Julian Dunkerton, el ¡®hijo pr¨®digo¡¯ vuelve a Superdry
El principal accionista de la cadena de ropa brit¨¢nica provoca el ¨¦xodo masivo de ejecutivos con su regreso al puesto de mando

Se fue dando guerra. Las desavenencias internas forzaron su salida, pero s¨®lo un a?o le ha bastado al empresario brit¨¢nico Julian Dunkerton para volver a tomar las riendas de Superdry, la empresa que fund¨® junto al dise?ador James Holder en 2003. La cadena de ropa ha comenzado el trimestre en las portadas de los diarios financieros del Reino Unido. El regreso a la direcci¨®n ejecutiva de Dunkerton provoc¨® la renuncia de la anterior c¨²pula al completo, en un movimiento que deja al desnudo a la compa?¨ªa.
El regreso, sin embargo, fue discutido. En una carta dirigida a los accionistas a principios del mes pasado, Dunkerton explicaba el descenso del precio de las acciones de Superdry. Culpaba directamente a la estrategia liderada por el hasta hace un par de semanas director ejecutivo, Euan Sutherland, que ahora se marcha con una compensaci¨®n que asciende a casi 850.000 euros.
Apel¨® a la p¨¦rdida de identidad de la marca, la baja moral de los empleados y la falta de talento creativo para buscar el apoyo de los accionistas. Tambi¨¦n les toc¨® el bolsillo con unos datos que presentan un desempe?o financiero triste: desde enero de 2018 hasta febrero de 2019, la capitalizaci¨®n de mercado de la compa?¨ªa cay¨® m¨¢s del 70%, pasando de valer unos 1.800 a casi 500 millones de euros.
Dunkerton y su nueva mano derecha, Peter Williams, ganaron la votaci¨®n por un margen escaso. Con el 51,15% de los votos a favor, y a pesar de la resistencia del consejo de administraci¨®n, los accionistas no tuvieron m¨¢s remedio que aceptar la dupla. "Me complace especialmente volver a unirme a la directiva de Superdry junto a Peter Williams, uno de los individuos m¨¢s impresionantes y experimentados en la industria de la moda minorista", celebr¨®.
Los miembros de la anterior directiva quisieron retirar a Dunkerton antes de tiempo. El empresario, de 54 a?os, no es un tipo al que le guste tirarse a la bartola. Podr¨ªa estar disfrutando de su fortuna hace a?os o conociendo mundo de manera c¨®moda gracias a su jet privado, pero como reconoci¨® en una entrevista con el Financial Times en 2014, no puede estar quieto.
Adem¨¢s de ser el mayor accionista de Superdry, con un 18% del capital, Dunkerton cuenta con varios restaurantes, una cadena de cafeter¨ªas y mantiene la sidrer¨ªa familiar. Tambi¨¦n ha estado involucrado en la campa?a contra el proceso de salida del Reino Unido de la Uni¨®n Europea. El empresario don¨® recientemente m¨¢s de un mill¨®n de euros a la campa?a de People's Vote, que busca la celebraci¨®n de un nuevo refer¨¦ndum sobre el Brexit. Todas estas actividades no le han despistado a la hora de mantener intactas las opciones para volver a pilotar su marca.
Superdry es la esencia de aquel emprendedor que, con 19 a?os, comenz¨® a vender ropa en un tenderete del mercado de Cheltenham, una ciudad del condado de Gloucestershire, donde precisamente se asienta la sede de la compa?¨ªa.
La universidad no era para ¨¦l y su pasi¨®n era la venta de cara al p¨²blico. Se benefici¨® de un plan de subsidio empresarial para iniciar su aventura y llev¨® la moda londinense a la campi?a brit¨¢nica. Viajaba a la capital para comprar prendas en los mercados de Camden y Kensington y venderlas en las zonas rurales.
El joven supo encontrar su nicho de mercado y posteriormente fund¨® la marca Cult Clothing Co. Pero el ¨¦xito vino cuando se uni¨® a James Holder y ambos decidieron combinar el estilo vintage norteamericano, el arte gr¨¢fico japon¨¦s y la moda brit¨¢nica. El resultado fue Superdry, que pronto cont¨® con el respaldo de personalidades como David Beckham, Jude Law y Leonardo DiCaprio.
Dunkerton, que confiesa no tener un tel¨¦fono m¨®vil inteligente, quiere convertir Superdry en una gran marca global y en l¨ªder de ventas digitales. A principios de la d¨¦cada fue una de las firmas de ropa punteras en el Reino Unido. Sin embargo, desde la llegada de Sutherland a la direcci¨®n ejecutiva, el cofundador se quej¨® de que lo marginaban. Primero dej¨® el puesto de director en 2014 y en marzo de 2018 se forz¨® su salida.
No se qued¨® parado. Pronto organiz¨®, junto a su amigo Holder, una campa?a digital bajo el nombre de Save Superdry (Salva Superdry en castellano), que ha estado activa hasta hace unos d¨ªas. Una llamada a la acci¨®n que finalmente dio resultado.
Nueva etapa, mismo jefe
La confirmaci¨®n oficial del regreso de Dunkerton trajo para Superdry una ca¨ªda del 10% en Bolsa. Cuando este dej¨® la empresa, sus ventas llevaban cinco a?os creciendo a un ritmo anual del 16% y hab¨ªa pasado de facturar 498 millones de euros en 2014 a algo m¨¢s de 1.000 en abril de 2018, seg¨²n los ¨²ltimos datos disponibles. Pese a la subida de las ventas, los beneficios se han visto reducidos de 61,2 a 45,9 millones, algo que se atribuy¨® sobre todo a la depreciaci¨®n de la libra.
Pero Dunkerton es optimista: "Podemos duplicar las ganancias de la compa?¨ªa en los pr¨®ximos cinco a?os", expres¨® en una entrevista reciente con GC. Con la desarticulaci¨®n del consejo de administraci¨®n, Dunkerton y Williams tienen v¨ªa libre para volver a recuperar la confianza de los j¨®venes, desarrollar la presencia online y contar de nuevo con unas prendas que marquen la diferencia.
Las segundas partes nunca fueron buenas, pero el nuevo jefe ejecutivo mantiene la esperanza intacta: "Tenemos una oportunidad maravillosa de llevar esta marca y este negocio a una siguiente fase emocionante de su crecimiento y desarrollo. El trabajo duro comienza ahora".
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