Los bloqueos de EE UU y el derecho internacional
Trump sabe que puede imponer sanciones devastadoras en el exterior casi sin coste en la opini¨®n p¨²blica
El presidente estadounidense Donald Trump ha basado su pol¨ªtica exterior en una serie de duros bloqueos econ¨®micos, pensados para intimidar, presionar e incluso hacer pasar hambre al pa¨ªs objetivo, y as¨ª obligarlo a someterse a las demandas de Estados Unidos. Si bien la pr¨¢ctica es menos violenta que un ataque militar, y se efect¨²a con medios financieros en vez de navales, las consecuencias para las poblaciones civiles suelen ser terribles. Por eso es necesario someter los bloqueos econ¨®micos estadounidenses al escrutinio del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas conforme al derecho internacional y a la Carta de la ONU.
Durante la campa?a electoral de 2016, Trump critic¨® la frecuente apelaci¨®n estadounidense a la guerra en Oriente Medio. Entre 1990 y 2016, Estados Unidos inici¨® dos grandes guerras con Irak (1990 y 2003) y otras en Afganist¨¢n (2001), Libia (2011) y Siria (2012). Tambi¨¦n particip¨® en muchas intervenciones militares de menor escala (en Mali, Somalia y Yemen, entre otros pa¨ªses). El conflicto en Siria suele describirse como una guerra civil, pero en realidad fue una guerra de cambio de r¨¦gimen liderada por Estados Unidos y Arabia Saud¨ª, bajo una directiva presidencial estadounidense llamada Timber Sycamore.
Con ninguna de estas guerras dirigidas por Estados Unidos (y otras en la historia reciente) se obtuvo el resultado pol¨ªtico buscado, y los conflictos m¨¢s importantes fueron seguidos por violencia e inestabilidad cr¨®nicas. El intento de sacar a Bashar al-Assad del poder por la fuerza en Siria llev¨® a una guerra por intermediarios (con participaci¨®n de Estados Unidos, Siria, Rusia, Arabia Saudita, Qatar, Ir¨¢n, Turqu¨ªa, Israel y los Emiratos ?rabes Unidos) que provoc¨® el desplazamiento de m¨¢s de diez millones de sirios y cerca de medio mill¨®n de muertes violentas.
Si bien hasta ahora Trump rehuy¨® iniciar una nueva guerra, sigue intentando cambios de r¨¦gimen por otros medios. Aunque se le califica de aislacionista, Trump es tan intervencionista como sus predecesores. Su estrategia, al menos hasta ahora, ha sido presionar a los adversarios bas¨¢ndose m¨¢s en el poder econ¨®mico de Estados Unidos que en su fortaleza militar; esto crea otras formas de crueldad y desestabilizaci¨®n, con riesgo constante de iniciar una guerra declarada, como ocurri¨® con Ir¨¢n este mes.
Trump es tan intervencionista como sus predecesores. Su estrategia, al menos hasta ahora, ha sido presionar a los adversarios bas¨¢ndose m¨¢s en el poder econ¨®mico de Estados Unidos
En la actualidad, la Administraci¨®n Trump est¨¢ empe?ada en tres intentos de bloqueo econ¨®mico integral (contra Corea del Norte, Venezuela e Ir¨¢n) y varios de menor escala contra pa¨ªses como Cuba y Nicaragua, adem¨¢s de un intento cada vez m¨¢s intenso de dejar a China sin acceso a suministros tecnol¨®gicos. El bloqueo contra Corea del Norte se realiza con aprobaci¨®n, al menos parcial, del Consejo de Seguridad de la ONU; en oposici¨®n directa al Consejo en el caso de Ir¨¢n; y sin aval ni oposici¨®n del Consejo, hasta ahora, en el de Venezuela. El objetivo de Estados Unidos es dejar a los tres pa¨ªses casi totalmente aislados del comercio internacional; esto genera escasez de alimentos, medicinas, energ¨ªa y piezas de repuesto para infraestructuras b¨¢sicas, entre ellas las redes de suministro de agua y electricidad.
El bloqueo contra Corea del Norte opera mayoritariamente a trav¨¦s de sanciones dictadas por la ONU, y abarca una amplia lista de productos de exportaci¨®n e importaci¨®n y las relaciones financieras con entidades norcoreanas. La Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura informa que diez millones de norcoreanos corren riesgo de hambre, en parte por las sanciones. Seg¨²n advierte el organismo, ¡°no es posible desestimar el impacto negativo no deseado que pueden tener las sanciones sobre la producci¨®n agr¨ªcola, a trav¨¦s de efectos directos e indirectos. Los m¨¢s obvios son las restricciones a la importaci¨®n de ciertos art¨ªculos necesarios para la producci¨®n agr¨ªcola, en particular combustibles, maquinaria y piezas de repuesto¡±.
