Domenicali, presidente de Lamborghini: una vida a toda pastilla

"Nac¨ª en Imola, la ciudad del motor, e iba en ese camino, pero he tenido mucha suerte. Para un chaval que ayudaba y viv¨ªa las carreras en el paddock (la zona interior de los circuitos), acabar convirti¨¦ndose en director de toda la competici¨®n de Ferrari ha sido una historia algo extra?a, pero muy bonita, y me hace sentir afortunado. Y demuestra que hay que estar preparado para aprovechar las oportunidades. El resto es experiencia para trabajar, ser positivo en tiempos dif¨ªciles y no exaltarse en los buenos. Es lo que ha caracterizado mi vida, antes y ahora¡±.

Stefano Domenicali, presidente de Lamborghini, la marca de coches deportivos que adquiri¨® el Grupo VW en 1998, recibe a EL PA?S la v¨ªspera de la apertura del Sal¨®n del Autom¨®vil de Barcelona. Aunque su padre se dedicaba a las finanzas y la carrera de Econ¨®micas se?alaba esa hoja de ruta, parec¨ªa predestinado a trabajar en Ferrari. Y esa idea sobre la fuerza del destino en la vida sobrevuela de forma recurrente sus palabras: ¡°Acab¨¦ mis estudios en abril de 1991 y envi¨¦ el curriculum a muchas empresas. Pero tras hacer tres entrevistas en tres semanas, el 1 de junio entr¨¦ en Ferrari y all¨ª he estado 23 a?os¡±.

Paso a paso, casi sin pensarlo, la vida profesional le va acercando al sue?o de millones de compatriotas: dirigir la Scuder¨ªa Ferrari de F¨®rmula 1, icono nacional de Italia. Tras pasar por la direcci¨®n de patrocinios, en 1996 da el salto a la pista como manager del equipo de F1 y en 2008 se convierte en el responsable de la Scuder¨ªa.

¡°Fernando Alonso mereci¨® ganar al menos un Mundial con Ferrari, y estuvimos a punto¡±

Pero llega a esa silla caliente para sustituir a Jean Todt en plena era pos Schumacher, cuando ese binomio irrepetible hab¨ªa logrado sacar a Ferrari de su traves¨ªa del desierto y reverdecer la leyenda con una racha imparable de t¨ªtulos mundiales de pilotos y constructores de F1. Adorado por sus subordinados y cuestionado por los cr¨ªticos, que le ve¨ªan como la mano obediente de Luca di Montezemolo, presidente entonces de Ferrari, fue siempre al rebufo de la competitividad de Red Bull, primero, y Mercedes despu¨¦s. Y los ¨¦xitos pasados se convirtieron en una losa que ni el fichaje de Alonso, la estrella del momento, pudo levantar, en parte tambi¨¦n por verdadera mala suerte. ¡°Fernando era y es un grand¨ªsimo piloto. Mereci¨® ganar al menos un mundial, y estuvimos a punto en 2010 y 2012, aunque el coche no era el m¨¢s competitivo. El destino lo quiso as¨ª, pero no le resta valor¡±.

Su salida en 2014 no borr¨® los buenos recuerdos: ¡°Me quedo con la primera victoria en Bahrein en 2010, con Fernando y Felipe (Massa) primero y segundo cuando nadie lo imaginaba. Hubo muchos buenos momentos, como el acuerdo con el Banco de Santander, y otros dif¨ªciles, porque cuando pierdes campeonatos tan importantes se quedan en el est¨®mago. Son parte de la vida y te hacen crecer sin restar a lo que vivimos¡±.

