Monedas, cajas fuertes y ¡®art nouveau¡¯: as¨ª es Cit¨¦co, el primer museo de Europa dedicado a la Econom¨ªa
Ubicada en Par¨ªs en un palacete que fue sede del Banco de Francia, la instituci¨®n busca dar claves y promover el debate
A la larga lista de museos imprescindibles a visitar en Par¨ªs se acaba de agregar uno m¨¢s: Cit¨¦co, el primer museo en Europa dedicado a la econom¨ªa, que este viernes abre sus puertas en un espl¨¦ndido palacete de la capital francesa decidido a convertir una materia clave pero densa en una experiencia interesante y hasta l¨²dica que ayude a peque?os y mayores a entender mejor los hilos y fuerzas que mueven al planeta.
¡°Para tener una mejor comprensi¨®n del mundo hay que tener un mejor conocimiento de los desaf¨ªos de la econom¨ªa y de sus conceptos. Visitar este espacio proporciona un mejor patr¨®n de interpretaci¨®n de lo que pasa en nuestro entorno¡±, asegura el director de la Ciudad de la Econom¨ªa (Cit¨¦co), Philippe Gineste.
Cierto es que, a priori, la idea de pasarse al menos un par de horas ¡ªhay hasta para 12, aseguran sus creadores¡ª revisando la historia de la econom¨ªa no parece el plan m¨¢s atractivo en una ciudad con tanta oferta cultural y l¨²dica como Par¨ªs y, probablemente, en ninguna otra. Pero Cit¨¦co, un museo que aspira a atraer a un p¨²blico ¡°como los lectores de Tint¨ªn, de 7 a 77 a?os y m¨¢s all¨¢ incluso¡±, seg¨²n Gineste, logra ampliamente lo impensable: enganchar al visitante. Para ello juega con varios espacios, tem¨¢ticas y herramientas. Hay juegos interactivos para los m¨¢s j¨®venes, desde sencillas propuestas para descubrir por ejemplo el valor de los productos, a una ¡°sala de consejo¡± en la que se reta a los participantes a alcanzar un pacto multilateral. ¡°Les hacemos vivir la experiencia de lo que es una negociaci¨®n internacional y la complejidad de los desaf¨ªos¡± para que comprendan que ¡°lograr un acuerdo puede parecer algo sencillo, pero no lo es¡±, explica Xavier Limagne, jefe muse¨®grafo de la instalaci¨®n.
A los 26 juegos se unen 58 v¨ªdeos, 15 instalaciones interactivas y casi 400 objetos. Todo explicado en tres idiomas, incluido el espa?ol, y distribuido en un espacio que amerita de por s¨ª una visita: el h?tel Galliard, un lujoso palacete del siglo XIX de inspiraci¨®n renacentista. Situado en el elegante distrito 17 de Par¨ªs, fue primero hogar del banquero ?mile Galliard y, entre 1923 y 2006, una de las tres sedes (sin duda la m¨¢s deslumbrante) del Banco de Francia, instituci¨®n que est¨¢ detr¨¢s de este proyecto educativo.
De hecho, el propio palacete es protagonista y acompa?ante de la historia econ¨®mica que cuenta el museo, dividido en seis tem¨¢ticas ¡ªintercambios, actores de la econom¨ªa, mercados, inestabilidades, regulaciones y tesoros¡ª que se reparten en las antiguas habitaciones, salas y despachos de la suntuosa casona.
Una de las estancias m¨¢s espectaculares es la que fuera la sala de cajas fuertes, una sala blindada donde se ha respetado hasta el m¨ªnimo detalle el estilo neog¨®tico y art nouveau de su mobiliario. Salvo que los armarios, tambi¨¦n blindados y que anta?o conten¨ªan las casi 4.000 cajas fuertes que guardaban los tesoros de los clientes m¨¢s distinguidos ¡ªeste era el barrio de la alta burgues¨ªa del siglo XIX y principios de los XX, desde los Peugeot a los Breguet, los Guerlain o los Michelin¡ª se han convertido en vitrinas que muestran monedas y billetes usados a lo largo de la historia. Tambi¨¦n hay varias imprentas de dinero y hasta una de las pocas m¨¢quinas para imprimir el ¡°asignado¡±, el papel moneda creado al comienzo de la Revoluci¨®n Francesa como una especie de bono cuyo valor se sustentaba en los bienes confiscados a arist¨®cratas o cl¨¦rigos huidos. Salvo la conservada en Cit¨¦co, casi ninguna de las imprentas de asignados se salvaron de la destrucci¨®n cuando, en 1796, el Directorio anul¨® esta forma de pago ante su p¨¦rdida de valor, cuenta con orgullo Limagne sobre la instalaci¨®n.
Para organizarla, el muse¨®grafo y su extenso equipo ten¨ªan poco en lo que inspirarse, m¨¢s all¨¢ del Museo Interactivo de Econom¨ªa (MIDE) de M¨¦xico, el predecesor de Cit¨¦co. Esa es una de las razones de que el proyecto franc¨¦s, in¨¦dito en Europa, haya tardado tanto en realizarse: toda una d¨¦cada ha pasado desde que se aprobara la idea hasta que esta se haya materializado. A los desaf¨ªos estil¨ªsticos, se un¨ªa el de presentar la econom¨ªa ¡°de forma neutra y objetiva¡±, dijo en la presentaci¨®n del proyecto el presidente delegado de Cit¨¦co, Emmanuel Constans. Incluso entre sus responsables hay quienes dudan de la objetividad plena, pero Limagne es enf¨¢tico: ¡°Se trata de suscitar la reflexi¨®n, pero no de dar respuestas. No decimos lo que hay que pensar, damos las bases para un debate¡±.
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