Subidas del salario m¨ªnimo: ?qu¨¦ sabemos sobre sus efectos?
Espa?a tiene margen para subir los sueldos y limitar con otras medidas el impacto adverso que pueda ocasionar
Joseph Stiglitz afirmaba, en una entrevista publicada el 11 de noviembre en este peri¨®dico, que subir el salario m¨ªnimo no da?a el empleo, rechazando la predicci¨®n extra¨ªda de un modelo competitivo sencillo del mercado de trabajo de que una subida del mismo reduce la cantidad demandada de trabajo y, por tanto, el empleo. ?Lleva raz¨®n el premio Nobel de Econom¨ªa y otros economistas que defienden las subidas del salario m¨ªnimo? Veamos.
De acuerdo con la revisi¨®n realizada por dos economistas norteamericanos (Neumark y Wascher) hace diez a?os, dos tercios de los trabajos referidos a distintos pa¨ªses encontraron efectos negativos sobre el empleo, pero estos no siempre eran estad¨ªsticamente significativos, por lo que no se pod¨ªa excluir que los impactos fuesen nulos. De hecho, nuevos estudios realizados en los ¨²ltimos a?os vienen a sugerir que los efectos estimados tienden a encontrarse en torno a cero, una vez que se mejoran ciertos aspectos relacionados con el an¨¢lisis y la especificaci¨®n econom¨¦trica realizada. En general, los nuevos trabajos y metaestudios de trabajos que se refieren a pa¨ªses concretos, como EE UU y Reino Unido, o a un grupo m¨¢s amplio de pa¨ªses, llegan a la conclusi¨®n de que el salario m¨ªnimo no influye significativamente sobre el nivel de empleo o que tiene efectos pr¨¢cticamente nulos.
En el caso espa?ol, los estudios han encontrado evidencia de un impacto negativo d¨¦bil del salario m¨ªnimo sobre el empleo adolescente (16 a 19 a?os), siendo inapreciables efectos para el resto de los trabajadores. Incluso el aumento por el que el SMI mensual bruto aument¨® desde 655,20 euros en 2016 hasta 707,60 euros en 2017 apenas habr¨ªa tenido efectos sobre el empleo agregado. De acuerdo con la simulaci¨®n realizada por el Banco de Espa?a, usando datos de la Muestra Continua de Vidas Laborales de 2015, el impacto habr¨ªa sido un descenso del empleo del 0,1%. Es el dato que se utiliza para estimar el supuesto efecto negativo de la subida que se propone hasta 900 euros.
A la vista de la evidencia emp¨ªrica presentada anteriormente, parece que un incremento del salario m¨ªnimo podr¨ªa ser una buena medida dirigida a reducir la desigualdad salarial, sin efectos negativos apreciables sobre el empleo agregado. Esta es la conclusi¨®n a la que llega incluso la OCDE en uno de sus ¨²ltimos informes (Perspectivas del Empleo, 2014).
Una forma de examinar el margen existente para elevar el salario m¨ªnimo en Espa?a consiste en comparar el cociente entre el salario m¨ªnimo y el salario medio con otros pa¨ªses. Con informaci¨®n procedente de la base de datos de la OCDE, Espa?a (44%) se sit¨²a por debajo de la media de los pa¨ªses pertenecientes a esta organizaci¨®n (47%). Otra forma es comparar el salario m¨ªnimo en t¨¦rminos netos (el que reciben los trabajadores) y en t¨¦rminos brutos (el coste laboral de las empresas). La diferencia entre ambos ser¨ªa la cu?a fiscal asociada al salario m¨ªnimo. Como muestra tambi¨¦n la OCDE, la media en los pa¨ªses desarrollados se sit¨²a en el 20%, pero en algunos pa¨ªses (entre ellos, Espa?a) llega al 30% o m¨¢s.
Esto significa que nuestro pa¨ªs tendr¨ªa margen para reducir esta cu?a, aumentando m¨¢s los ingresos netos de los trabajadores con el nivel del salario m¨ªnimo que los costes laborales brutos de las empresas, utilizando los impuestos y las transferencias para reforzar el impacto del salario m¨ªnimo sobre los niveles de vida de los trabajadores afectados y los subsidios a las empresas (reducciones de las cotizaciones sociales) para reducir el impacto sobre los costes laborales y minimizar los potenciales efectos adversos sobre el empleo.
Carlos Garc¨ªa Serrano es catedr¨¢tico de Fundamentos del An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Alcal¨¢.
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