Tambi¨¦n existe una importante brecha de g¨¦nero en pensiones, pero heredada del mercado laboral
Hoy, el sistema p¨²blico de pensiones en Espa?a gasta menos en mujeres que en hombres. Concretamente, hay una diferencia de 24.500 millones de euros.
El sistema p¨²blico de pensiones en Espa?a no realiza ning¨²n tipo de discriminaci¨®n por cuesti¨®n de sexo; dicho criterio no forma parte del c¨¢lculo de la base reguladora que determina la pensi¨®n p¨²blica por jubilaci¨®n. Tan solo considera una serie de caracter¨ªsticas que determinan la carrera laboral de los trabajadores, entre las que se identifican brechas de g¨¦nero.
A pesar de que el sistema protege m¨¢s a aquellos ciudadanos en situaci¨®n de vulnerabilidad socioecon¨®mica -entre las que se encuentran muchas mujeres- a trav¨¦s de acciones positivas como las pensiones no contributivas y asistenciales, la cobertura de lagunas de cotizaci¨®n para los trabajadores asalariados, la compatibilidad de pensiones de jubilaci¨®n y viudedad y la compensaci¨®n por n¨²mero de hijos en el caso de las trabajadoras, solo logra mitigar parcialmente el efecto negativo que ejercen las situaciones de desigualdad por cuesti¨®n de g¨¦nero originadas en el ¨¢mbito laboral sobre la pensi¨®n por jubilaci¨®n de las mujeres.
Hoy, el sistema p¨²blico de pensiones en Espa?a gasta menos en mujeres que en hombres. El a?o 2018 cerr¨® en Espa?a con m¨¢s de 8,7 millones de pensionistas, de que el 51,6% fueron hombres (4,5 millones) y el 48,4% mujeres (4,2 millones). Los hombres perciben el 48,4% del n¨²mero total de pensiones, mientras que las mujeres perciben el 51,6%. Esto es porque las mujeres reciben m¨¢s de un tipo de pensi¨®n con mayor frecuencia que los hombres. Sin embargo, el gasto en pensiones en 2018 en las mujeres es casi 24.500 millones de euros inferior al gasto en los hombres. De hecho, la pensi¨®n promedio de una mujer en 2018 es de 740,2 euros frente a los 1.162,3 euros percibidos por el promedio de hombres pensionistas en Espa?a. La diferencia de 422,2 euros se ampl¨ªa hasta los 450,1 euros en el caso de las pensiones de jubilaci¨®n.
?Por qu¨¦ es importante hablar de brecha de g¨¦nero en pensiones? Porque la percepci¨®n de pensiones con menor dotaci¨®n econ¨®mica por parte de las mujeres jubiladas repercute sobre su capacidad de consumo y, por lo tanto, en su bienestar y en el del conjunto de la econom¨ªa. De hecho, el impacto sobre la econom¨ªa espa?ola para el a?o 2018 se estima en 26.900 millones de euros en t¨¦rminos de Valor A?adido Bruto (VAB), lo que representa el 2,2% del PIB de 2018. Y en t¨¦rminos de empleo, la menor actividad econ¨®mica derivada de esta menor capacidad de consumo de las mujeres pensionistas supone la no creaci¨®n de 414.600 puestos de trabajo, equivalente al 2,1% del total de los ocupados en Espa?a en 2018. Y aqu¨ª no termina la cosa: la menor pensi¨®n de las mujeres tambi¨¦n implica una menor recaudaci¨®n fiscal por parte de la Agencia Tributaria. En particular, supone 2.422 millones de euros menos ingresados en concepto de IRPF (2,2% del total de lo recaudado con esta figura tributaria) y otros 2.884 millones de euros en concepto de IVA (tambi¨¦n el 2,2% del total de lo recaudado con este impuesto).
Y a¨²n hay m¨¢s. Dado que las mujeres viven m¨¢s a?os que los hombres pero con peor salud, enfrentan un esfuerzo diferencial para alargar su esperanza de vida en buena salud o libre de discapacidad, esfuerzo ¨Cel de los cuidados en situaci¨®n de dependencia- estimado en casi 20.000 euros al a?o cuando se superan los 80 a?os de edad.
Este coste de los cuidados de la dependencia representa, en el caso de las mujeres de 80 a?os o m¨¢s, 2,3 veces el importe medio de su pensi¨®n p¨²blica por jubilaci¨®n, mientras que en el caso de los hombres apenas excede en 1,3 veces. Por este motivo, las mujeres tienen mayor necesidad que lo hombres de completar su pensi¨®n p¨²blica por jubilaci¨®n con otros productos financieros de previsi¨®n o actuariales, precisamente para mejorar su capacidad financiera futura que les permita afrontar los mayores costes de cuidados asociados a la longevidad. La no constituci¨®n de estos ahorros previos puede conllevar un impacto negativo sobre el consumo futuro.
Pero afortunadamente, la brecha de g¨¦nero en pensiones se ha reducido en las altas (las "nuevas" jubiladas), aunque persiste.
