Novedades y retos de la PSD2 en 2019
PSD2 afecta de forma desigual porque estos se encuentran inmersos en un proceso de transformaci¨®n que es puramente tecnol¨®gico, digital, mientras que a las grandes empresas tecnol¨®gicas habilitadas a incursionar en la prestaci¨®n de servicios de pago, PSD2 no les exige nada nuevo.
El impacto derivado de la PSD2 en 2019 no tiene mucho que ver con el que hubiera tenido lugar en 2013, momento en el que empez¨® a gestarse la necesidad de contar con nuevas reglas de juego en el ¨¢mbito de los pagos paneuropeos. Ya por aqu¨¦l entonces los bancos, proveedores exclusivos de servicios de pago, consideraban este nuevo marco regulatorio una suerte de usurpaci¨®n de funciones exclusivas del sector financiero. Hoy, con un ecosistema compartido con competidores procedentes del sector de la tecnolog¨ªa, eminentemente digitales y de alcance global, el panorama es muy diferente al prevalente hace apenas seis a?os.
En Europa ha habido hist¨®ricamente, y a¨²n en los ¨²ltimos a?os, muy poca competencia no solo en lo que a pagos se refiere, sino en servicios financieros en general. Cada pa¨ªs se ha comportado -y se comporta a¨²n- de forma aut¨®noma y segmentada, comportamiento que no tiene sentido hoy en d¨ªa cuando la econom¨ªa digital y en definitiva, la competencia, es global. La transformaci¨®n digital es el elemento clave de la diferencia de contexto entre 2013 y 2019.
Objetivos de la PSD2
La PSD2 (Directiva de Servicios de Pago, por sus siglas en ingl¨¦s) ha sido un primer paso -de momento solo a nivel regulatorio y en proceso de ser tambi¨¦n reglamentario-, con un ritmo de permeabilidad en el mercado extremadamente lento- un revulsivo, un elemento innovador de car¨¢cter obligatorio, en favor de los siguientes objetivos:
- Garantizar e impulsar la competencia y generaci¨®n de valor a?adido, para lo que crea dos nuevas figuras ¨C iniciador y agregador de pagos;
- Mejorar la seguridad de los pagos, condici¨®n necesaria para el avance de la econom¨ªa digital;
- Proteger al consumidor, responsabilidad cuyo ejercicio permitir¨¢ a las empresas y proveedores de servicios de pago diferenciarse ante el consumidor, yendo m¨¢s all¨¢ de lo que la ley exige;
- Fortalecer el espacio de pagos europeo, homogeneizando la regulaci¨®n para conseguir una experiencia de usuario (UX) equivalente e independiente del pa¨ªs en el que se produzca la transacci¨®n; y
- No entorpecer la innovaci¨®n.
Arrastrando los pies
Las prisas son malas consejeras, como tambi¨¦n lo es la lentitud en la toma de decisiones y de acciones. En estos momentos, ya bien entrado el a?o 2019, son numerosos los agentes del mercado, incluidos los merchants, quienes reconocen un nivel de preocupaci¨®n motivada, en parte, por el escas¨ªsimo plazo que queda disponible para el pleno despliegue de derechos y deberes asociados a la PSD2 ¨Cseptiembre 2019-, con algunas reglamentaciones a¨²n pendientes de precisar a escasos seis meses del inicio de la cuenta atr¨¢s.
Se observa que los esfuerzos de estandarizaci¨®n de API (Interfaz de Programaci¨®n de Aplicaciones, por sus siglas en ingl¨¦s) a ser adoptadas por los agentes de la industria m¨¢s all¨¢ de lo que establecen las RTS (Est¨¢ndares T¨¦cnicos Regulatorios, por sus siglas en ingl¨¦s) de la EBA (Autoridad Bancaria Europea, por sus siglas en ingl¨¦s) son cada vez m¨¢s costosos y necesarios. El debate se alarga y resulta m¨¢s ineficiente cuantos m¨¢s agentes se sientan alrededor de la mesa, siendo conscientes de que la cooperaci¨®n es condici¨®n necesaria para llegar all¨¢ donde no llega la normativa con sus preceptos detallados.
