Un nuevo enfoque para la diplomacia cultural

A lo largo de los ¨²ltimos a?os ha quedado constancia de que la diplomacia cultural es un elemento fundamental de la pol¨ªtica exterior de los Estados. El problema es que muchas veces no es valorada en su justa medida y se desaprovecha su potencial. En el caso particular de Espa?a, hemos tenido todo tipo de experiencias. Algunas muy positivas que se produjeron con la llegada de la democracia a nuestro pa¨ªs, aprovechando ese momento de euforia colectiva en el que nos empe?¨¢bamos en mostrar al mundo ese nuevo pa¨ªs que se estaba construyendo desde la modernidad y los valores compartidos. En 1985 se crea la Direcci¨®n General de Relaciones Culturales, que es la primera herramienta que estructura la acci¨®n cultural exterior, en 1988 la AECI y en 1991 el Instituto Cervantes.

Se llevaron a cabo importantes eventos internacionales en la d¨¦cada de los 90, la Expo de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona, que supusieron una inyecci¨®n presupuestaria a muchos programas culturales de fortalecimiento de la imagen pa¨ªs en el exterior. Esta inercia que continu¨® durante la primera d¨¦cada de los 2000, permiti¨® reestructurar la acci¨®n cultural exterior haci¨¦ndola m¨¢s coherente y efectiva. En la primera d¨¦cada de los 2000 se generan las grandes sociedades estatales que se reparten entre el Ministerio de Exteriores y el Ministerio de Cultura. Ser¨¢ despu¨¦s de 2008 cuando se fusionen en Acci¨®n Cultural Espa?ola (AC/E) en consonancia con la reducci¨®n presupuestaria y la pol¨ªtica cultural exterior del momento.

Aunque se han dado algunos conflictos competenciales provocados por el debate de si la acci¨®n cultural exterior debe estar en el Ministerio de Exteriores o en el de Cultura, lo que es cierto es que en este tipo de pol¨ªticas es imprescindible una alineaci¨®n y complementariedad de recursos y programas. El liderazgo de la pol¨ªtica exterior recae en el Ministerio de Exteriores[1] y la pol¨ªtica cultural en ese marco es una pol¨ªtica p¨²blica. Por otro lado, en la acci¨®n exterior son muchos otros los agentes implicados, como el Ministerio de Hacienda, el de Industria, Comercio y Turismo, y otros como las CC AA o las fundaciones, por ejemplo. Es evidente que el marco de trabajo de la acci¨®n cultural exterior es un marco colaborativo en el que se hace imprescindible trabajar en mesas de coordinaci¨®n lideradas en cuestiones regionales por el Ministerio de Exteriores y en cuestiones sectoriales por el Ministerio de Cultura[2].

Por otro lado y en pro de la eficiencia de la acci¨®n exterior, ser¨ªa necesaria una revisi¨®n de la arquitectura institucional para optimizar recursos, adaptando la gesti¨®n a lo que entendemos como una administraci¨®n p¨²blica del S. XXI. Esta es la reforma que esperamos se produzca en la AECID antes de octubre de este a?o, en aplicaci¨®n de la Ley 40/2015 de R¨¦gimen Jur¨ªdico del Sector P¨²blico[3].

Arquitectura institucional

Por lo general, la diplomacia cultural en los pa¨ªses de nuestro entorno se caracteriza por una arquitectura institucional con base en el Ministerio de Exteriores, con una subestructura ligada al Ministerio de Cultura. Donde hay m¨¢s disparidad es en los sistemas de radiodifusi¨®n y en los intercambios acad¨¦micos. En la mayor¨ªa de los pa¨ªses las pol¨ªticas de diplomacia cultural est¨¢n dirigidas a la innovaci¨®n, creatividad, emprendimiento, interculturalidad, desarrollo sostenible y fortalecimiento institucional. Con la finalidad de buscar el conocimiento mutuo y el di¨¢logo intercultural.

