Nuestro futuro libre de emisiones
Los accionistas de ExxonMobil y Chevron, que se niegan a reconocer la transici¨®n, pagar¨¢n un alto precio
La soluci¨®n al cambio clim¨¢tico antropog¨¦nico por fin est¨¢ a la vista. Gracias a r¨¢pidos avances en tecnolog¨ªas de generaci¨®n limpia de energ¨ªa y en sistemas alimentarios sostenibles, el mundo tiene una oportunidad realista de poner fin a las emisiones de gases de efecto invernadero a mediados de este siglo, por un coste incremental peque?o o nulo, y con beneficios indiscutibles para la seguridad y la salud. El principal obst¨¢culo es la inercia: algunos pol¨ªticos siguen apoyando a la industria de los combustibles f¨®siles y a la agricultura tradicional, lo que se debe ante todo a la ignorancia o a la venalidad.
La mayor parte del calentamiento global y una inmensa carga de contaminaci¨®n del aire son resultado de la quema de combustibles f¨®siles: carb¨®n, petr¨®leo y gas. La otra gran fuente de destrucci¨®n ambiental es la agricultura, lo que incluye la deforestaci¨®n, el uso excesivo de fertilizantes y las emisiones de metano procedentes del ganado. El sistema energ¨¦tico debe pasar del uso de combustibles f¨®siles altamente contaminantes a fuentes de energ¨ªa limpias descarbonizadas como la solar y la e¨®lica, y el sistema alimentario debe pasar de la producci¨®n de granos para forraje y ganado a otros productos m¨¢s sanos y nutritivos. Esta transformaci¨®n energ¨¦tica y alimentaria combinada permitir¨ªa reducir a cero la emisi¨®n neta de gases de efecto invernadero a mediados de este siglo, y luego negativizarla conforme los bosques y suelos absorban el di¨®xido de carbono atmosf¨¦rico.
Alcanzar una emisi¨®n neta nula a mediados de siglo, seguida por un nivel de emisi¨®n negativo, permitir¨ªa limitar el calentamiento global a no m¨¢s de 1,5 grados cent¨ªgrados respecto de la temperatura preindustrial de la Tierra. Lo preocupante es que el calentamiento ya lleg¨® a 1,1 grados y la temperatura global aumenta alrededor de 0,2 grados cada d¨¦cada. Por eso el mundo debe llegar a un nivel nulo de emisi¨®n neta a m¨¢s tardar en 2050. La adopci¨®n de la energ¨ªa limpia evitar¨ªa cientos de miles de muertes derivadas de la contaminaci¨®n del aire al a?o, mientras que el paso a una dieta sana y ambientalmente sostenible puede evitar alrededor de 10 millones de muertes anuales.
El enorme abaratamiento de la energ¨ªa solar y e¨®lica y los avances en almacenamiento de energ¨ªa ya hacen posible una adopci¨®n barata de la energ¨ªa limpia en todas las regiones del mundo. El coste total de los sistemas de energ¨ªa renovable, incluida la transmisi¨®n y el almacenamiento, ya es comparable al de los combustibles f¨®siles. Pero los Gobiernos siguen subsidi¨¢ndolos, lo que se debe al lobby incesante de las grandes empresas extractoras y a falta de planificaci¨®n para las alternativas renovables.
Los chicos de secundaria que se manifiestan por la seguridad clim¨¢tica hicieron la tarea. Es hora de que pol¨ªticos como Trump y Bolsonaro hagan la suya o dejen de ser un impedimento
El paso fundamental que hay que dar es un aumento masivo de la generaci¨®n de energ¨ªa a partir de fuentes renovables, sobre todo la e¨®lica y la solar. Para algunos usos finales de la energ¨ªa, por ejemplo en motores de autos y calefactores hogare?os, se consumir¨¢ electricidad directamente; en otros (en industria, navegaci¨®n, aviaci¨®n y transporte en cami¨®n) se usar¨¢n combustibles limpios, producidos mediante la electricidad de fuentes renovables. Algunos de los combustibles con emisi¨®n neta nula incluyen el hidr¨®geno, fluidos sint¨¦ticos y el metano sint¨¦tico. En tanto, los establecimientos agr¨ªcolas deben pasar a la producci¨®n de alimentos vegetales.
La continuidad de la construcci¨®n de centrales a carb¨®n en Asia y la deforestaci¨®n incesante en el sudeste de Asia, ?frica y Brasil suponen un riesgo inmenso y totalmente innecesario para el clima, el aire y la nutrici¨®n. A este absurdo se suman la promoci¨®n de los combustibles f¨®siles que hace en Estados Unidos el Gobierno de Trump (pese al inmenso potencial que tienen las energ¨ªas renovables en este pa¨ªs) y la insistencia del nuevo presidente populista brasile?o, Jair Bolsonaro, en desarrollar (es decir, deforestar) el Amazonas.