La reducci¨®n de la brecha es el resultado directo de que las mujeres generan el derecho a acceder a su propia pensi¨®n, porque se han incorporado masivamente al mercado de trabajo y han conseguido aumentar la vida laboral considerablemente, si bien esta ¨²ltima sigue siendo casi cinco a?os m¨¢s corta que la de los hombres.
La pensi¨®n contributiva de jubilaci¨®n est¨¢ determinada por la trayectoria laboral y de cotizaciones de la persona beneficiaria, esto es, por el valor de la base reguladora (media de las bases de cotizaci¨®n actualizadas de los a?os comprendidos en el periodo de c¨®mputo) la escala de puntos de pensi¨®n correspondiente al n¨²mero total de a?os cotizados y por las "penalizaciones" y "premios" correspondientes, respectivamente, al adelanto o retraso de la jubilaci¨®n respecto a la edad legal establecida.
La brecha persiste porque las mujeres a¨²n generan su propia pensi¨®n en menor proporci¨®n que los hombres. De hecho, las pensiones de jubilaci¨®n son percibidas por los hombres 1,6 veces m¨¢s que en el caso de las mujeres.
?Qu¨¦ determina la menor capacidad de generaci¨®n de su propia pensi¨®n entre las mujeres?
ClosinGap (www.closingap.com) desvel¨® esta inc¨®gnita el pasado 11 de abril en la presentaci¨®n de su tercer informe de estimaci¨®n del coste de oportunidad de las distintas brechas de g¨¦nero en la econom¨ªa espa?ola. De la mano de MAPFRE y con la colaboraci¨®n del ¨¢rea de Econom¨ªa Aplicada de Afi, hoy sabemos que:
Por un lado, las mujeres siguen siendo beneficiarias de pensiones no contributivas y asistenciales en mayor medida que los hombres. En 2018, hubo casi medio mill¨®n de pensiones no contributivas de las cuales el 65,6% fueron recibidas por mujeres.
Por otro, las mujeres interrumpen sus carreras laborales m¨¢s frecuentemente y durante m¨¢s tiempo que los hombres, fundamentalmente debido a (i) la maternidad y crianza de los hijos, y a (ii) la mayor prevalencia del desempleo de larga duraci¨®n que entre estos segundos.
Estas mayores interrupciones en las carreras laborales de las mujeres se traducen en m¨¢s lagunas de cotizaci¨®n, y m¨¢s intensas, en sus carreras de cotizaci¨®n. Las mujeres, como resultado, tienen carreras de cotizaci¨®n 4,5 a?os m¨¢s cortas que las de los hombres.
Uno de los principales motivos generadores de lagunas de cotizaci¨®n en las carreras laborales de las mujeres es la maternidad. La pensi¨®n contributiva que recibir¨¢ la madre trabajadora "tipo" ilustrada en el Informe ser¨¢, en el momento en el que se jubile (i) un 10,0% menor a la que hubiera causado si no hubiese abandonado su carrera laboral hasta que su hijo tenga 12 a?os (11,9% en el caso de dos hijos), si su nivel de cualificaci¨®n es bajo (ESO); y un 14,8% menor si se dedican al cuidado de un hijo (18,4% si dicho abandono se dilata por el cuidado de dos hijos), si su nivel de cualificaci¨®n es alto (t¨ªtulo universitario).
Por ello, adem¨¢s de desvelar que el coste de oportunidad de la decisi¨®n de interrumpir la carrera laboral por motivos de maternidad y crianza es mayor entre las mujeres con mayor cualificaci¨®n, las p¨¦rdidas derivadas de la interrupci¨®n de la carrera laboral con motivo del cuidado de hijos superan la compensaci¨®n del 5% por dos hijos contemplada en la Ley 48/2015, de 29 de octubre, de Presupuestos Generales del Estado para el a?o 2016.
Desde la perspectiva del desempleo de larga duraci¨®n, el 11,3% de las mujeres entre 35-44 a?os habr¨ªa generado lagunas de cotizaci¨®n por desempleo con motivo de la crisis econ¨®mica en 2018, pero solo un 1,7% podr¨ªa completarlas voluntariamente para su jubilaci¨®n. En el caso de los hombres, se encontraban en dicha situaci¨®n de desempleo el 8,6% del total de los activos, desvelando una brecha de g¨¦nero a raz¨®n de 1,3 mujeres por cada hombre. Y es que la voluntad de suscribir un convenio especial de la Tesorer¨ªa General de la Seguridad Social para cotizar para su jubilaci¨®n futura, como el recogido en el Real Decreto-Ley 28/2018, de 28 de diciembre, para la revalorizaci¨®n de las pensiones p¨²blicas y otras medidas urgentes en materia social, laboral y de empleo, depender¨¢ de la holgura de rentas para poder realizar el ahorro financiero necesario, adem¨¢s del conocimiento que las personas afectadas tengan de la existencia, funcionamiento e implicaciones de futuro de esta posibilidad.
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