Los modelos de referencia en Europa demuestran tambi¨¦n que no es f¨¢cil una organizaci¨®n ¡®supereficaz¡¯ sin la duplicidad de funciones. En los casos de Francia, Alemania, Italia, o en el del British Council se han realizado procesos de reflexi¨®n para la optimizaci¨®n de los recursos y siempre queda margen de mejora. Lo mismo ocurre en el caso espa?ol. Eso no quita que podamos hacer un esfuerzo de coordinaci¨®n para lo que el Plan Nacional de Acci¨®n Cultural Exterior sentar¨ªa las primeras bases.

En el Observatorio de Cultura y Comunicaci¨®n de la Fundaci¨®n Alternativas hemos dado seguimiento y realizado propuestas sobre esta cuesti¨®n. Quisiera mencionar puntualmente el documento de trabajo ¡®Acci¨®n Cultural Exterior en Europa: un an¨¢lisis comparado¡¯[4] de Jos¨¦ Andr¨¦s Fern¨¢ndez Leost. Tambi¨¦n, el encuentro que realizamos en el Instituto Cervantes sobre la cultura en las relaciones exteriores de la UE, en el que contamos con la participaci¨®n de Silvio Gonzato, responsable del EEAS, Javier Solana, Alfonso Lucini y Eduard Miralles. En el ¨¢mbito iberoamericano, destacar el ¡®Informe sobre el estado de la cultura 2018¡¯ que dedicamos al espacio cultural iberoamericano y en el que quisimos poner en valor la labor realizada en este campo y los desaf¨ªos futuros. En cuanto a China, llevamos a cabo un encuentro en el marco de la nueva ruta de la seda, dedicado a la gesti¨®n cultural y medioambiental, con la oficina de consejeros del Consejo de Estado Chino.

Recomendaciones para la acci¨®n cultural exterior de Espa?a

Es necesario aprovechar el inicio de esta Legislatura para impulsar un nuevo enfoque en la pol¨ªtica cultural exterior. Resulta imperativo articular el Plan Nacional de Acci¨®n Cultural Exterior de manera que se generen din¨¢micas de colaboraci¨®n institucional, buscando alinearse en los objetivos y los recursos disponibles. Adem¨¢s, revisar la Estrategia de Cultura y Desarrollo de la AECID (2007), actualizando su contenido tomando como referencia la Agenda 2030 y asimilando de manera m¨¢s clara los saberes y experiencias de nuestros socios en el terreno. Ser¨ªa necesario tambi¨¦n recuperar el trabajo en red, favoreciendo la transmisi¨®n de buenas pr¨¢cticas y el conocimiento mutuo.

En el ¨¢mbito europeo, impulsar la participaci¨®n en la Plataforma de Diplomacia Cultural de la UE, reivindicando el papel del Instituto Cervantes. Hay que tener en cuenta que, con el Brexit, Espa?a contar¨ªa con el segundo gran instituto cultural en inversi¨®n y recursos despu¨¦s del Goethe.

Imprescindible ser¨¢ el fortalecimiento del Espacio Cultural Iberoamericano para la circulaci¨®n de contenidos en espa?ol, apoyando las coproducciones y el intercambio entre creadores y generando proyectos multidisciplinares. En cuanto al Ente P¨²blico RTVE, resulta necesario acompa?ar las acciones con una pol¨ªtica de comunicaci¨®n coherente, poniendo en valor la acci¨®n cultural exterior y ofreciendo contenidos de calidad fuera de nuestras fronteras.

Para finalizar, las nuevas pol¨ªticas precisan un nuevo enfoque que permita basar las estrategias de diplomacia cultural en otros par¨¢metros, m¨¢s all¨¢ de los meramente econ¨®micos, favoreciendo espacios para el di¨¢logo intercultural entre iguales.

* Inma Ballesteros es directora del Observatorio de Cultura y Comunicaci¨®n de la Fundaci¨®n Alternativas

[1] En la actualidad Ministerio de Asuntos Exteriores, Uni¨®n Europea y Cooperaci¨®n.

[2] En la actualidad Ministerio de Cultura y Deporte.

[3] https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2015-10566

[4] https://www.fundacionalternativas.org/cultura-y-comunicacion/documentos/documentos-de-trabajo/la-accion-cultural-exterior-en-europa-analisis-comparado