A los nueve meses de salir de Ferrari, Domenicali ficha por Lamborghini, y un a?o m¨¢s tarde accede a la presidencia de la marca vecina y rival. Pero en lugar de recordar su salida con tristeza o rencor, transmite cari?o y respeto: ¡°All¨ª me dedicaba a la F¨®rmula 1 en una compa?¨ªa que fabrica autom¨®viles y ahora las dimensiones son similares, pero el gran cambio es trabajar en un grupo como VW-Audi viniendo de otro como Fiat, sin entrar en si es mejor o peor. Son dos realidades diametralmente opuestas al organizar el trabajo, porque las culturas tambi¨¦n lo son, con grandes diferencias en la relaci¨®n, definici¨®n de la actividad, investigaci¨®n o gesti¨®n de procesos. Pero tras vivir ambas, la s¨ªntesis de la organizaci¨®n alemana con la creatividad y capacidad de improvisaci¨®n latinas, representan lo mejor. Por separado nunca son perfectas, pero juntas aportan una gran fortaleza¡±.

¡°La s¨ªntesis entre organizaci¨®n alemana y creatividad latina es el ¨¦xito de Lamborghini¡±

Esa fusi¨®n es la que declara con humildad estar aplicando en Lamborghini: ¡°Creo sin personalizar, que estamos viviendo la belleza de una compa?¨ªa italiana que ha crecido mucho, da resultados antes inimaginables y camina dentro de un gran grupo con su propia forma de hacer las cosas. Y no es casualidad: la capacidad de unir esas dos formas de laborar ha tra¨ªdo un ¨¦xito extraordinario¡±.

Los n¨²meros le avalan: en 2015 se vendieron 2.300 coches, en 2018 fueron 5.700 tras la llegada del todoterreno Urus, y este a?o espera acercarse m¨¢s a los 10.000 de Ferrari. Pero Domenicali no tiene prisa: ¡°Han sido tres a?os bonitos, intensos y de mucha energ¨ªa. Junto al lanzamiento del Urus, duplicamos la f¨¢brica de 80.000 a 160.000 m2, tenemos 700 personas m¨¢s y nuevas tecnolog¨ªas y productos. La gama actual ¡ªAventador, Hurac¨¢n y Urus¡ª nos dar¨¢ este a?o otro gran salto hasta 8.000 coches, que deber¨ªa ser la cifra a estabilizar para mantener el valor de los usados y el prestigio logrado. No conviene olvidar que somos una marca exclusiva, y debemos ser inclusivos con los j¨®venes, pero exclusivos en volumen.¡±

Aunque no se trata de ser Ferrari, Domenicale presume del posicionamiento de Lamborghini: ¡°Los clientes j¨®venes nos valoran como una marca cool, din¨¢mica, deportiva y tecnol¨®gica. Si lo comparo con Ferrari, veo un perfil cada vez m¨¢s complementario. Nuestro concepto del lujo es m¨¢s joven, de gente que est¨¢ llegando; el suyo, con todo el respeto, es m¨¢s maduro, de los que han llegado. Los j¨®venes se est¨¢n enamorando de nosotros y lo veo en los que crean tendencia en el deporte o la m¨²sica. Hemos pasado de 2.6 millones de seguidores a 19 en Instagram y 30 en redes sociales.

La electrificaci¨®n y la conducci¨®n aut¨®noma del autom¨®vil del futuro chocan de lleno con los valores tradicionales de los superdeportivos, como las experiencias emocionales al volante. Pero el ejecutivo italiano no parece preocupado. ¡°Mantendremos un dise?o identificativo y una tecnolog¨ªa que haga evidente ese valor de la marca, porque pensamos que el motor t¨¦rmico tendr¨¢ un gran valor en el futuro, junto a la hibridaci¨®n. Creo que cuanto m¨¢s se hable de movilidad y guiado aut¨®nomo, mayor ser¨¢ el nicho de los superdeportivos. Nadie compra un Aventador porque lo necesite para moverse a diario, sino para disfrutar la emoci¨®n de conducirlo, ser diferente o tener un estatus. Por eso cuando se habla de conducci¨®n aut¨®noma para estos coches siempre digo: ?No gracias!¡±.