emisiones de forma no cooperativa, es decir, actuando de forma unilateral. Una primera cosa que sorprende de los resultados obtenidos por Nordhaus y Yang es que las p¨¦rdidas debidas al cambio clim¨¢tico (coste de la inacci¨®n) est¨¢n en el rango del 1% al 2% de la renta mundial, lo que en ning¨²n caso se puede calificar como un resultado catastr¨®fico. No obstante, se?alan que la falta de cooperaci¨®n puede tener un coste de aproximadamente 300 billones de d¨®lares. Finalmente, tambi¨¦n cabr¨ªa destacar que los autores calculan que el impuesto sobre las emisiones de CO2 que habr¨ªa que aplicar para implementar el escenario cooperativo tendr¨ªa que ser creciente hasta alcanzar los 27 d¨®lares al final del siglo XXI.

A fecha de hoy, la econom¨ªa del cambio clim¨¢tico es un campo de especializaci¨®n plenamente consolidado en el que se han dado debates muy intensos, como el protagonizado por el propio Nordhaus a partir de la publicaci¨®n en 2006 del Informe Stern sobre la Econom¨ªa del Cambio Clim¨¢tico.

Para finalizar, me gustar¨ªa citar la conferencia que como presidente de la Asociaci¨®n Americana de Econom¨ªa (AAE) dict¨® en 2015 sobre los acuerdos clim¨¢ticos internacionales tipo Protocolo de Kioto. En esta conferencia, present¨® una atrevida propuesta que consiste en formar un club de pa¨ªses que, adem¨¢s de fijar un precio objetivo internacional para las emisiones de CO2, se comprometan a penalizar a los no firmantes utilizando un arancel uniforme sobre las importaciones. Trabajando con una versi¨®n revisada de su modelo, calcu?la que con un arancel relativamente bajo se conseguir¨ªa una alta participaci¨®n, siempre que el precio objetivo para las emisiones no bajase de los 50 d¨®lares por tonelada.

Santiago J. Rubio es catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico en la Universidad de Valencia.