Los retos futuros de los bancos
Nuestros hijos y nietos no van a acercarse a una sucursal, a menos que su tarjeta no funcione o se queden sin saldo
El primer desaf¨ªo al que se enfrentan los bancos es el de la digitalizaci¨®n, que es un reto generacional, que consiste en que nuestros hijos y nuestros nietos no van a acercarse a una sucursal bancaria, a menos que su tarjeta digitalizada no funcione o porque se ha quedado sin saldo y el banco ya no le da m¨¢s cr¨¦dito. Asimismo, se podr¨¢n hacer pagos mediante cualquier tel¨¦fono m¨®vil que est¨¦ respaldado o recargado por una cuenta bancaria.
Adem¨¢s, estamos viendo como, en muchos pa¨ªses que son inseguros, especialmente en los pa¨ªses en desarrollo, la ¨²nica forma de que no les roben, si es que llevan billetes o monedas encima, es que porten una tarjeta con una clave. As¨ª, los ladrones, tendr¨ªan casi que torturarles para que les den el c¨®digo, siendo m¨¢s f¨¢cil que terminen en la c¨¢rcel. Yo mismo presido, en la Escuela de Negocios del IE, una ONG llamada Financieros Sin Fronteras en la que estudiantes y profesores del IE ayudan a los habitantes de Ghana, con el apoyo de su banco central, a evitar que lleven dinero en billetes o monedas encima o lo tengan en sus viviendas, dado que el problema de inseguridad es enorme en la mayor parte de ?frica.
Este reto tiene un impacto transformador para los bancos que tendr¨¢n que reducir, dr¨¢sticamente, el n¨²mero de sus oficinas y de sus empleados y funcionar de forma creciente a trav¨¦s de sus ordenadores y de sus tel¨¦fonos m¨®viles.
Existe una tendencia creciente en Europa a que la gente utilice cada a?o menos monedas y billetes. Por ejemplo, el Riskbank, banco central de Suecia, muestra que entre 2010 y 2018 la utilizaci¨®n de dinero en efectivo ha ca¨ªdo de un 38% del total a un 12,5%, siendo un pa¨ªs en el que es muy raro que haya robos y, adem¨¢s, con una poblaci¨®n en descenso de 10,1 millones y una densidad de poblaci¨®n de s¨®lo 23 habitantes por kil¨®metro cuadrado.
En una reuni¨®n del Group of Thirty (G30) en Nueva York, en noviembre de 2018, Darrell Duffie, profesor del Graduate School of Business de la Universidad de Stanford, estuvo explicando la disrupci¨®n del mercado monetario debida a las monedas digitales y a los sistemas de pago r¨¢pidos.
Por un lado, se est¨¢ multiplicando la emisi¨®n de pagos a trav¨¦s de mensajes de un tel¨¦fono m¨®vil a otro m¨®vil o a otro ordenador final de la persona que recibe el pago y tambi¨¦n los mensajes de un m¨®vil a su cuenta corriente en el banco. Asimismo, se est¨¢ intercambiando a mucha mayor velocidad el dinero digital entre los bancos y sus clientes.
Seg¨²n un an¨¢lisis realizado por Benoit Coeur¨¦, miembro del Comit¨¦ Ejecutivo del BCE, cuyos datos han sido obtenidos de una encuesta ad hoc de CPMI-IOSCO, la mayor¨ªa de los 80 bancos centrales de su muestra est¨¢n ahora trabajando con monedas digitales llamadas Central Bank Digital Currencies (CBDCs). De momento, un 30% de dichas entidades no utilizan monedas digitales, otro 10% s¨®lo las utiliza al por mayor, otro 20% utiliza, exclusivamente, monedas digitales y un 40% est¨¢ intentando utilizar monedas digitales al por mayor.
El Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS), public¨® un informe, en enero de 2019, en el que explica que, aunque la mayor¨ªa de los bancos centrales est¨¢n investigando sobre las CBDCs, s¨®lo unos pocos intentan emitirlas a corto o medio plazo. El estudio muestra que conviene distinguir entre una persona que intenta verificar un dinero simb¨®lico (token) y las cuentas corrientes en las que basta con identificar su titular y ya se est¨¢n emitiendo monedas digitales privadas, en d¨®lares, de acuerdo con Token X Federated Stablecoin, en Estados Unidos.
Seg¨²n McKinsey Global Payments Map (2017), los ingresos de los sistemas de pagos han sido de 40 billones de d¨®lares en norteam¨¦rica y de 1,18 billones, en el resto del mundo. Un 27,6% ha sido de cuentas l¨ªquidas, un 18,45 % de cuentas relacionadas con la liquidez, un 17,1% de transacciones nacionales, un 12,5% de tarjetas de cr¨¦dito, un 11,3% de transacciones dom¨¦sticas, un 2,7% de tarjetas comerciales y un 1,3% de otras tarjetas.
