S¨¢enz de Santamar¨ªa: flores y espinas del fichaje por Cuatrecasas
El bufete de abogados refuerza su imagen nacional con la exvicepresidenta, pero puede tener problemas con sus socios y clientes independentistas
Es el fichaje m¨¢s sonado en el sector legal desde hace mucho tiempo. Y aunque inevitablemente reabre el debate sobre las puertas giratorias, limitar su an¨¢lisis a esa circunstancia ser¨ªa dejar fuera algunos elementos clave para entender el porqu¨¦ del movimiento y sus consecuencias. La incorporaci¨®n de la exvicepresidenta del Gobierno Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa al bufete catal¨¢n Cuatrecasas conlleva innegables oportunidades para ambas partes, pero tambi¨¦n algunos riesgos que no ser¨¢n sencillos de lidiar para ninguno de los dos.
A pesar de que no es el primer fichaje de un pol¨ªtico por un despacho de abogados, este presenta unas caracter¨ªsticas particulares que imposibilitan su comparaci¨®n con otros. S¨¢enz de Santamar¨ªa ha sido designada socia y miembro del consejo de administraci¨®n de la firma; es decir, ejercer¨¢ de abogada y estar¨¢ sometida a unos exigentes objetivos de facturaci¨®n. Nada que ver, por tanto, con el caso del exministro de Justicia Rafael Catal¨¢, que en octubre se incorpor¨® al consejo asesor del bufete Herbert Smith Freehills, o el del expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, asesor internacional de Latham & Watkins (antes en DLA Piper). ¡°No puede hacerse un paralelismo con situaciones en las que lo ¨²nico que se pide es ayuda para abrir una determinada puerta o participar en dos o tres reuniones de estrategia al a?o. A Santamar¨ªa se le va a exigir dedicaci¨®n plena y resultados anuales¡±, explica Javier Moreno, socio de la firma de cazatalentos legal IurisTalent.
?Qu¨¦ ha visto Cuatrecasas en Santamar¨ªa? En primer lugar, el excepcional conocimiento t¨¦cnico que acredita el ser abogada del Estado (y n¨²mero dos de su promoci¨®n), una cualidad muy codiciada por los bufetes. Tanto es as¨ª que uno de cada tres miembros del cuerpo jur¨ªdico de ¨¦lite de la Administraci¨®n (247 de 634) se encuentra en situaci¨®n de excedencia voluntaria, seg¨²n los datos del informe anual de la Abogac¨ªa del Estado de 2017.
Pero, evidentemente, su contrataci¨®n no puede explicarse solo por el inter¨¦s en su perfil legal. El propio Rafael Fontana, presidente ejecutivo de la firma, ha alabado las ¡°grandes dotes de gesti¨®n¡± de la exvicepresidenta. Y el hecho de que, adem¨¢s de socia, haya sido incorporada al consejo de administraci¨®n, ¨®rgano de gobierno reservado para socios con una larga y acreditada carrera, prueba que de ella se espera algo m¨¢s.
Ignacio Bao, socio director de la empresa de cazatalentos Signium, apunta a que su paso por el Ejecutivo, y m¨¢s en la posici¨®n cualificada de vicepresidenta, dota a Santamar¨ªa de una ¡°capacidad relacional diferencial¡±. O, lo que es lo mismo, una agenda privilegiada y una influencia superior a la de otros letrados. ¡°No es que otros grandes despachos no puedan llamar a determinados cargos u organizaciones, pero la suya puede ser la llamada cualificada, la que incline la balanza¡±. Adem¨¢s, su bagaje pol¨ªtico le permitir¨¢ contribuir de forma relevante al crecimiento de la organizaci¨®n en Latinoam¨¦rica y le da una visi¨®n autorizada en temas muy complejos (pero muy rentables para un despacho) como son la energ¨ªa, el transporte o las telecomunicaciones. A todo ello, en el sector se apunta a un elemento m¨¢s: que se trate de un movimiento t¨¢ctico que refuerce la imagen de Cuatrecasas como despacho nacional y no exclusivamente catal¨¢n. Una estrategia para la que resulta clave tener una gran llave de entrada en la Administraci¨®n.
