¡°Deliveroo da una oportunidad a los descolgados de la digitalizaci¨®n¡±
La jefa de la filial espa?ola del gigante de repartos defiende su modelo y niega que haya un conflicto laboral con sus 'riders'
Diana Morato lleva al frente de la filial espa?ola de Deliveroo desde su nacimiento hace tres a?os. En este tiempo, ha visto c¨®mo la relaci¨®n de la empresa con los repartidores ¡ªa los que ellos llaman riders¡ª ha ido acaparando cada vez m¨¢s atenci¨®n; y tambi¨¦n m¨¢s cr¨ªticas hacia una start-up que depende de ciclistas o motoristas sin contrato laboral y con los que busca un v¨ªnculo lo m¨¢s tenue posible. La Inspecci¨®n de Trabajo y, por ahora, un juez les acusan de fraude de ley al abusar de la figura del aut¨®nomo. Ellos se sienten incomprendidos y atribuyen los ataques al desconocimiento de un modelo nuevo que, dicen, se ajusta mejor que otros a estos tiempos de globalizaci¨®n.
Frente a la idea muy extendida de que la llamada uberizaci¨®n de la econom¨ªa est¨¦ generando un mercado laboral m¨¢s precario, la jefa de Deliveroo niega la mayor. Cree, en cambio, que modelos como el suyo son ¡°una oportunidad para los que se han quedado descolgados de la era de la digitalizaci¨®n¡±. ¡°Les permite lograr unos ingresos complementarios mientras se forman para obtener esas capacidades que las empresas demandan ahora y no hace 20 a?os. Bien encauzado, nuestro modelo es una oportunidad¡±, a?ade.
¡°Ofrecemos un modelo abierto en el que trabajas cuando quieres. Incluso si te has apuntado para un pedido, puedes cambiar de opini¨®n a ¨²ltima hora. Funciona muy bien para quienes estudian y quieren ganar un dinero extra¡±, a?ade.
Desde su oficina en Madrid, recibe a EL PA?S para anunciar con una gran sonrisa que su empresa acaba de llegar a un acuerdo con una asociaci¨®n minoritaria de riders, por la que se les ofrece ¡ªsolo a los inscritos en ella¡ª beneficios como una indemnizaci¨®n si el contrato de trabajo se rescinde sin causa o cursos de formaci¨®n en materias como seguridad vial o emprendimiento. En la asociaci¨®n firmante hay por ahora solo una decena de repartidores de los m¨¢s de 1.000 que colaboran con Deliveroo.
A lo largo de la entrevista, Morato repetir¨¢ con una infinidad de formulaciones ligeramente distintas su idea-fuerza de que la compa?¨ªa ofrece a los riders una f¨®rmula que a¨²na la ¡°flexibilidad¡± que ellos desean con un cierto grado de seguridad laboral.
No comparten esta visi¨®n tan optimista las Inspecciones de Trabajo de Valencia, Madrid y Barcelona, que coinciden en ver una relaci¨®n de dependencia entre los repartidores y Deliveroo. La primera de ellas ¡ªque reclama a la empresa 161.000 euros¡ª asegura que la elecci¨®n de jornada y horario ¡°no implica que el trabajador o trabajadora pase a ser independiente¡±. ¡°Dictar solamente las instrucciones necesarias no quiere decir dejar de estar subordinado a la misma¡±, a?ade. En Barcelona ¡ªque exige 1,3 millones en concepto de altas a la Seguridad Social y recargo en las cuotas¡ª la Inspecci¨®n apunta la nula incidencia de los repartidores en la fijaci¨®n de los precios, ¡°estandarizados y fijados unilateralmente por parte de la empresa¡±.
Morato dice no querer entrar a valorar estas actas, que la empresa ha recurrido. Pero s¨ª recalca su confianza en un modelo que no tiene ninguna intenci¨®n de cambiar. ¡°Estamos convencidos de que nos ajustamos a la legalidad¡±, asegura en defensa de un negocio que, seg¨²n destaca, hace ganar dinero a 2.000 restaurantes, presta servicios a clientes en 19 ciudades espa?olas; da trabajo directo a un centenar de empleados con contrato tradicional y proporciona ingresos a un millar de repartidores aut¨®nomos.
La jefa de Deliveroo en Espa?a niega, adem¨¢s, la existencia de un conflicto con los riders, m¨¢s all¨¢ de alg¨²n descontento, ¡°como hay en muchos sitios¡±. E insiste en que, seg¨²n sus encuestas, un 80% de ellos dicen estar satisfechos. ¡°No quieren ser empleados, porque si lo fueran las condiciones ser¨ªan muy distintas. Aqu¨ª ganan de media 10,5 euros la hora, cuando el salario en el sector es de seis euros¡±, asegura, en una frase que omite que esas otras empresas se hacen cargo de la Seguridad Social del trabajador.
En contra de la imagen de satisfacci¨®n generalizada que pinta Morato, un grupo riders se puso en huelga el pasado verano para reivindicar mejoras laborales. Tambi¨¦n han creado asociaciones en defensa de sus derechos. E incluso aunque todos estuvieran contentos, tal y como recuerda una sentencia del Tribunal Supremo de 1986, la voluntad de las partes en un contrato no es la ¡°que define la verdadera naturaleza del mismo¡±. Dicho de otra forma: es la realidad de la relaci¨®n entre empleado y empleador la que determina si son asalariados o aut¨®nomo, no el deseo. En Deliveroo responden que estas sentencias son muy antiguas. ¡°Tenemos que darnos cuenta de que la sociedad ha evolucionado mucho¡±, a?ade Morato, que resta importancia al hecho de que la start-up hasta ahora solo haya registrado p¨¦rdidas (un mill¨®n de euros en 2015, el a?o de su lanzamiento, y 5,6 millones en 2016). ¡°Entra dentro de la normalidad de los primeros a?os de una empresa¡±, explica.
Morato no cree que los pedidos de Deliveroo vayan a verse afectados por la pol¨¦mica. ¡°La gente es inteligente. Y ve la realidad de que quienes le llevan la comida est¨¢n contentos. Pero se est¨¢ estigmatizando al sector de las plataformas digitales. Y eso s¨ª es negativo para la industria¡±.
A Pedro S¨¢nchez: ¡°Que haga los juicios de valor tras conocernos¡±
"He seguido muy de cerca el debate sobre Deliveroo y todas estas demandas respecto a la precariedad y la falta de protecci¨®n laboral de muchos de estos trabajadores que son j¨®venes. El Gobierno va a aprobar un plan director de lucha contra la explotaci¨®n laboral", dec¨ªa Pedro S¨¢nchez a EL PA?S en la primera entrevista a un medio escrito que conced¨ªa como presidente del Gobierno. Los responsables de la empresa no ocultan su sorpresa ¡ªy decepci¨®n¡ª por un pronunciamiento tan claro del presidente, y lo atribuyen a un deficiente conocimiento de c¨®mo funciona su negocio.
¡°Desde el punto de vista personal, fue una decepci¨®n. Me habr¨ªa encantado tener la oportunidad de explicarle el modelo y que conozca la empresa. Y que los juicios de valor se hagan despu¨¦s¡±, dice Morato. La jefa de Deliveroo en Espa?a se muestra convencida de que las cr¨ªticas se deben tan solo a un problema de desconocimiento. ¡°Con m¨¢s informaci¨®n la gente lo entender¨ªa. Reconozco que es un modelo nuevo. Pido la oportunidad de explicar c¨®mo operamos. Y que luego opinen, pero basado en el conocimiento¡±.
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