China ha producido una disrupci¨®n en su sistema de pagos, entre 2012 y 2017. Hoy, el Grupo Alibaba, que tiene un balance de 133.000 millones de d¨®lares, y el grupo Tencent, de (257.000 millones), han logrado dominar el mercado con el 15,3% del total.
Asimismo, las grandes franquicias bancarias est¨¢n sufriendo la competencia de Google, a trav¨¦s de Alphabet, que vale en Bolsa 782.924 millones, y tambi¨¦n de Amazon, con una capitalizaci¨®n de 902.510 millones de d¨®lares.
Seg¨²n el Banco Central de Estados Unidos (FED) los bancos no est¨¢n ofreciendo tipos de inter¨¦s competitivos. Mientras que el IOER, es decir, el tipo de inter¨¦s sobre el exceso de sus reservas, ha alcanzado casi el 2,4%, el Federal Funds Target Rate es s¨®lo del 0,25% y el Jumbo Savings Account Rate es del 0,2%, mientras que el Jumbo CD Rate a seis meses alcanza el 0,3%. Los dep¨®sitos de los bancos a tipo cero llegaron a alcanzar un m¨¢ximo del 28% del total en 2015, cayendo al 26% en 2018.
Se estima que los pagos instant¨¢neos o similares van a ser dominantes dentro de 10 a?os, aunque existen ya algunas formas de pagos instant¨¢neos, como los sistemas de pagos de cuentas bancarias, o las nuevas monedas digitales, emitidas por muchos bancos centrales o, incluso, las monedas estables privadas Private Stable Coins (PSC).
Existe, adem¨¢s, otra competencia creciente, seg¨²n un trabajo de Morten Linneman Bech y Rodney Garrat (Septiembre 2017) publicado por el BIS titulado Las criptomonedas emitidas por los bancos centrales, que muestra que es un proceso que alcanza ya a un n¨²mero creciente de entidades emisoras. Ambos autores muestran dos cuadros. El primero, titulado La flor del dinero: una taxonom¨ªa del dinero, muestra que hay cinco p¨¦talos: el primero basado en los dep¨®sitos bancarios, que son accesibles a todo el mundo; el segundo el emitido por los bancos centrales, el tercero el centrado en las reservas bancarias, el cuarto los pagos nominales y el quinto los pagos basados en criptomonedas.
Asimismo, muestran otro cuadro con la lista de las monedas digitales emergentes:
- M-pesa, de WorldRemit.com, basada en dep¨®sitos bancarios y en dinero m¨®vil, en muchos pa¨ªses en desarrollo.
- EKronaA y EKrona B, que son monedas emitidas tanto por (Riskbank), como por el banco central de Dinamarca (Danmarks Nationalbank).
- Jasper, que es una criptomoneda del Banco Central de Canad¨¢ (BOC).
- Ubin, que la emite la Autoridad Monetaria de Singapur (MAS)
- Y, finalmente, el resto de monedas llamadas crypto-stable coins (CSC).
El Global Findex Database (GFD) del Banco Mundial muestra un cuadro muy interesante titulado Los pagos digitales y la inclusi¨®n financiera que mide la fracci¨®n de adultos que tienen una cuenta corriente. Los resultados son los siguientes:
Primero, en los pa¨ªses desarrollados de ingresos altos, m¨¢s del 90% de las personas adultas ha ordenado, recibido pagos o ingresos digitales durante el a?o, mientras el restante, hasta el 100%, no los hab¨ªa recibido. Segundo, en los pa¨ªses en desarrollo las cifras son mucho m¨¢s bajas, s¨®lo el 65% de las personas adultas tiene una cuenta corriente. El 45% de dichas personas utiliz¨® pagos digitales durante un a?o y el 20% no los hizo o no los recibi¨®.
Tercero, hay cuatro pa¨ªses en desarrollo emergentes, que son China, India, Kenia y Vietnam que muestran los siguientes resultados: el pa¨ªs que m¨¢s utilizaci¨®n ha hecho de los pagos digitales ha sido Kenia en donde el 80% de las personas los hizo o los recibi¨® y s¨®lo un 5% no los hizo o los recibi¨®.
El segundo pa¨ªs emergente es China, en el que el 67% de las personas hizo o recibi¨® pagos digitales y s¨®lo un 23% no los hizo o recibi¨®. El tercero es India, en el que s¨®lo un 30% hizo o recibi¨® pagos digitales y un 50% no los hizo o recibi¨®. El cuarto pa¨ªs en desarrollo es Vietnam, en el que un 23% hizo o recibi¨® pagos digitales y s¨®lo un 10% no los hizo o recibi¨®.
En resumen, la digitalizaci¨®n monetaria se est¨¢ desarrollando a una velocidad creciente en el mundo, pero especialmente en los pa¨ªses en desarrollo, que son, realmente, los que m¨¢s la necesitan por tener mayores niveles de inseguridad.
Guillermo de la Dehesa es presidente honorario del Centre for Economic Policy Research (CEPR) de Londres
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