La banca decente
No es seguro que las entidades repercutan el impuesto de las hipotecas
?Repercutir¨¢ la banca el impuesto de las hipotecas (AJD) a sus clientes? Los incr¨¦dulos del sistema, los ac¨¦rrimos del inmovilismo, los desconfiados de la competencia como exigencia creciente de un capitalismo m¨¢s moderno y todos los donp¨¦simos aventuran que s¨ª.
No es seguro. Desde luego, hay bancos decentes. No todos repercutir¨¢n. Justificaba la subida el jefe de la patronal bancaria, Jos¨¦ Mar¨ªa Rold¨¢n, en que ¡°no hay ninguna industria que venda a p¨¦rdidas¡±.
Inexacto: muchas empresas venden a p¨¦rdidas o a coste en alg¨²n producto como estrategia para ocupar mercado, fidelizarlo y vender a beneficios en el resto.
La prueba del nueve es que ya dos entidades, Pibank y MyInvestor, han lanzado ofertas hipotecarias competitivas (desde el segundo a?o, eur¨ªbor m¨¢s 0,95%; y m¨¢s 0,89%) sin gasto ninguno ni comisiones. O no pierden (?por qu¨¦ perder¨ªan sus competidores?) o ganan en otros servicios.
Algunos alegan que la banca espa?ola lleva tiempo ajustando precios y aumentando la competencia: es cierto. Y que por ello los precios de las hipotecas no tienen recorrido a la baja: es falso. Pues es m¨¢s cara que la media de la eurozona.
As¨ª, el tipo medio ponderado de las hipotecas que concede es del 1,94%, m¨¢s baratas que Grecia, Irlanda y Holanda. Y m¨¢s caras que en Alemania o Austria... y que en pa¨ªses comparables como Italia (1,79%), Francia (1,51%) y Portugal (1,36%), con datos del BCE a septiembre.
Quien quiera monitorizar la evoluci¨®n de la conducta de nuestros bancos en este asunto (lo har¨¢ de oficio la nueva autoridad de defensa del cliente) podr¨¢ acudir a las estad¨ªsticas de Fr¨¢ncfort.
Otros han perdido la memoria de lo realmente ocurrido antes, que a veces dista mucho de prejuicios banales del g¨¦nero ¡°la banca siempre gana¡±. Pues no es as¨ª. A veces pierde. Lo que hace siempre, como todo sector que afronta un rev¨¦s, es protestar, hacer ruido, tratar de evitarlo.
?Recuerdan la sentencia del Tribunal de Luxemburgo sobre las cl¨¢usulas-suelo de 21/12/2016? El mayor palo, hasta hoy, de este mercado vino precedido de grandes jeremiadas y profec¨ªas de fara¨®nicos aumentos de costes. Y no hubo nada.
Algunos intentar¨¢n repercutir el mochuelo a los clientes. Por la v¨ªa de aumentar comisiones o crearlas ex novo: pero tendr¨¢n que justificarlas. O por la de aumentar los tipos: acabar¨¢ sabi¨¦ndose.
Y aunque el poder negociador de las finanzas est¨¢ escrito, el de los consumidores est¨¢ escribi¨¦ndose, al amparo de las directivas y las sentencias europeas.
Lo que debe excluirse es que se repitan los acuerdos restrictivos de la competencia (pactos secretos contra el cliente) de ¨¦pocas lejanas: en esto tambi¨¦n hemos mejorado. Gracias a Europa, al art¨ªculo 101 del Tratado de Lisboa y a la normativa a la que sus antecesores nos oblig¨®.
Y tenemos instituciones. La CNMC ya advierte que estar¨¢ ojo avizor. Y capacidad legislativa: M¨¦xico acaba de anunciar que suprimir¨¢ muchas comisiones bancarias.
El pesimismo es reaccionario.
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