En este contexto, como ya adelantaba el Informe Minsait sobre Tendencias en Medios de Pago 2018, el consumidor/ usuario final est¨¢ de momento totalmente ajeno a la situaci¨®n. Mientras, el resto de grupos de inter¨¦s lo est¨¢ viviendo como un cambio sobre el que no hay mucha capacidad de maniobra dado que es normativa y hay que cumplirla, especialmente desde la perspectiva de un sector hasta la fecha proveedor exclusivo de servicios de pago, posicionado en la comodidad de dicha exclusividad y de contar ya con la relaci¨®n con los clientes, de cuyos datos personales y financieros era antes propietario (activo esencial) que hoy pasan a manos de los clientes. Estos proveedores han estado adem¨¢s centrados en el producto y no tanto en el cliente, y mucho menos en la UX, elemento hoy central de cualquier negocio relacional.
Eficacia y transparencia de la PSD2
La eficacia de la PSD2 en la transformaci¨®n de los pagos depende mucho de la capacidad de adopci¨®n y adaptaci¨®n a la realidad social en la que opera. Tambi¨¦n depende de su contribuci¨®n al fortalecimiento de la integraci¨®n del mercado europeo y de los PSP (Proveedores de los Servicios de Pagos) europeos.
Por otro lado, mientras que en otros pa¨ªses de Europa se viene debatiendo abiertamente desde la entrada en vigor de la PSD2 en 2015, en Espa?a es en 2019 cuando se est¨¢ comenzando a celebrar debates sinceros y abiertos sobre el futuro del sector. Hay un sentir generalizado de que llegamos bastante tarde al debate ¨C debate del que el ciudadano est¨¢ completamente ajeno- y no con la suficiente transparencia.
Dicha falta de transparencia es patente ¨Cpor poner algunos ejemplos muy significativos- en tres elementos en el anteproyecto de ley de transposici¨®n de la Directiva que son diferenciales con respecto a la norma de origen, pero que han tenido poco ¨¦xito en su consideraci¨®n el texto final de transposici¨®n: (i) acceso de las entidades de pago (EP) a los sistemas de pago; (ii) la obligaci¨®n de los comerciantes y profesionales liberales de aceptar medios de pago alternativos al efectivo cuando el ticket de compra es superior a los 30 euros; (iii) la consideraci¨®n de las microempresas (hasta 2 millones de euros de facturaci¨®n al a?o y hasta 10 empleados) como particulares a todos los efectos de la normativa.
Asimetr¨ªa de la PSD2
En relaci¨®n a la asimetr¨ªa de la PSD2, parece existir cierto consenso en dicha apreciaci¨®n: desde la perspectiva de los bancos, PSD2 afecta de forma desigual porque estos se encuentran inmersos en un proceso de transformaci¨®n que es puramente tecnol¨®gico, digital, mientras que a las grandes empresas tecnol¨®gicas habilitadas a incursionar en la prestaci¨®n de servicios de pago, PSD2 no les exige nada nuevo.
Asimismo, mientras PSD2 busca facilitar la comunicaci¨®n y colaboraci¨®n y compartir informaci¨®n entre entidades financieras, no resulta en una exigencia rec¨ªproca con los GAFA (Google, Amazon, Facebook, Alibaba).
Oportunidades y retos de la PSD2
Las oportunidades de la PSD2 se presentan de la mano de la prevenci¨®n del fraude ¨Clistas blancas y tokenizaci¨®n-, la seguridad y la UX de la mano de la invisibilidad de los pagos ¨Cbiometr¨ªa del comportamiento embebida en los dispositivos y delegaci¨®n de la autenticaci¨®n del emisor en terceros- y de los nuevos dispositivos de aceptaci¨®n (?pagaremos pronto con QR, como en China?), que deben extenderse a otros entornos, especialmente aquellos muy presentes a¨²n en Espa?a: el comercio, y en definitiva, cualquier punto de venta, debe adaptarse a todo esto. Un comercio que, en Espa?a, no invierte en digitalizaci¨®n, automatizaci¨®n y que por ello depende en gran medida de los marketplaces (en su dimensi¨®n ecommerce) y del dinero en efectivo (en su faceta brick-and-mortar).
A simple vista, los grandes agentes del sistema en Espa?a ¨Cp¨²blicos, privados- tienen desplegado un discurso que no encaja con lo que deber¨ªa ser empujar al un¨ªsono hacia una verdadera transformaci¨®n digital integral, de la que los pagos son parte esencial.
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