Las dr¨¢sticas sanciones estadounidenses contra Venezuela se implementaron en dos fases. La primera, que comenz¨® en agosto de 2017, apunt¨® m¨¢s que nada a la petrolera estatal PDVSA, principal fuente de divisas del pa¨ªs; la segunda ronda de sanciones, impuestas en enero de 2019, fue m¨¢s amplia y apunt¨® al Gobierno venezolano. Un reciente an¨¢lisis detallado de la primera ronda de sanciones muestra que han tenido un efecto devastador. Las sanciones estadounidenses agravaron la mala gesti¨®n econ¨®mica preexistente y contribuyeron a una disminuci¨®n catastr¨®fica de la producci¨®n de petr¨®leo, hiperinflaci¨®n, colapso econ¨®mico (la econom¨ªa venezolana se redujo a la mitad respecto de 2016), hambre y mortalidad en aumento.
Estados Unidos ha aplicado sanciones contra Ir¨¢n en forma m¨¢s o menos continua desde 1979. Las medidas m¨¢s recientes (y con diferencia, las m¨¢s dr¨¢sticas), introducidas en agosto de 2018 y reforzadas en la primera mitad de este a?o, buscan aislar a Ir¨¢n del comercio internacional. Estas sanciones est¨¢n en contravenci¨®n directa de la Resoluci¨®n 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU, que aval¨® el acuerdo nuclear de 2015 con Ir¨¢n. Los efectos han sido devastadores. El Fondo Monetario Internacional prev¨¦ que la econom¨ªa de Ir¨¢n se habr¨¢ contra¨ªdo un 10% entre 2017 y 2019, y que la inflaci¨®n llegar¨¢ a 30% este a?o; hay escasez de medicinas.
Podr¨ªa pensarse que eludir las sanciones estadounidenses deber¨ªa ser f¨¢cil para otros pa¨ªses, pero Washington prometi¨® castigar a las empresas extranjeras que no las respeten, y us¨® la importancia internacional del d¨®lar como un arma, amenazando con sancionar a bancos extranjeros que financien el comercio con Ir¨¢n. Las empresas europeas se rindieron una tras otra, pese al deseo expreso de la Uni¨®n Europea de mantener v¨ªnculos econ¨®micos con Ir¨¢n. Aunque es probable que con el tiempo se encuentren modos de eludir las sanciones estadounidenses (apelando al yuan, al rublo o al euro como instrumentos de financiaci¨®n internacional), su debilitamiento s¨®lo se dar¨¢ en forma gradual.
Pese al intenso (de hecho, calamitoso) padecimiento econ¨®mico infligido a Corea del Norte, Venezuela e Ir¨¢n, ninguno cedi¨® a las demandas de Estados Unidos. En este sentido, las sanciones han sido tan ineficaces como una intervenci¨®n militar. Corea del Norte mantuvo su arsenal nuclear, y es probable que lo est¨¦ ampliando. El r¨¦gimen iran¨ª rechaza las demandas estadounidenses en relaci¨®n con su programa de misiles y con su pol¨ªtica exterior. Y el presidente de Venezuela, Nicol¨¢s Maduro, sigue en el poder. Los bloqueos estadounidenses se han realizado por medio de decretos presidenciales, casi sin debate p¨²blico ni supervisi¨®n sistem¨¢tica del Congreso. Han sido medidas unipersonales, incluso m¨¢s que las guerras por decisi¨®n presidencial, que generan mucho m¨¢s escrutinio p¨²blico. Trump sabe que puede imponer sanciones devastadoras en el extranjero casi sin costes directos sobre la opini¨®n p¨²blica o el presupuesto de los Estados Unidos, y pr¨¢cticamente sin rendici¨®n de cuentas pol¨ªticas.
Los bloqueos militares son actos de guerra, y por eso est¨¢n sujetos al derecho internacional y a la supervisi¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU. Los bloqueos econ¨®micos de Estados Unidos son similares en funci¨®n y resultado a un bloqueo militar, con consecuencias devastadoras para las poblaciones civiles, y con riesgo de provocar guerras. Es hora de que el Consejo de Seguridad se ocupe de los reg¨ªmenes de sanciones estadounidenses y los eval¨²e seg¨²n los requisitos del derecho internacional y del mantenimiento de la paz.
Jeffrey D. Sachs es profesor de Desarrollo Sostenible, profesor de Gesti¨®n y Pol¨ªtica Sanitaria y director del Centro de Desarrollo Sostenible en la Universidad de Columbia.
? Project Syndicate 1995¨C2019
Traducci¨®n: Esteban Flamini
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