¡®Celdas de respeto¡¯ para los 13 presos de las ¡®black¡¯

Sentados durante semanas unos juntos a otros en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional, hoy los trece condenados por el esc¨¢ndalo de las tarjetas black que ya han ingresado en prisi¨®n est¨¢n distribuidos en dos grupos distantes uno de otro m¨¢s de 70 kil¨®metros. Siete de ellos eligieron para cumplir sus penas el Centro Penitenciario de Madrid IV, en la localidad de Navalcarnero, al suroeste de la capital. Los otros seis ¡ªentre ellos el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato¡ª, la de Soto del Real, al norte de la Comunidad de Madrid. En lo que Instituciones Penitenciarias ha hecho coincidir a todos es en el tipo de m¨®dulo dentro de ambas c¨¢rceles en los que est¨¢n recluidos: los llamados m¨®dulos de respeto, destinados a presos poco conflictivos.

El primero en entrar en la c¨¢rcel fue el antiguo dirigente de CCOO Antonio del Rey de Vi?as. Lo hizo el 15 de octubre tras presentarse en el Centro de Inserci¨®n Social (CIS) Victoria Kent, un establecimiento penitenciario destinado solo a reclusos en tercer grado o r¨¦gimen de semilibertad situado en la ciudad de Madrid. Condena a 2 a?os y seis meses de prisi¨®n, el antiguo sindicalista de CCOO pretend¨ªa con ello acceder de modo inmediato a este r¨¦gimen penitenciario, el m¨¢s liviano, pero la direcci¨®n del centro lo rechaz¨® y lo envi¨® a la prisi¨®n de Navalcarnero, donde permanece a¨²n pendiente de ser clasificado. La entrada de Del Rey en la c¨¢rcel de Navalcarnero atrajo a esta prisi¨®n a otros seis condenados: los sindicalistas Rodolfo Benito (CCOO) y Miguel ?ngel Abej¨®n (UGT); los exconsejeros de Caja Madrid por el PSOE Jos¨¦ Mar¨ªa de la Riva, Jorge G¨®mez Moreno y Francisco P¨¦rez Fern¨¢ndez, y el del PP Javier de Miguel S¨¢nchez. ¡°Se trata de darnos apoyos unos a otros¡±, admiti¨® a EL PA?S d¨ªas antes de ingresar uno de ellos que pidi¨® que no se revelara su nombre. Fuentes penitenciarias aseguran que se les suele ver a todos juntos en el patio de la prisi¨®n.

Algo similar ocurri¨® con la c¨¢rcel de Soto del Real. El primero en acudir fue Estanislao Rodr¨ªguez-Ponga, ex secretario de Estado de Hacienda con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Lo hizo el 18 de octubre. Le siguieron en los siguientes d¨ªas Rato, Gonzalo Mart¨ªn Pascual (UGT), ?ngel Eugenio G¨®mez del Pulgar (PSOE), Francisco Baquero (CCOO) y Jos¨¦ Antonio Moral Sant¨ªn (IU). Estos dos ¨²ltimos, el 29 de octubre, apurando el plazo dado la Audiencia Nacional. En las pr¨®ximas semanas, las Juntas de Tratamiento de ambas c¨¢rceles ¡ªformadas por el director, el subdirector de tratamiento, el jefe m¨¦dico, un trabajador social, un educador y un jefe de servicios de ellas¡ª decidir¨¢n en qu¨¦ r¨¦gimen penitenciario cumple cada uno su condena, aunque fuentes de Instituciones Penitenciarios apuntan que la previsi¨®n es que todos lo hagan en un primer momento en el segundo grado u ordinario, que les impedir¨ªa disfrutar de permisos de salido hasta cumplir una cuarta parte de sus condenas. No obstante, cada seis meses esta clasificaci¨®n ser¨¢ revisada.

Mientras esto se produce, Prisiones ha optado por recluirlos en los m¨®dulos de respeto de ambos centros penitenciarios. Creados durante el gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, el fin de este tipo de m¨®dulos es hacer de la c¨¢rcel un lugar algo m¨¢s amable para facilitar la reinserci¨®n, pero ¡°sin privilegios¡±, seg¨²n recalcan todas las fuentes penitenciarias consultadas. Destinados a acoger a aquellos a los que ingresan por primera vez en una prisi¨®n y tiene penas bajas ¡ªcomo ocurre con los trece de las black¡ª, y a reclusos poco conflictivos, de edad avanzada o que por su buen comportamiento han conseguido un destino laboral dentro de la prisi¨®n, se caracterizan por la ausencia de altercados. All¨ª, los internos deben cumplir unas normas de convivencia, repartirse tareas y autogestionar los conflictos que surjan. ¡°A veces, se es un poco m¨¢s laxo en el cumplimiento de los horarios y se organizan m¨¢s actividades, como salidas al exterior o talleres de lectura, pero el d¨ªa a d¨ªa es id¨¦ntico al resto de la c¨¢rcel¡±, destaca un funcionario.

No obstante, fuentes penitenciarias afirman que existen diferencias entre los m¨®dulos de respeto de unas c¨¢rceles y otras, y que los de las prisiones de Navalcarnero y Soto del Real ¨Cconstruidas en 1992 y 1995 respectivamente- ¡°no son los mejores¡± ya que albergan cada uno a m¨¢s de un centenar de internos. ¡°En estas c¨¢rceles, se han convertido en un ¡®caj¨®n de sastre¡¯ donde se destinan a los presos a los que no se sabe d¨®nde ubicarlos, como ha ocurrido con los de la [tarjetas] black¡±, se?ala un funcionario, que a?ade que ¡°estos espacios ayudan realmente a la reinserci¨®n cuando son m¨¢s peque?os, como ocurre en c¨¢rceles m¨¢s modernas como la de Estremera¡±, tambi¨¦n en Madrid. En este sentido, otras fuentes penitenciarias consideran que los trece presos "se equivocaron a elegir la prisi¨®n. Hay c¨¢rceles que, por sus instalaciones o el tipo de presos que tienen, son mucho mejores, como la de Aranjuez". En esta se encuentra el expresidente de Baleares, Jaume Matas, condenado por el caso N¨®os.