?Qu¨¦ gana Santamar¨ªa? En el plano profesional, se integra al segundo bufete espa?ol por facturaci¨®n ¡ªen 2017 ingres¨® 208 millones de euros¡ª que compite por participar en las mayores operaciones del pa¨ªs. Y, en t¨¦rminos econ¨®micos, su remuneraci¨®n, como m¨ªnimo, duplicar¨¢ a la de un abogado del Estado. Seg¨²n fuentes del sector, en ning¨²n caso bajar¨ªa de los 150.000 euros anuales, siendo la horquilla m¨¢s probable la de entre 250.000 y 400.000 euros.
Riesgos
En el otro lado de la balanza, el despacho y la exvicepresidenta tendr¨¢n que hacer frente a algunos riesgos no menores. El primero de ellos es que la incorporaci¨®n impacte negativamente en la reputaci¨®n de la firma. En un doble sentido: por un lado, que se perciba como un fichaje en el que pesa m¨¢s la voluntad de hacer lobby (actividad que tan mala prensa tiene en Espa?a) que su aportaci¨®n t¨¦cnica jur¨ªdica; y por otro, que cause malestar entre los clientes y miembros de la organizaci¨®n en Barcelona cercanos al independentismo. El fichaje de pol¨ªticos es una operaci¨®n delicada en la que otros grandes bufetes, como Garrigues o Ur¨ªa, tienen por costumbre no embarcarse.
El segundo es la propia integraci¨®n de Santamar¨ªa. Las sociaturas son estructuras complejas, con un funcionamiento mucho m¨¢s horizontal que la jer¨¢rquica Administraci¨®n, ¡°y no todos los que provienen del sector p¨²blico saben entender y empatizar con este ecosistema tan exigente¡±, apunta Moreno.
Y por ¨²ltimo, el propio cumplimiento de los objetivos que exige la categor¨ªa de socio. Se equivoca quien piense que Santamar¨ªa ha encontrado en Cuatrecasas un retiro dorado. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Todas las fuentes consultadas coinciden en se?alar que las grandes incorporaciones del sector llevan acompa?ado un plan de negocio y unas metas de facturaci¨®n anuales, de las cuales se hace depender la parte variable del salario. ¡°Tendr¨¢ que justificar su remuneraci¨®n¡±, incide Bao, quien, no obstante, est¨¢ convencido de que el despacho habr¨¢ tenido en cuenta que la exvicepresidenta no trae consigo una cartera de clientes, por lo que probablemente necesite algo m¨¢s de tiempo para alcanzar los resultados que se le requieren a cualquier otro socio. ¡°Es un fichaje que se rentabiliza a medio o largo plazo¡±, concluye.
Abogados contra el Estado
El conocimiento t¨¦cnico y los contactos de alto nivel con los que cuentan los abogados del Estado, como Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, los convierten en unos profesionales muy atractivos para los despachos. Sin embargo, en algunos casos, estos letrados no optan por una excedencia voluntaria, sino que solicitan permiso para compatibilizar su actividad p¨²blica y privada. El ¨²nico l¨ªmite es que no pleiteen contra el Estado. Una frontera que no siempre est¨¢ clara y sobre la que no existe un control exhaustivo. Este tipo de fichajes medi¨¢ticos generan pol¨¦mica al recordar situaciones del pasado. En el caso de Santamar¨ªa, cuando era vicepresidenta del Gobierno, Emilio Cuatrecasas lleg¨® a un acuerdo con la fiscal¨ªa y la abogac¨ªa del Estado para evitar la c¨¢rcel por delito fiscal a cambio de una fuerte multa.
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