La avispilla pone en jaque los casta?os de M¨¢laga
Los productores piden liberar otro insecto que acabar¨ªa con la plaga; el Gobierno estudia el impacto de la medida
Subido a su veh¨ªculo todoterreno, Juan Carlos Rubio recorre un camino de tierra que atraviesa un bosque encantado. Es la apariencia que dan los casta?os centenarios al Valle del Genal, una comarca situada a dos horas de M¨¢laga. La finca se ubica en el pago de Benajar¨®n, en el municipio de Jubrique. Alberga unos 150 ¨¢rboles, pero el agricultor se dirige directo a una decena de ellos sin apenas hojas. Las pocas que conservan est¨¢n encogidas sobre s¨ª mismas. "Es el claro ejemplo de casta?os afectados por la avispilla¡±, explica. Esta especie, la Drycosmus kuriphilus, lleg¨® desde China a M¨¢laga en 2014 y, desde entonces, tiene en jaque a los agricultores. ¡°Como sigamos as¨ª, va a ser una cat¨¢strofe¡±, subraya Rubio.
El insecto mide s¨®lo 2,5 mil¨ªmetros, pero hace peligrar las cerca de 4.000 hect¨¢reas de casta?ar del Valle del Genal. La zona acoge a una quincena de peque?os pueblos y para algunos estos ¨¢rboles son su principal econom¨ªa. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) calcula que hay 1.500 familias ligadas a la producci¨®n de casta?as. El sector genera diez de millones de euros a?o y produce como media cuatro millones de kilos anuales. El 60% se exporta a Italia, Reino Unido, Holanda y B¨¦lgica.
Un volumen que este diminuto insecto puede hacer desaparecer. ¡°El casta?ar es vital para estos pueblos, ?qu¨¦ pasar¨ªa sin ¨¦l?¡± se pregunta Miguel ?ngel Herrera, alcalde de Genalguacil, un pueblo de 405 habitantes que hace dos d¨¦cadas ten¨ªa 575. La ca¨ªda de poblaci¨®n afecta a todo el valle, que de 2000 a 2017 pas¨® de 8.138 a 6.935 habitantes, seg¨²n el INE.
El temor a la avispilla asi¨¢tica est¨¢ presente incluso en a?os como este, cuando la producci¨®n de casta?as ha alcanzado un r¨¦cord de cinco millones de kilos. Desde que el insecto se adentr¨® en la serran¨ªa ronde?a, sus estragos van en aumento de manera exponencial. ¡°Necesitamos controlar la plaga ya¡±, dice Francisco Boza, responsable de COAG Andaluc¨ªa. ¡°Hay quien tiene entre un 30 y un 50% menos de casta?as que hace unos a?os¡±, asegura Mateo Rosado, presidente de la Cooperativa ValGenal, ubicada en Pujerra.
400.000 insectos para acabar con la plaga
Hasta ahora, la mejor manera de luchar contra la plaga es con otro insecto, denominado Torymus sinensis y que tambi¨¦n procede de China. Es su depredador natural. La Junta de Andaluc¨ªa viene realizando peque?as sueltas experimentales, que este a?o han rondado los 60.000 ejemplares. Pero para ampliarlas necesita la autorizaci¨®n del Ministerio de Transici¨®n Ecol¨®gica. COAG destaca que los ejemplares liberados son insuficientes y piden 400.000 m¨¢s, ¡°una cifra acorde a la intensidad de la plaga¡±, seg¨²n Boza.
Desde el Ministerio explican que el permiso depende de un estudio que est¨¢ realizando Jos¨¦ Luis Nieves Aldrey en el Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). Su labor comenz¨® en mayo de 2017 y estar¨¢ finalizada en mayo de 2019. Se centra en ver c¨®mo afecta la suelta del depredador de la avispilla en la fauna aut¨®ctona o sus posibles hibridaciones, que convertir¨ªan el remedio en una enfermedad peor.
El investigador ha entregado ya dos trabajos preliminares con ¡°resultados optimistas¡±, seg¨²n adelanta. Tambi¨¦n indica que el insecto requiere al menos siete a?os para atajar una plaga que ya nunca desaparecer¨¢ de la zona. ¡°Habr¨¢ que acostumbrarse a convivir con ¨¦l¡±, se?ala Nieves Aldrey.
Mientras la investigaci¨®n sigue su curso, en el Valle del Genal la paciencia se va acabando. Tanto los productores como los alcaldes de la zona piden una y otra vez que se aceleren los tr¨¢mites del permiso antes de que sea demasiado tarde. Incluso se comprometen a realizar aportaciones econ¨®micas para la compra del Torymus sinensis, cuyo coste es de un euro por ejemplar.
¡°Hay que entender que el casta?ar es de gran importancia para la comarca. Y no solo para quienes tenemos fincas, tambi¨¦n para los trabajadores que echan jornales, las tiendas que venden casta?as o los restaurantes y bares que obtienen buenos ingresos en oto?o¡±, concluye Juan Carlos Rubio. El bosque es el principal atractivo tur¨ªstico de una comarca en vela por un min¨²sculo insecto.
Un r¨¢pido avance
La avispilla fue detectada por primera vez en M¨¢laga en 2014 en diversos ejemplares de casta?o a las afueras de Oj¨¦n, en la comarca de la Sierra de las Nieves. Al a?o siguiente dio el salto al Valle del Genal, hoy infectado en su totalidad en mayor o menor medida. Tambi¨¦n a los alrededores de Yunquera, donde hay unas 300 hect¨¢reas de casta?ar por las que esta avispa hermafrodita campa a sus anchas. Se estima que puede progresar unos 25 kil¨®metros al a?o, lo que explica que haya dado el salto a La Axarqu¨ªa, en el otro extremo de la provincia de M¨¢laga y, de ah¨ª, a la de Granada.
La avispilla es del tama?o de un grano de arroz y pone sus huevos en las yemas del casta?o en primavera, lo que impide el desarrollo del vegetal. Como consecuencia, disminuye la producci¨®n hasta en un 80%, pero tambi¨¦n secuestra los nutrientes del ¨¢rbol, frena su crecimiento y favorece la aparici¨®n de enfermedades. Solo se han encontrado ejemplares hembra, que fecundan sus propios huevos. Ello hace a¨²n m¨¢s dif¨ªcil un control, que debe ser biol¨®gico y no qu¨ªmico para no afectar a la biodiversidad ni a la poblaci¨®n humana.
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