Gestamp dobla su apuesta en Asia
El fabricante espa?ol de automoci¨®n se estrena en un sal¨®n del autom¨®vil en Shangh¨¢i, una nueva prueba de la importancia que le concede a este continente
Nunca antes Gestamp hab¨ªa estado en un sal¨®n del autom¨®vil. Pero la pr¨®xima semana, en cambio, se estrenar¨¢ en el Autoshow de Shangh¨¢i. Estar all¨ª es un poco diferente, porque a los fabricantes de componentes se les reserva parte del protagonismo. Pero sobre todo porque China se ha convertido en el objetivo para esta compa?¨ªa. Tras a?os acompa?ando a las marcas estadounidenses y europeas por todo el mundo, Gestamp considera llegado el momento de seguir su camino en Oriente, pero con sus propias marcas. Su presidente, Francisco J. Riberas, reconoce que su llegada a China fue tard¨ªa, en 2008. Pero tambi¨¦n que desde entonces aceleraron por todo el continente. Shangh¨¢i les permitir¨¢ exhibir su fuerza.
¡°Queremos explicar nuestro desarrollo un poco m¨¢s a nuestros proveedores¡±, argumenta Riberas, que da muestras de una peque?a obsesi¨®n: que su grupo crezca all¨ª donde avance el mercado. Y eso no es ni Estados Unidos ni Europa. Es China. No solo es el mayor concesionario del mundo (28 millones de unidades vendidas el a?o pasado) sino que all¨ª se venden seis de cada diez coches el¨¦ctricos que se matriculan en el mundo. Y ya no son modelos de gama baja, los de segmento medio-alto ganan cuota. Esa transformaci¨®n del mercado, cada vez m¨¢s exigente y dispuesto a pagar m¨¢s por los componentes, se ajusta m¨¢s a la realidad de Gestamp. El grupo familiar, sin embargo, solo factur¨® all¨ª en torno a un 9% de los 8.548 millones de euros de su cifra de negocio de 2018. ¡°Tendr¨ªa sentido que all¨ª hici¨¦ramos el 15% de nuestra facturaci¨®n, pero con un importante esfuerzo de capex (inversiones en capital) y sin renunciar a otros mercados¡±, afirma.
Hasta el momento solo en 8% de la facturaci¨®n total del grupo se genera en China
La compa?¨ªa no se niega a cerrar otras inversiones como la que sell¨® el pasado noviembre, con la inauguraci¨®n de una nueva planta (la und¨¦cima) en Tianjin en alianza con la firma local BHAP. Beijing Hainachuan Automotive Parts (el nombre que da lugar a esas siglas) no es un cualquiera. Algo m¨¢s peque?o en facturaci¨®n que Gestamp, es el propietario de Grupo BAIC, el cuarto fabricante de autom¨®viles de China. Y Gestamp considera que puede cerrar alianzas similares con otros grupos regionales. Para crecer ahora y en el futuro, seg¨²n pronostica el presidente del grupo: ¡°Hay muchos competidores en China, muchas veces participados por gobiernos regionales. Se puede deducir que en los proximos a?os se producir¨¢n procesos de concentraci¨®n y tenemos que buscar alianzas para entrar en fabricantes que se puedan concentrar para venderles nuestra tecnolog¨ªa¡±. Y admite que ya est¨¢n mirando proyectos.
El pragmatismo de balancear intereses con mercados ya se dej¨® ver en 2016. Entonces Gestamp dio entrada en su capital al gigante japon¨¦s Mitsui (con un 12,5%), la mejor puerta de entrada en los grandes fabricantes nipones, Toyota, Nissan y Honda. Entonces el grupo contaba con una exposici¨®n en esos fabricantes globales de en torno el 7% de su facturaci¨®n, cuando la realidad es que las marcas japonesas copan el 28% de las ventas mundiales. ¡°A nosotros nos ven¨ªa bien tener un socio de ese prestigio, que nos ayudara a penetrar m¨¢s en ventas en los fabricantes japoneses¡±, dice Riberas, quien concluye que Mitsui les ayud¨® a romper el hielo con las grandes marcas de la isla y que ¨¦stas les abrieran las puertas de sus f¨¢bricas para iniciar procesos de codesarrollos. A ra¨ªz de aquella alianza, Gestamp abri¨® en octubre del a?o pasado una planta en Jap¨®n. Fue la primera compa?¨ªa espa?ola en hacerlo.
El grupo cubr¨ªa un hueco en Jap¨®n: la producci¨®n de material ligero y estampaci¨®n en caliente, el gran elemento diferenciador que Gestamp incorpora a la industria. Con esa tecnolog¨ªa le saca un par de cuerpos de ventaja a sus competidores. Es capaz de hacer dise?os met¨¢licos complejos con menos material, m¨¢s livianos, y con mayor resistencia. Y eso en un momento en el que los fabricantes demandan soltar lastre en sus coches para que consuman lo m¨ªnimo y emitan menos, en el caso de los coches con motores de combusti¨®n interna, o que tengan m¨¢s autonom¨ªa en el caso de los el¨¦ctricos.
El gran desembarco en Jap¨®n debe servir para lo mismo que ocurri¨® con sus socios americanos y europeos, a quienes despu¨¦s acompa?aron por todo el mundo. De ah¨ª el centenar de plantas que tienen dispersas por todo el globo. El chino, en cambio, busca concentrarse en el mercado con mayor proyecci¨®n del mundo, pese a que las ventas retrocedieran el a?o pasado, una vez desinflados los incentivos locales a la adquisici¨®n de veh¨ªculos el¨¦ctricos. La estampaci¨®n en caliente de Gestamp le permite afrontar ese reto en mejor posici¨®n que sus competidores. Y Riberas, cuando se le pregunta si el coche enchufable chino puede competir en igualdad de condiciones con uno europeo, no duda: ¡°Nosotros lo vemos con mentalidad de futuro; ellos lo ven con la de presente. Antes hac¨ªan los coches de segmento m¨¢s bajo y ahora se est¨¢n convirtiendo en los l¨ªderes en veh¨ªculos de nuevas energ¨ªas y van hacia coches m¨¢s premium. China es la clave¡±.
Espa?a preocupa
El 15% del negocio de Gestamp est¨¢ en Espa?a, mercado del que Francisco J. Riberas no esconde su preocupaci¨®n. Especialmente por las dudas que las administraciones est¨¢n expresando sobre el futuro de los coches impulsados por motores de combusti¨®n, que las marcas se?alan como la principal ca¨ªda de las ventas, que acumula siete meses de retrocesos. ¡°Estamos confundiendo los tiempos. Hay que ponerse un objetivo para reducirlo. Pero para que haya oferta tienen que transformarse todas las industrias¡±, asume. Pero tambi¨¦n reclama que se permita una reconversi¨®n ordenada del sector que pase desapercibida en el mercado. ¡°Necesitamos mensajes que sean sensatos y posibilistas. En China decidieron apostar por el coche el¨¦ctrico y lo que hicieron fue invertir en ¨¦l, pero no dieron mensajes que generaban miedo entre los posibles compradores¡±, dice, convencido de que los objetivos que se ha fijado la Uni¨®n Europea para reducir las emisiones ser¨¢n dif¨ªciles de cumplir.
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