Horas bajas para los proveedores de componentes del autom¨®vil
El sector auxiliar reduce sus previsiones de ingresos tras asumir las mismas dudas de las grandes marcas
La inquietud en la que viven las marcas de autom¨®viles se ha trasladado a las empresas de componentes. El sector se resiste a perder el optimismo de los ¨²ltimos a?os, pero lo cierto es que no se plantea otro escenario a corto plazo que el del estancamiento o la ca¨ªda de beneficios. Las grandes multinacionales han sufrido este a?o, incluso m¨¢s que los fabricantes directos de autom¨®viles.
Un informe elaborado conjuntamente por Sernauto y McKinsey da muestras de ese ambiente. Proveedores de la automoci¨®n del tama?o de Continental, Lear, Shaeffler, Magma o Valeo, por citar unos cuantos, acumularon el a?o pasado profit warnings, un aviso a los inversores de que los resultados ser¨¢n menores que los previstos inicialmente. Entre las diez compa?¨ªas selecionadas solo una, la espa?ola Gestamp, se libraba. ¡°Es un toque de atenci¨®n de que el a?o no ha sido lo que se esperaba que fuera, cuando preve¨ªamos que los ingresos crecieran un 3%. Al final nos hemos quedado en un crecimiento del 1%¡±, afirma Mar¨ªa Luisa Soria, directora general de relaciones institucionales e innovaci¨®n de Sernauto.
El negocio de los coches no gana para sustos. Empieza a salir del desbarajuste que ha provocado la nueva homologaci¨®n de motores para reducir las emisiones contaminantes, pero la crisis del di¨¦sel a¨²n golpea fuerte en las ventas. Aunque no se sabe c¨®mo acabar¨¢ el Brexit ya se han activado planes de contingencia para evitar las consecuencias de una salida dura. En paralelo, se est¨¢ mirando con un ojo los efectos de la guerra comercial iniciada por Estados Unidos y con el otro c¨®mo China cambia su demanda de veh¨ªculos. La inestabilidad pol¨ªtica est¨¢ en el orden del d¨ªa. Y la competencia de los competidores low cost contin¨²a siendo, depende para qui¨¦n, un est¨ªmulo o una r¨¦mora.
¡°La incertidumbre se ha trasladado de las marcas a sus proveedores y estamos en una situaci¨®n cambiante, as¨ª que en el futuro nos enfrentaremos a un sector m¨¢s customizado, en el que la industria auxiliar se adapte de forma m¨¢s flexible a los principales fabricantes¡±, apunta Rafael Westinner, socio de Mckinsey responsable del estudio Estado de la industria espa?ola de componentes y previsiones para 2019. El informe, basado en unas cien encuestas a ejecutivos del sector, refleja un muy moderado optimismo que responde bien a las previsiones de Sernauto para el pr¨®ximo a?o: estancamiento de las ventas, pese a los buenos registros de los pasados ejercicios. Un 14% de los encuestados cree que los ingresos de sus compa?¨ªas van a caer este a?o. El porcentaje es mayor cuando se les pregunta sobre la evoluci¨®n que prev¨¦n en el beneficio antes de intereses e impuestos: un 21% piensa que ser¨¢ negativo y otro 15% considera que ese resultado se mover¨¢ en una horquilla de entre el -1% y el 1%.
Pero esas perspectivas generales son mucho peores entre las compa?¨ªas de menor volumen, las que facturan menos de 250 millones de euros. Un 47% de los encuestados considera que el resultado de explotaci¨®n ser¨¢ negativo o que, con suerte, mejorar¨¢ en un 1%, lo que se considera estancamiento.
Competencia ¡®low cost¡¯
La clave para entender esas reservas est¨¢ en la competencia de las marcas low cost para un pa¨ªs que ha perdido margen para competir por precio de mano de obra y la transici¨®n hacia el coche el¨¦ctrico. Los cambios de marchas tienen los d¨ªas contados. Como los embragues o los radiadores. El coche el¨¦ctrico no cuenta con ninguno de esos componentes y el sector auxiliar de la automoci¨®n hace tiempo que ha asumido su p¨¦rdida. Sus trabajadores, a trav¨¦s de los sindicatos, temen que ser¨¢n una v¨ªctima m¨¢s de la transici¨®n hacia el coche enchufable. Ese cambio est¨¢ calando hondo en la industria: un 63% de los directivos en un encuesta en todo el mundo de Mckinsey considera que el cambio tecnol¨®gico va a hacer mella en el sector.
¡°Nuestra receta tiene que ser la de actuar con competitividad, innovaci¨®n y talento¡±, afirma Sol¨ªs, quien recuerda que Espa?a siempre ha sabido competir en el sector de la automoci¨®n. En su opini¨®n, el efecto de la mano de obra barata nacional perder¨¢ efecto y Espa?a seguir¨¢ los pasos de otros pa¨ªses: compraventas y fusiones de compa?¨ªas para competir. Y asumir cu¨¢les son los cambios que m¨¢s impactar¨¢n en las compa?¨ªas. El estudio los ordena as¨ª: presi¨®n de competidores que operan por precio, crecimiento en nuevos mercados, apuesta por el mercado de los recambios, el endurecimiento regulatorio sobre las emisiones contaminantes y los cambios del negocio porque los fabricantes optar¨¢n por ser operadores de movilidad y porque los clientes modificar¨¢n sus tendencias.
¡°Las empresas de componentes tienen que subirse al tren de la digitalizaci¨®n¡±, afirma Sol¨ªs, que considera que esa entrada en un nuevo campo puede hacerse tanto desde el punto de vista de los procesos productivos como de los productos que saquen al mercado. Es un gran reto para el sector. M¨¢s de un 50% de los directivos encuestados afirma que sus empresas no tiene todav¨ªa ninguna parte de sus ingresos generados por negocios digitales, pese a que ellos mismos prev¨¦n que en un plazo de seis a?os ese ¨¢mbito de negocio generar¨¢ hasta un 10% de los ingresos del sector.
En la industria se da por descontado que la irrupci¨®n de la conducci¨®n aut¨®noma, la denominada industria 4.0, la conectividad o la inteligencia artificial jugar¨¢n un rol creciente los pr¨®ximos a?os. Ese puede ser un resorte para crecer. El otro, el asalto al campo de los materiales ligeros, un campo que ganar¨¢ protagonismo para ofrecer m¨¢s autonom¨ªa a los veh¨ªculos. Y en esa nueva ¨¢rea, es sabido, el sector tradicional de la automoci¨®n deber¨¢ pugnar con nuevos actores.
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