Desequilibrios de Catalu?a
La Administraci¨®n y los economistas soberanistas prefieren ignorar que tendencias de fondo como la inversi¨®n extranjera o la creaci¨®n de empresas son negativas
La econom¨ªa catalana funciona, con vaivenes, y desequilibrios, y fuertes nubarrones en el horizonte, pero funciona. A cada vaiv¨¦n positivo, la Administraci¨®n y los economistas soberanistas cantan victoria. Prefieren ignorar, como en Reino Unido, que tendencias de fondo como la cuota de inversi¨®n extranjera o la creaci¨®n neta de empresas, son negativas. Porque suscitan menos inquietud inmediata.
La primera euforia lleg¨® con el cierre del primer semestre de 2018. Y es que el ¨²ltimo de 2017 fue el peor de la historia. Y una vez superado el oto?o levantisco, e instaurada una cierta tranquilidad ¡ªcon la expectativa de un Govern que efectivamente gobernase¡ª, las exportaciones y el consumo interno tiraron como nunca en un territorio muy exportador (su peso en ventas al exterior supera a su peso en el PIB global) y de fuerte consumo.
Entre eso y que el conjunto de 2017 absorbi¨® el rev¨¦s del oto?o, se alzaron ¨¢cidas cr¨ªticas a las proyecciones del Banco de Espa?a o de la Autoridad Fiscal (AIReF). Con normalidad, estas dieron sus explicaciones y corrigieron el sesgo negativo.
Pero los datos del tercer trimestre volvieron a empeorar, quiz¨¢ por el aumento de la tensi¨®n pol¨ªtica y/o el inicio de la desaceleraci¨®n europeal. Y aqu¨ª ya fue el silencio. Como el que suscita el hecho de que Madrid haya incrementado su PIB un 7% entre 2007 y 2017; y Catalu?a, solo un 2,3%
Algo parecido ocurre con la inversi¨®n extranjera, clave porque refleja la confianza que suscita una econom¨ªa y porque lo es para su financiaci¨®n.
Cuando las noticias son buenas, trompeter¨ªa. Y han sido buenas, por ejemplo, en la atracci¨®n de empresas punteras por la ciudad de Barcelona.
Especialmente en el segmento de las grandes tecnol¨®gicas. Facebook decidi¨® en mayo instalar en la capital catalana un centro de control de noticias falsas. Amazon ha ubicado grandes centros log¨ªsticos, uno de ellos de capitalidad sureuropea.
Pero estos ¨¦xitos sectoriales no ocultan el grave rev¨¦s que va cuajando en t¨¦rminos num¨¦ricos. Las cifras de 2018 son aparatosas. Las inversiones exteriores en Catalu?a supusieron el a?o pasado el 6,4% del total ¡ªpara el 85,3% de Madrid¡ª, cuando es raro encontrar alg¨²n ejercicio en el ¨²ltimo decenio en que no superasen el 10%.
Es cierto que una gran operaci¨®n puede desequilibrar un determinado ejercicio (y en ese a?o Catalu?a perdi¨® la de la venta de Abertis). Por eso conviene contemplar per¨ªodos m¨¢s largos.
Por ejemplo, un trienio. En el que va de 2016 a 2018, la inversi¨®n exterior en Catalu?a se desplom¨® del 31% al 6,4% del total espa?ol, mientras que su rival madrile?a ascendi¨® del 44% al 85%.
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