?Qu¨¦ hacer entonces? El paso m¨¢s urgente ahora es educar a Gobiernos y empresas. Los Gobiernos nacionales deben elaborar informes t¨¦cnicos de la capacidad de sus pa¨ªses para poner fin a las emisiones de gases de efecto invernadero de aqu¨ª a mediados de siglo. Y empresas y bancos deben examinar con urgencia los fuertes argumentos tecnol¨®gicos para la adopci¨®n de sistemas energ¨¦ticos y alimentarios no contaminantes y seguros.
Un importante nuevo estudio muestra que todas las regiones del mundo cuentan con suficiente potencial de generaci¨®n e¨®lica, solar e h¨ªdrica como para descarbonizar el sistema energ¨¦tico. Los pa¨ªses situados a mayor latitud, como Estados Unidos, Canad¨¢, los del norte de Europa y Rusia, tienen una disponibilidad de viento relativamente mayor que los pa¨ªses tropicales. Y todos pueden adoptar el auto el¨¦ctrico y usar los nuevos combustibles limpios para impulsar camiones, barcos, aviones y f¨¢bricas.
Esta transici¨®n energ¨¦tica crear¨¢ millones de empleos m¨¢s que los que se pierdan en las industrias basadas en combustibles f¨®siles. Los accionistas de empresas como ExxonMobil y Chevron que se nieguen a reconocer la inminente transici¨®n energ¨¦tica terminar¨¢n pagando un alto precio. En los pr¨®ximos a?os, las inversiones que siguen haciendo en combustibles f¨®siles se convertir¨¢n en activos inmovilizados.
Los Gobiernos y las autoridades a cargo de los servicios p¨²blicos deben exigir que todas las nuevas instalaciones de generaci¨®n de energ¨ªa sean descarbonizadas. Conforme las viejas centrales impulsadas por combustibles f¨®siles envejezcan y se cierren, hay que reemplazarlas con energ¨ªa limpia en forma competitiva, por ejemplo mediante licitaciones para la generaci¨®n de energ¨ªa renovable. China y la India, en particular, deben dejar de construir nuevas centrales a carb¨®n dentro de su territorio, y pa¨ªses exportadores de capital como China y Jap¨®n deben dejar de financiar esas centrales en el resto de Asia, por ejemplo en Pakist¨¢n y Filipinas.
Las empresas privadas competir¨¢n intensamente para reducir todav¨ªa m¨¢s los costes de los sistemas de energ¨ªa renovable, incluido en esto la generaci¨®n de energ¨ªa, su almacenamiento y su uso final en veh¨ªculos el¨¦ctricos, calefactores y cocinas el¨¦ctricas, y la nueva econom¨ªa del hidr¨®geno. Los Gobiernos deben poner l¨ªmites a las emisiones y el sector privado debe competir para ofrecer soluciones de bajo coste. Y ambos sectores deben colaborar en la financiaci¨®n de nuevas iniciativas de investigaci¨®n y desarrollo que permitan reducir todav¨ªa m¨¢s los costes.
Lo mismo vale para el uso de la tierra. Si Bolsonaro realmente piensa que conseguir¨¢ un auge econ¨®mico en Brasil permitiendo una mayor deforestaci¨®n del Amazonas para el cultivo de soja y la cr¨ªa de ganado, se equivoca. Ese plan aislar¨¢ a Brasil y pondr¨¢ a las principales empresas fabricantes de alimentos ante la disyuntiva de dejar de comprar productos brasile?os o arriesgarse a una reacci¨®n mundial masiva de los consumidores.
La industria de los alimentos ya va en otra direcci¨®n: la gran noticia es que Burger King, en un nuevo emprendimiento con Impossible Foods, tiene planes de adoptar la hamburguesa vegetal. Las hamburguesas de Impossible saben igual que las de carne, pero gracias al uso inteligente de la qu¨ªmica sobre la base de ingredientes vegetales, los amantes de las hamburguesas pueden disfrutar de su comida favorita y al mismo tiempo salvar el planeta.
La transformaci¨®n de los sistemas energ¨¦ticos y alimentarios nos permitir¨¢ disfrutar de energ¨ªa barata y dietas sanas y sustanciosas sin arruinar el medio ambiente. Los chicos de secundaria que se manifiestan por la seguridad clim¨¢tica hicieron la tarea. Es hora de que pol¨ªticos como Trump y Bolsonaro hagan la suya o dejen de ser un impedimento.
Jeffrey D. Sachs es profesor de Desarrollo Sostenible, profesor de Gesti¨®n y Pol¨ªtica Sanitaria y director del Centro de Desarrollo Sostenible en la Universidad de Columbia. Tambi¨¦n es director de la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
? Project Syndicate 1995¨C2019
Traducci¨®n: Esteban Flamini
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