Finanzas y medio ambiente
El maridaje entre los ¨¢mbitos de actividad de las finanzas y el medio ambiente es creciente y cada vez m¨¢s consistente. El documento elaborado por ?ngel Berges, Emilio Ontiveros y Ricardo Pedraz para EuropeG aborda esta relaci¨®n y contextualiza su importancia creciente tanto a nivel global como en Espa?a
El pasado 3 de abril tuvo lugar la presentaci¨®n del Policy Brief n¨²mero 14 de EuropeG (think tank dedicado a la creaci¨®n y divulgaci¨®n de opini¨®n cualificada) elaborado por Afi bajo el t¨ªtulo "Finanzas y medio ambiente", con la participaci¨®n de la ministra de Transici¨®n ecol¨®gica Teresa Ribera, el director de EuropeG Antoni Castells y Emilio Ontiveros, presidente de Afi.
El creciente v¨ªnculo entre Finanzas y Medio Ambiente tiene cada vez mayores puntos de conexi¨®n tanto desde el punto de vista de las oportunidades como de los riesgos. El elemento de mayor importancia de esa relaci¨®n es el cambio clim¨¢tico. La variaci¨®n del sistema clim¨¢tico y el calentamiento global asociado impone unos costes sobre futuras generaciones que la generaci¨®n actual carece de incentivos para evitar. Esta afirmaci¨®n, conocida como la "Tragedia del Horizonte", la enunci¨® en 2015 Mark Carney en calidad de Gobernador del Banco de Inglaterra y no ha perdido un ¨¢pice de vigencia cuatro a?os despu¨¦s. Raro es el d¨ªa en el que no se informa de nuevos costes asociados a este problema global.
Para resolver esta paradoja, y sobre todo para establecer los incentivos apropiados, nada mejor que involucrar a los mercados financieros para valorar (en el sentido de estimar el valor econ¨®mico y financiero) los objetivos y compromisos acordados en la Cumbre de Paris. Ahora bien, para ello resulta absolutamente imprescindible una mayor transparencia informativa. Y ciertamente existen importantes deficiencias en este sentido sobre los riesgos financieros asociados al clima.
La tipificaci¨®n de riesgos clim¨¢ticos ha ayudado a comprender en mayor medida la magnitud del problema ¨Cas¨ª como de las oportunidades- que enfrenta la econom¨ªa en este ¨¢mbito. Los riesgos f¨ªsicos, como aquellos derivados de desastres meteorol¨®gicos, siendo cada vez m¨¢s importantes y frecuentes no son ni si quiera tan importantes en t¨¦rminos de impacto financiero en comparaci¨®n con los riesgos de transici¨®n hacia una econom¨ªa descarbonizada. Adem¨¢s, existe una relaci¨®n entre ambos: cuanto mayores son unos (m¨¢s acci¨®n para la transici¨®n) menores son los otros (menor calentamiento global y menores desastres, y viceversa), aunque no hasta el punto de desaparecer.
A superar esas deficiencias van encaminadas las recomendaciones emitidas por el grupo de trabajo (TCFD, o Task Force on Climate-related Financial Disclosure) del mencionado FSB, as¨ª como las del Grupo de Expertos de Alto Nivel sobre Finanzas Sostenibles creado para identificar los desaf¨ªos y las oportunidades que enfrenta la Uni¨®n Europea para desarrollar una pol¨ªtica financiera sostenible.
Sobre la base de esas recomendaciones, la Comisi¨®n Europea present¨® en marzo de 2018 su Plan de acci¨®n en finanzas sostenibles donde detallaba los pasos que deben dar las instituciones europeas para vincular el sistema financiero al desarrollo sostenible en el marco de la Uni¨®n de Mercado de Capitales (UMC).
En este entorno, las pruebas realizadas por algunos bancos centrales (l¨¦ase el franc¨¦s y el holand¨¦s) en relaci¨®n a posibles test de estr¨¦s de los balances de las entidades financieras en relaci¨®n a sus riesgos clim¨¢ticos, se har¨¢n realidad m¨¢s pronto que tarde. La Autoridad Bancaria Europea ya ha empezado a trabajar en esta l¨ªnea tras el mandato de planteado por la normativa comunitaria que est¨¢ actualmente en debate.
Al margen de las mencionadas recomendaciones, propuestas y mandatos, cada vez son m¨¢s las entidades, sobre todo en el ¨¢mbito de la gesti¨®n de activos, que adoptan estrategias mucho m¨¢s proactivas de medici¨®n y comunicaci¨®n en relaci¨®n con los riesgos del cambio clim¨¢tico y la huella de carbono, que en algunos casos llegan a comprometerse con objetivos cuantificables de reducci¨®n de su exposici¨®n a activos causantes de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Esos compromisos de reducci¨®n de activos expuestos pueden ser valiosos tambi¨¦n en una perspectiva de optimizaci¨®n del binomio rentabilidad/riesgo, como algunos informes recientes ponen de manifiesto, en forma de obtenci¨®n de mayores rentabilidades en la inversi¨®n sostenible, o de registrar tasas de morosidad m¨¢s reducidas en financiaciones a dicho tipo de actividades.
Desde la evidencia observada en otros pa¨ªses, la inversi¨®n institucional tiene un papel clave en la canalizaci¨®n del ahorro de los particulares hacia inversiones sostenibles fruto de la creciente desintermediaci¨®n de los canales de financiaci¨®n corporativa. Ante esta realidad, su sensibilidad ante el control de riesgos financieros y no financieros es creciente dada la evidencia de que dicho tipo de inversiones pueden generar rentabilidades que incluso superan a las obtenidas en inversiones no sostenibles ("it pays to be green").
En el caso espa?ol, si bien el punto de partida refleja un peso muy reducido de la inversi¨®n sostenible en las carteras institucionales, las expectativas son esperanzadoras, en la medida en que una mayor¨ªa de entidades apuesta por un crecimiento de dicha inversi¨®n, no tanto por exigencias regulatorias sino por crecientes demandas de clientes inversores, as¨ª como por la percepci¨®n de que dichas inversiones pueden ser tanto o m¨¢s rentables que el resto. La futura Ley de cambio clim¨¢tico y transici¨®n energ¨¦tica ser¨¢ un incentivo apropiado para impulsar el desarrollo de este ¨¢mbito, de forma que se convierta en un revulsivo para el sector.
El Policy Brief "Finanzas y Medio Ambiente" est¨¢ disponible en el siguiente enlace.
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