Impuestos para una oportunidad hist¨®rica
Elevar la presi¨®n fiscal, como propone el Gobierno, es incompatible con el objetivo de convergencia en renta, productividad y empleo con los pa¨ªses m¨¢s avanzados de Europa
Ante la revoluci¨®n tecnol¨®gica que estamos viviendo y que est¨¢ transformando todos y cada uno de los aspectos de la sociedad, la econom¨ªa espa?ola tiene la gran oportunidad de, esta vez s¨ª, converger de forma definitiva con los niveles de renta y empleo de los pa¨ªses m¨¢s avanzados de Europa. La renta espa?ola per c¨¢pita es un 92% de la media de la Uni¨®n Europea y la tasa de desempleo, a pesar de la recuperaci¨®n econ¨®mica, se sit¨²a siete puntos por encima. S¨®lo con que la tasa de paro espa?ola estuviera en la media Europea, nuestra renta per c¨¢pita tambi¨¦n se situar¨ªa en el promedio europeo, pero aun as¨ª todav¨ªa tendr¨ªamos que realizar un esfuerzo adicional para alcanzar la prosperidad de pa¨ªses como Alemania, Pa¨ªses Bajos o Suecia.
Si aspiramos a cerrar nuestro diferencial de productividad y renta con los pa¨ªses m¨¢s avanzados de Europa y reducir nuestro desempleo, debemos utilizar todos los instrumentos a nuestro alcance. Y, por ello, el sistema tributario debe ser, sobre todo, un factor de competitividad de la econom¨ªa espa?ola. ?Alguien piensa que podemos retener a nuestros mejores profesionales subiendo el marginal del IRPF o atraer inversi¨®n internacional elevando el impuesto de sociedades? ?O aumentar nuestra competitividad elevando los impuestos sobre los hidrocarburos?
Elevar la presi¨®n fiscal, como propone el Gobierno, es incompatible con el objetivo de convergencia en renta, productividad y empleo con los pa¨ªses m¨¢s avanzados de Europa. En un pa¨ªs como Espa?a, con tasas de desempleo tan elevadas, es necesario hacer lo posible para reducir la cu?a fiscal sobre el salario, es decir la diferencia entre el salario bruto y el salario neto. Para ello, se debe incidir en reducir tanto el IRPF como las cotizaciones sociales.
El IRPF es un impuesto que grava especialmente al capital humano, es decir, aquellos que reciben un salario m¨¢s alto porque se han formado m¨¢s, bien a trav¨¦s de los estudios, bien a trav¨¦s del puesto de trabajo. Las cotizaciones sociales perjudican especialmente a los trabajadores menos cualificados, es decir, aquellos que tienen m¨¢s dificultades en encontrar un empleo. El IRPF grava al talento y al esfuerzo. Las cotizaciones sociales, la creaci¨®n de empleo. Lejos de proponer como hace el Partido Socialista un incremento del tipo marginal del IRPF, nuestra propuesta es disminuirlo y ac¨¦rcalo a la media de la UE que es del 39%. Simult¨¢neamente debemos alargar los tramos de manera que los tipos altos empiecen a partir de salarios m¨¢s elevados. De igual forma debemos actuar sobre las cotizaciones sociales, especialmente en el caso de trabajadores m¨¢s j¨®venes o parados de larga duraci¨®n que tienen m¨¢s dificultades de empleabilidad.
Por otro lado, el sistema impositivo debe ayudar a atraer inversi¨®n y a la formaci¨®n del ahorro, ya que ambas est¨¢n en la base del crecimiento y la competitividad. Espa?a es el sexto pa¨ªs de la UE con imposici¨®n m¨¢s alta sobre el stock de capital. El impuesto de patrimonio es una rareza que solo existe en nuestra legislaci¨®n y su supresi¨®n es precisa para homologar el tratamiento de la renta del ahorro con el de los pa¨ªses de nuestro entorno. De igual forma el impuesto de sucesiones y donaciones debe desaparecer para la inmensa mayor¨ªa de los espa?oles y especialmente en lo que se refiere en la transmisi¨®n de padres a hijos. Espa?a est¨¢ entre el tercio m¨¢s alto de los pa¨ªses europeos en los que los impuestos sobre el capital representan un porcentaje mayor de los ingresos tributarios.
En resumen, la reducci¨®n y simplificaci¨®n de la imposici¨®n sobre el ahorro, sobre la inversi¨®n y sobre el empleo debe ser la prioridad de cualquier gobierno que pretenda converger con los pa¨ªses m¨¢s avanzados de Europa, ya que es una herramienta fundamental para traer inversi¨®n y talento y compensar la desventaja de estar situados en la periferia europea. Ello est¨¢ en la base del crecimiento y el empleo y, en definitiva, del bienestar de los ciudadanos.
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