El auge populista pasar¨¢ factura a Latinoam¨¦rica

Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiende a apoderarse de la mayor¨ªa de los titulares, no se trata de una rareza en el ¨¢mbito global. Los aut¨®cratas populistas han disfrutado de un impresionante ascenso al poder en pa¨ªses de todo el mundo, y en ninguna parte la tendencia es m¨¢s pronunciada que en Am¨¦rica Latina tras la elecci¨®n de un presidente de izquierdas en M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador (AMLO), y de otro de derechas en Brasil, Jair Bolsonaro. Los estadounidenses tienen raz¨®n al quejarse de las tendencias autocr¨¢ticas de Trump, pero como les record¨® en su momento el exministro de Finanzas de Chile Andr¨¦s Velasco, Trump es un mero aprendiz en comparaci¨®n con los populistas de Am¨¦rica Latina.

Esto no significa que las econom¨ªas de M¨¦xico y Brasil compartan la misma suerte que la de Venezuela bajo Hugo Ch¨¢vez y su hombre fuerte actual, Nicol¨¢s Maduro. Ch¨¢vez y Maduro convirtieron al pa¨ªs m¨¢s rico de Am¨¦rica Latina ¡ªpropietario de una cuarta parte de las reservas mundiales probadas de petr¨®leo¡ª en un caso perdido, con una inflaci¨®n de m¨¢s de 1.000.000% y una tasa de pobreza de m¨¢s del 90%. Al menos 4 millones de los 32 millones de habitantes de Venezuela han salido del pa¨ªs, y las previsiones sugieren que este n¨²mero podr¨ªa duplicarse este a?o si Maduro sigue en el cargo. Venezuela debe su dif¨ªcil situaci¨®n no tanto a las sanciones econ¨®micas de la era Trump, sino a sus propios l¨ªderes populistas. El pa¨ªs ha estado decayendo durante a?os, y la mayor parte de la ca¨ªda en sus indicadores sociales y econ¨®micos es muy anterior al Gobierno de Trump.

AMLO, como el carism¨¢tico Ch¨¢vez hace dos d¨¦cadas, asumi¨® el cargo el a?o pasado con la promesa de que mejorar¨ªa las vidas de la gente com¨²n. Uno de sus primeros actos oficiales fue frenar la construcci¨®n de un nuevo aeropuerto que se necesitaba desesperadamente en la Ciudad de M¨¦xico ¡ªa pesar de que el proyecto ya estaba completo en un 30%¡ª, alegando que las aerol¨ªneas son para los ricos. Luego lanz¨® un nuevo proyecto de aeropuerto en un lugar monta?oso, poco pr¨¢ctico, m¨¢s alejado, donde tiene menos posibilidades de terminarse.

Aunque AMLO prometi¨® durante su campa?a acabar con la corrupci¨®n, su Gobierno ha rechazado licitaciones competitivas por m¨¢s del 70% de los contratos que ha adjudicado. Al igual que Trump, rechaza a los cr¨ªticos de los medios de comunicaci¨®n con el pretexto de que difunden ¡°noticias falsas¡±, y advierte a los periodistas: ¡°Comp¨®rtense bien o saben lo que les suceder¨¢¡±. Sin embargo, los inversores globales se sienten aliviados por el hecho de que AMLO ha dejado trabajar al banco central, al menos hasta ahora.

Pero incluso si el mercado no est¨¢ evaluando el elevado ¡°riesgo de Venezuela¡± para M¨¦xico, muchas de las celebridades, escritores, acad¨¦micos y pol¨ªticos de tendencia izquierdista que elogiaron a Ch¨¢vez se han mostrado notablemente reticentes a animar a AMLO. Despu¨¦s de haber visto a Trump convertir la tragedia venezolana en su baza pol¨ªtica, los forasteros que pueden simpatizar con las ambiciones socialistas de AMLO son prudentes. La ¨²nica excepci¨®n, por supuesto, es el l¨ªder de la extrema izquierda del Partido Laborista brit¨¢nico, Jeremy Corbyn, un partidario del corrupto r¨¦gimen chavista de Venezuela, quien asisti¨® a la toma de posesi¨®n de AMLO en diciembre de 2018.

