La b¨²lgara Kristalina Georgieva ser¨¢ la candidata europea a dirigir el FMI

Georgieva logr¨® reunir una ventaja de m¨¢s diez puntos, pero su rival se resisti¨® a reconocer su victoria hasta el punto de bloquear el proceso, aunque acab¨® desistiendo y dando por bueno el resultado. Dijsselbloem emple¨® como argumento la endeble mayor¨ªa de Georgieva (respaldada por el 56% de los Estados, que representan el 57% de la poblaci¨®n), y el hecho de que supere la edad l¨ªmite permitida para dirigir el FMI (est¨¢ fijada en 65 a?os y ella cumple 66 a?os el pr¨®ximo 13 de agosto), lo que obligar¨¢ a llevar a cabo un cambio normativo. El pol¨ªtico holand¨¦s no ha tirado la toalla del todo, y aspira a volver a la carrera si las reglas no pueden ser modificadas. Ese escenario parece improbable. Fuentes francesas apuntan que hay sinton¨ªa entre Europa y Estados Unidos para adaptar los estatutos del Fondo.

Pasadas las 21.30, Jeroen Dijjselbloem confirm¨® en su perfil de la red social Twitter que hab¨ªa dado un paso al lado. "Felicito a Kristalina Georgieva por el resultado de los votos europeos de hoy [por el viernes]. Le deseo el mayor de los ¨¦xitos".

La falta de consenso entre los pa¨ªses de la UE se mantuvo hasta el ¨²ltimo minuto, pero finalmente se impuso el pragmatismo. Sin una posici¨®n com¨²n, las posibilidades de los Veintiocho de situar a uno de los suyos en la jefatura del organismo se habr¨ªan debilitado considerablemente, y el bloque comunitario habr¨ªa trasladado una imagen de divisi¨®n sin precedentes. El resultado requiri¨® de tensos tiras y afloja que incluyeron equilibrios pol¨ªticos y geogr¨¢ficos, y culminaron en alianzas contra natura. Seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, Espa?a se distanci¨® del resto de pa¨ªses de su entorno y apoy¨® a Dijsselbloem, tambi¨¦n de la familia pol¨ªtica socialista, pese a sus antecedentes de desd¨¦n p¨²blico a los Estados del sur. En esa tarea de remar a favor del controvertido l¨ªder holand¨¦s tambi¨¦n se embarc¨® el primer ministro de su pa¨ªs, el liberal Mark Rutte.

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Aunque los peores augurios se evitaron, la Uni¨®n no puede cantar victoria todav¨ªa. Georgieva (Sof¨ªa, 1953) no ser¨¢ autom¨¢ticamente designada directora gerente del FMI. Ser¨¢ solo la candidata europea. Pero sus posibilidades de resultar elegida son muy elevadas. Pese a los intentos de potencias emergentes como India o M¨¦xico de colocar a sus propios nombres de confianza, en sus 75 a?os de historia, un europeo siempre ha estado al frente del FMI y un estadounidense a la cabeza del Banco Mundial. De no respetarse ese pacto no escrito, se romper¨ªa con una tradici¨®n de m¨¢s de siete d¨¦cadas.

La jornada empez¨® temprano, lo que pese a su duraci¨®n evit¨® que acabara de madrugada en la mejor tradici¨®n de las cumbres europeas. Poco despu¨¦s de las ocho de la ma?ana, el proceso ya estaba en marcha con cuatro candidatos en liza: Nadia Calvi?o, Olli Rehn, Jeroen Dijsselbloem y Kristalina Georgieva. La retirada a ¨²ltima hora del jueves del portugu¨¦s M¨¢rio Centeno dejaba a la espa?ola Calvi?o como ¨²nica candidata de los pa¨ªses del sur. Pero esa aparente posici¨®n de privilegio sirvi¨® de poco. La ministra de Econom¨ªa en funciones fue la primera en caer tras anunciar el Gobierno espa?ol que desist¨ªa para facilitar el acuerdo. El sur quedaba hu¨¦rfano y la recurrente contraposici¨®n entre sus pol¨ªticas expansivas y las recetas m¨¢s austeritarias del norte se difuminaban para dar paso a una confrontaci¨®n m¨¢s partidista, una especie de segunda vuelta del reparto de cargos de las instituciones europeas de hace un mes, donde los socialistas fueron los agraviados.

Sin Centeno ni Calvi?o en la pelea, el nuevo escenario dejaba a priori al socialdem¨®crata Dijsselbloem y la popular Georgieva como favoritos. El guion se cumpli¨®, y Olli Rehn fue el siguiente en anunciar su renuncia a trav¨¦s de su cuenta de Twitter con el mismo mensaje conciliador de los que claudicaron antes. Todo pasaba a ser cosa de dos. Y al m¨¢s puro estilo eurovisivo, lleg¨® el momento de la votaci¨®n definitiva entre dos candidatos equipados de fortalezas y debilidades. Dijsselbloem respaldado por Alemania y Espa?a; Georgieva por Francia e Italia. El primero con el h¨¢ndicap de promover duras pol¨ªticas de austeridad y un tenso historial de relaciones con los pa¨ªses del sur, a los que dedic¨® un comentario despectivo durante su mandato en el Eurogrupo. La segunda lastrada por la citada obligaci¨®n, recogida en los estatutos del FMI, de no superar los 65 a?os cuando se toma posesi¨®n del cargo, y por su condici¨®n de nacional de un pa¨ªs de fuera de la zona euro.

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La economista que rompi¨® las fronteras de su mundo

La abstenci¨®n del Reino Unido contribuy¨® a empantanar la decisi¨®n, y ninguno de los candidatos logr¨® la mayor¨ªa cualificada, esto es, sobrepasar el 55% de Estados miembros a favor ¡ªun m¨ªnimo de 16 de los 28¡ª que representen al menos el 65% de la poblaci¨®n. Pero la ventaja de Georgieva se estim¨® suficiente como para proclamarla vencedora. Por delante tendr¨¢, si todo sigue los cauces normales, cinco a?os de mandato como sucesora de la francesa Christine Lagarde, pr¨®xima presidenta del Banco Central Europeo, que ha ejercido como directora gerente durante ocho a?os convulsos, con el dram¨¢tico rescate griego de por medio.

Georgieva podr¨ªa as¨ª convertirse en la duod¨¦cima jefa del FMI, un organismo que juega un papel fundamental en las operaciones de rescate internacionales para pa¨ªses en problemas. Cinco franceses, dos suecos, un belga, un espa?ol, un holand¨¦s y un alem¨¢n le han precedido en la tarea. El nombramiento devuelve la deuda contraida con los pa¨ªses del Este, sin representantes en la nueva c¨²pula europea. Y puede recortar la abismal infrarrepresentaci¨®n femenina en el cargo. Solo una mujer ha sido su directora gerente de los 11 responsables que han pasado hasta ahora por el sill¨®n.