?Hacia un ciberespacio del di¨¢logo social?
Las formas de interacci¨®n entre los sujetos que intervienen en la econom¨ªa de plataformas constituyen todo un desaf¨ªo para las estructuras y din¨¢micas tradicionales de la representaci¨®n colectiva
Las formas de interacci¨®n entre los sujetos que intervienen en la econom¨ªa de plataformas constituyen todo un desaf¨ªo para las estructuras y din¨¢micas tradicionales de la representaci¨®n social. En el momento actual, la caracterizaci¨®n de dichos sujetos resulta ser bastante ¡®l¨ªquida¡¯ a nivel conceptual, de modo que lo que para unos cabr¨ªa encuadrar en la definici¨®n de trabajador por cuenta ajena, para otros carecer¨ªa de las notas que predominantemente impregnan dicha noci¨®n. As¨ª, quienes realizan actividades remuneradas a trav¨¦s de plataformas digitales (ya sean ¡®riders¡¯, conductores, personas que cuidan, limpian o simplemente ¡®anfitriones¡¯) quedar¨ªan categorizadas en la mayor parte de las ocasiones sencillamente como ¡®usuarios de la app¡¯.
Y, en el otro lado, no nos encontrar¨ªamos ante una empresa propiamente dicha, sino ante una mera plataforma digital que se limita a poner en contacto a clientes y prestadores de servicios, favoreciendo al m¨¢ximo la fidelizaci¨®n y la satisfacci¨®n de ambos. Si no hay rastro de trabajadores ni de empresa, ?qu¨¦ lugar queda para los sindicatos y las organizaciones empresariales en el ciberespacio, un tablero de juego cada vez m¨¢s importante de la econom¨ªa mundial? ?Siguen siendo v¨¢lidas las viejas reglas de legitimaci¨®n para negociar y de medici¨®n de la representatividad en el nuevo y sinuoso entorno de las plataformas digitales?
No todo est¨¢ perdido en el reino de la confusi¨®n. De ello dan cuenta los primeros resultados del Proyecto IRSDACE sobre Relaciones Laborales y Di¨¢logo Social en la era de la Econom¨ªa Colaborativa. Interesantes experiencias comparadas fueron presentadas el 28 de noviembre en Bonn, en la sede del Institute of Labor Economics (IZA), que cont¨® con el patrocinio de la Comisi¨®n Europea y con la colaboraci¨®n de la Centre for European Policy Studies (CEPS) y la Fundaci¨®n Aternativas, entre otros importantes think tanks europeos.
El objetivo era averiguar c¨®mo est¨¢n respondiendo a esta realida los actores tradicionales del mercado de trabajo, as¨ª como sus percepciones respecto a los retos de la econom¨ªa de plataformas en siete pa¨ªses europeos (Dinamarca, Alemania, Francia, Espa?a, B¨¦lgica, Hungr¨ªa y Eslovaquia). Se trataba de explorar tanto las formas tradicionales como las m¨¢s innovadoras pr¨¢cticas de di¨¢logo social y relaciones laborales. El proyecto pone el foco en tres sectores: alojamiento, transporte y microwork. El enfoque del proyecto conecta con las m¨¢s recientes preocupaciones vertidas por la OIT en su informe Digital labour platforms and the future of work- Towards decent work in the online world.
Los informes nacionales coinciden en reflejar, en general, una situaci¨®n todav¨ªa bastante cercana al desconcierto debido a la ausencia de reglas claras. Mientras en algunos pa¨ªses el debate est¨¢ centrado en la fiscalidad, en otros se focaliza en la condici¨®n laboral de los trabajadores de las plataformas, sus condiciones laborales y las prestaciones sociales, mientras en otros se dirige a las dificultades de establecer los criterios de representaci¨®n social. En la mayor¨ªa de los pa¨ªses estos trabajadores no est¨¢n representados por los sindicatos, aunque algunos han abierto las puertas a su inclusi¨®n (IG Metall y verd.i en Alemania o la CGT en el caso de la Bikers Union, por citar algunos ejemplos).
Los informes nacionales coinciden en reflejar, en general, una situaci¨®n todav¨ªa bastante cercana al desconcierto debido a la ausencia de reglas claras
Tambi¨¦n son escasas las muestras de asociaciones de empresarios o de su integraci¨®n en federaciones, aunque se mencionan casos como el de Adigital en Espa?a (v¨¦ase al respecto el interesante estudio sobre el caso espa?ol publicado por Alternativas[1]), Uber Software Development en Dinamarca o la integraci¨®n de Uber en la Federaci¨®n de empresarios eslovaca.
Las experiencias de di¨¢logo social son pr¨¢cticamente inexistentes en todos los pa¨ªses. Como pionera de la negociaci¨®n a nivel de empresa, destaca la firma del primer convenio colectivo en Dinamarca entre la representaci¨®n sindical y la plataforma de servicios de limpieza Happy Helper. El convenio fija una frontera de 100 horas/a?o de trabajo desarrollado como free lance para la plataforma, traspasada la cual se adquiere la condici¨®n de empleado de la misma y su correspondiente alta en Seguridad Social. Por parte de los gobiernos se advierte una actitud m¨¢s bien reactiva en la mayor¨ªa de los pa¨ªses, al calor de la mayor o menor intensidad de las protestas organizadas por distintos agentes involucrados o afectados por la competencia en el sector de turno. En general, se echa en falta una estrategia global tendente a una mayor convergencia socioecon¨®mica, una mapa que refleje la diversidad de actores y una regulaci¨®n m¨¢s clara a nivel europeo que armonice las distintas soluciones nacionales.
Mientras tanto, emergen varias ¨¢reas de preocupaci¨®n: al 88 por 100 de las personas que trabajan en estos entornos les gustar¨ªa trabajar m¨¢s, pues no llenan su potencial laboral. Una cuarta parte del tiempo se les va en actividades no remuneradas como ¡®atrapar encargos¡¯, mirar y responder emails; el 85 por 100 paga una comisi¨®n a la plataforma. El cada vez m¨¢s frecuente surgimiento de grupos en las redes sociales con finalidad de ayuda mutua y reivindicativa representa un reto para los sindicatos y para las propias plataformas, abriendo el interrogante de c¨®mo configurar un ¡®ciberespacio¡¯ del di¨¢logo social en el futuro.
*Nuria Moreno es analista de la Fundaci¨®n Alternativas
[1] L.F Medina Sierra, Industrial Relations and Social Dialogue in the Age of Collaborative Economy (IRSDACE). National Report: Spain. Laboratorio de Alternativas, Working Paper 200/2018.
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