Mientras que AMLO representa una amenaza para la segunda econom¨ªa m¨¢s grande de Am¨¦rica Latina, Bolsonaro est¨¢ poniendo en peligro el principal motor del continente. Como dice el viejo y triste refr¨¢n, Brasil, con sus abundantes recursos naturales y su gente talentosa, ¡°es el pa¨ªs del futuro, y siempre lo ser¨¢¡±. Su nuevo presidente, un excapit¨¢n del Ej¨¦rcito que quiere armar a los ciudadanos y arrasar grandes extensiones de la Amazon¨ªa (que acelerar¨ªa significativamente el calentamiento global), se ha convertido en un pararrayo para protestas estudiantiles, ambientalistas y activistas de los derechos de los homosexuales. Anticip¨¢ndose a las protestas masivas, recientemente cancel¨® un viaje a Nueva York despu¨¦s de recibir cr¨ªticas mordaces de su alcalde, Bill de Blasio. Las cosas no est¨¢n mucho mejor en casa. Los ¨ªndices de aprobaci¨®n de Bolsonaro se han reducido a la mitad desde que asumi¨® el cargo a principios de a?o. Los primeros esc¨¢ndalos dejan en claro que no podr¨¢ limpiar la corrupci¨®n end¨¦mica que paraliza la gobernanza de Brasil, y mucho menos demostrar las habilidades de formaci¨®n de coaliciones necesarias para implementar la ambiciosa agenda de reformas econ¨®micas de su Gobierno.

Para empeorar las cosas, la tercera econom¨ªa de Am¨¦rica Latina, Argentina, se enfrenta ahora a la perspectiva de un retorno de un Gobierno socialista, corrupto y autocr¨¢tico despu¨¦s de las elecciones presidenciales de octubre. El actual presidente del pa¨ªs, Mauricio Macri, asumi¨® el cargo en 2015 prometiendo un retorno de la salud econ¨®mica despu¨¦s de que el expresidente N¨¦stor Kirchner y su sucesora/esposa, Cristina Fern¨¢ndez de Kirch?ner, despilfarraran los beneficios de un auge de las exportaciones agr¨ªcolas a principios de la d¨¦cada de los dos mil. Sin embargo, Macri, quien hered¨® una situaci¨®n extremadamente dif¨ªcil ¡ªno solo un gran d¨¦ficit presupuestario y una capacidad de endeudamiento limitada¡ª, tambi¨¦n ha cometido algunos errores cr¨ªticos. Para reducir la inflaci¨®n, el Gobierno de Macri trat¨® de reducir la tasa de crecimiento del dinero y encontrar fuentes alternativas de financiaci¨®n. Pero los funcionarios optaron por recurrir a pr¨¦stamos a corto plazo en d¨®lares extranjeros (un error cl¨¢sico), y Argentina pronto se vio incapaz de pagar sus deudas. El tipo de cambio ahora se ha derrumbado, la inflaci¨®n ha llegado a superar el 50% y el partido de los Kirchner est¨¢ listo para recuperar el poder.

Si todos los l¨ªderes autocr¨¢ticos fueran tan competentes como el fallecido Lee Kuan Yew, el padre fundador de Singapur, los recientes desarrollos pol¨ªticos en las Am¨¦ricas podr¨ªan no ser tan preocupantes. Lamentablemente, este no es el caso, particularmente cuando se trata de los populistas en M¨¦xico, Brasil y Argentina. Tal como est¨¢n las cosas, parece que Am¨¦rica Latina seguir¨¢ siendo la regi¨®n del futuro por tiempo indefinido.

Kenneth Rogoff es ex economista jefe del FMI y profesor en la Universidad de Harvard.

? Project Syndicate 1995-2019.