Costa Rica se convierte en l¨ªder mundial en la exportaci¨®n de mariposas

En medio de los productos tradicionales encabezados por el banano, la pi?a o el caf¨¦, y de los aparatos m¨¦dicos que se han colado en a?os recientes entre los bienes que m¨¢s exporta Costa Rica, un sector peque?o y silencioso mueve sus alas desde las parcelas de m¨¢s de 400 familias de este pa¨ªs centroamericano famoso por su biodiversidad y su conciencia ambiental. El sector productor de mariposas para exportaci¨®n se consolida poco a poco y lidera el comercio mundial de estos insectos coloridos que abundan en la peque?a, pero diversa, geograf¨ªa costarricense.

El negocio que empez¨® hace 30 a?os un voluntario ingl¨¦s para surtir a un ¨²nico cliente en Birmingham se ha replicado y ahora alcanza los dos millones de d¨®lares al a?o de ingresos, una cifra alejada de los sectores poderosos de la econom¨ªa costarricense, pero significativa para la red de productores peque?os que sacan ventaja de la naturaleza local, de un nivel educativo b¨¢sico para aprender las t¨¦cnicas y de un entramado institucional suficiente para colocar el producto en mercados internacionales. Estados Unidos, Europa, Emiratos ?rabes Unidos, Rusia y M¨¦xico son los principales destinos de las pupas, como se llama a los gusanos vivos que se trasiegan semanas antes de que nazca el insecto, apreciado en museos, exhibiciones, laboratorios y talleres de artesan¨ªa.

¡°Es una actividad que ha crecido mucho en la ¨²ltima d¨¦cada y que se desarrolla con un modelo social muy particular, sin grandes productores y con gran respeto por la naturaleza. Es un sector que simboliza bien mucho de lo que es Costa Rica¡±, explica Sergio Siles, director de las diez empresas exportadoras de estos insectos, Suministros Entomol¨®gicos Costarricense (Secsa), que se surte de la producci¨®n de las peque?as granjas.

De las 1.500 especies de mariposas diurnas que habitan en Costa Rica, menos de 100 figuran en el cat¨¢logo de pupas exportadas, donde destaca la denominada morpho azul, conocida por su vistoso color azul y su gran tama?o (hasta 20 cent¨ªmetros). Es la favorita de Jenny V¨ªquez, una ingeniera inform¨¢tica que dej¨® su carrera profesional para dedicarse a granjas educativas, a producir, a capacitar a otros y a exportar los gusanos. ¡°Es toda una cadena de valor alrededor de una pasi¨®n que poco a poco ha encontrado la manera de ser rentable¡±, dice dentro de su mariposario en un pueblo monta?oso y fresco llamado San Isidro de Heredia, aunque tambi¨¦n se al¨ªa con personas de otras regiones para producir especies propias de cada lugar. Indica que su negocio, Vida de colores, participa de un mercado que paga a dos d¨®lares una pupa dentro del pa¨ªs y cuatro d¨®lares, fuera.

M¨¦todos variados

Los m¨¦todos son variados, pero todos llevan un trabajo esmerado. En su caso, cuida 900 ¨¢rboles de una especie llamada por¨® que alimenta a las larvas hasta que se forman como pupa y quedan lista para la exportaci¨®n. En cuesti¨®n de una semana o dos, seg¨²n la especie, la mariposa est¨¢ lista para nacer en el pa¨ªs de destino. Pueden pasar 100 d¨ªas desde que se recolecta el huevo hasta que el insecto se forma completo y vuela ante los ojos de los extranjeros.

¡°Las mariposas se han universalizado como veh¨ªculos en la educaci¨®n ambiental en todo el mundo¡±, explica el entom¨®logo de la Universidad de Costa Rica (UCR), Ricardo Murillo, especialista en estos insectos. ¡°Por medio de las exhibiciones de mariposas se sensibiliza sobre la biodiversidad en los tr¨®picos. La mariposa es carism¨¢tica, es un veh¨ªculo que conecta la naturaleza con el ser humano alrededor del mundo¡±, a?ade en una entrevista publicada por el peri¨®dico de esa universidad, donde funciona un laboratorio de investigaci¨®n en cr¨ªa de mariposas ¨²nico en Mesoam¨¦rica.

El sector funciona como una comunidad, aunque no dejan de competir entre s¨ª, reconoce V¨ªquez dentro del encierro que ella misma construy¨® para exhibir sus mariposas y material did¨¢ctico. Es como criar vacas o atender un jard¨ªn grande, dice para dimensionar el trabajo. Es una labor que se repite todos los d¨ªas: sembrar los ¨¢rboles que alimentan a las larvas, podar, cubrir con telas para evitar que las coman los p¨¢jaros o las ara?as, vigilar cuando se forman como pupa y llevar bien la cuenta para saber en qu¨¦ momento debe exportarse y cu¨¢nto puede tardar. ¡°No vaya a ser que nazcan un mont¨®n de mariposas y salgan volando dentro de un avi¨®n, aunque ser¨ªa una escena muy bonita¡±, bromea.

Alternativas

La producci¨®n de mariposas y otros sectores menores se abren como alternativas ante el frenazo que han sufrido las exportaciones costarricenses en los primeros meses de 2019; las ventas en el primer cuatrimestre pr¨¢cticamente no crecieron en relaci¨®n con el mismo periodo del a?o anterior y cayeron un 10% en las empresas que carecen de incentivos aduaneros. M¨¢s bien se redujo un 15% el valor de los env¨ªos agr¨ªcolas, golpeados por la disminuci¨®n del comercio del pl¨¢tano (-34%), de pi?a (-9%) y de mel¨®n (-13%). A ello hay que a?adir el golpe en la cosecha de caf¨¦, la m¨¢s baja en 40 a?os en este pa¨ªs centroamericano. Es una situaci¨®n ¡°cr¨ªtica¡±, dijo el gremio de exportadores al diario La Naci¨®n.

Los n¨²meros apenas se compensan con un aumento del 7% en las exportaciones de bienes producidos en un r¨¦gimen favorecido con incentivos aduaneros. En este cat¨¢logo se incluye la industria de los dispositivos m¨¦dicos, que en 2018 creci¨® 14% y las exportaciones del sector agr¨ªcola. Representan un 28% y 26% respectivamente del total de exportaciones, aunque es m¨¢s limitado el impacto de los dispositivos m¨¦dicos en la econom¨ªa local y en las tasas de empleo. Para el sector agropecuario, encima afectado por los trastornos clim¨¢ticos, el panorama se complica y obliga a muchas de las familias que viv¨ªan de ¨¦l a buscar otras v¨ªas. Entre ellas, el boom de las mariposas. El valor total de las exportaciones costarricense en 2018 alcanz¨® 20.570 millones de d¨®lares, equivalente al 34,2 % del producto interior bruto (PIB).