¡°Si no preparamos a los alumnos para el mundo digital, les fallamos¡±
La inteligencia artificial y el aprendizaje autom¨¢tico dan forma a la educaci¨®n del presente y del futuro, pero su implantaci¨®n tiene todav¨ªa luces y sombras
?Es posible darle la espalda a la innovaci¨®n, en pleno siglo XXI? Los avances tecnol¨®gicos se producen a veces con una velocidad vertiginosa, y afectan a todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. Con frecuencia escuchamos que la innovaci¨®n es clave para la supervivencia, y como educadores resulta fundamental preparar adecuadamente a los profesionales del futuro. Sin embargo, los cambios no llegan con la suficiente celeridad, y la forma en que se usa e interpreta la masiva cantidad de informaci¨®n a nuestro alcance plantea cuestiones no solo educativas sino ¨¦ticas.
Sobre el futuro de la educaci¨®n y el uso de la tecnolog¨ªa hablamos con Geoff Stead, CPO (Chief Product Officer) de la plataforma de aprendizaje de idiomas Babbel; Rose Luckin, profesora de University College London y experta en Inteligencia Artificial (AI); y Usha Goswami, profesora de Desarrollo Cognitivo en la Universidad de Cambridge, en el marco de la jornada Anticipando el futuro del aprendizaje organizada ayer en la localidad inglesa de la mano de Cambridge Assessment.
?El uso de tecnolog¨ªa en las clases se ha convertido en una obligaci¨®n?
Geoff Stead. Parte de la educaci¨®n se centra en preparar a los alumnos para el futuro: el trabajo del futuro, el mundo futuro, el entorno del futuro... Si, como educadores, no los preparamos para la tecnolog¨ªa en ese futuro, entonces fracasamos, porque ese es el mundo al que se est¨¢n incorporando. ?Deber¨ªa de centrarse la educaci¨®n en prepararlos para un futuro potenciado por la tecnolog¨ªa? Por supuesto. ?Significa eso que todas las asignaturas deben incluirla? No necesariamente; no todas deben tener una dimensi¨®n tecnol¨®gica. Pero si no los preparamos para que jueguen un papel significativo en este mundo digital del que no se puede escapar, les fallamos.
Rose Luckin. Estoy de acuerdo. No es necesario que est¨¦ presente en cada asignatura, pero es fundamental preparar a los alumnos para un mundo impulsado principalmente por la tecnolog¨ªa. Puede que el profesor no sea el que m¨¢s sepa de tecnolog¨ªa en ese aula, pero s¨ª es el que m¨¢s sabe acerca de su asignatura y sobre c¨®mo aprenden los estudiantes.
?No hay m¨¢s tecnolog¨ªa por un problema de presupuesto?
RL. M¨¢s que un problema presupuestario, se trata de conseguir que los educadores desarrollen la capacidad necesaria para incorporar la tecnolog¨ªa de manera efectiva en sus clases. Todav¨ªa hay muchos que no saben c¨®mo usarla para complementar sus ense?anzas y el aprendizaje de sus estudiantes, y lo veo por todas partes.
Poco a poco, se va abriendo camino en las aulas, pero ?quiz¨¢ con demasiada lentitud?
RL. Esto es porque, a veces, la tecnolog¨ªa no est¨¢ muy bien dise?ada. A veces vienen los emprendedores queriendo mostrarnos primero la tecnolog¨ªa, cuando ha de ser al rev¨¦s: dime antes qu¨¦ necesidad educativa quieres solucionar y luego ya miraremos la tecnolog¨ªa. Parad¨®jicamente, muchos de los desarrolladores de tecnolog¨ªa educativa (especialmente en inteligencia artificial), no entienden nada de educaci¨®n.
GS. Totalmente cierto. Y tambi¨¦n veo muchas soluciones tecnol¨®gicas que provienen de la teor¨ªa educativa, pero que tienen poca calidad, una mala experiencia de usuario, un mal dise?o visual o que son dif¨ªciles de usar. Creo que tenemos que juntar estas dos disciplinas para conseguir algo m¨¢s enriquecedor.
Para funcionar, la tecnolog¨ªa digital necesita ser atractiva a los ojos de los usuarios, sean estos ni?os o adultos...
GS. Especialmente en un entorno de formaci¨®n laboral, es super relevante. Cada vez m¨¢s, las compa?¨ªas est¨¢n ofreciendo no clases de formaci¨®n, sino acceso digital a recursos. Pero los empleados est¨¢n ocupados, y tienen en su cabeza cien cosas m¨¢s, ya sean laborales o de su vida social. Encontrar espacio mental para aprovecharse de esa oportunidad de formaci¨®n corporativa depender¨¢ de que esta sea tan persuasiva o tan interesante como el resto de las cosas que tienen en la cabeza en ese momento. Hay toda una retah¨ªla de muy malos ejemplos de formaci¨®n corporativa digital. En el pasado, trabaj¨¦ en una empresa que se dedicaba a desarrollar apps de formaci¨®n, y realmente hicimos un esfuerzo por crear un buen entorno de usuario, incorporar problemas estimulantes, conectarles digitalmente con colegas en otros campus para que tuvieran esa sensaci¨®n de pertenencia a un grupo... Si el contenido no es significativo, es mucho m¨¢s dif¨ªcil que tenga ¨¦xito o que sea valioso para el estudiante.
?Por qu¨¦ son los entornos educativos reglados tan reacios a probar estas innovaciones tecnol¨®gicas?
Usha Goswami. Porque necesitas la suficiente evidencia. Es lento pero importante, porque puedes acabar desviando recursos para una innovaci¨®n que no es efectiva. En mi opini¨®n, hay que acumular la suficiente evidencia cient¨ªfica.
GS. Lo complicado es que el mundo evoluciona muy r¨¢pidamente, al igual que las herramientas [de las que disponemos]. Si piensas en los cambios que se implementaron antes en la educaci¨®n, ver¨¢s que contaban con la suficiente evidencia, pero que pod¨ªan pasar 10 a?os hasta que finalmente el profesor adoptaba algo... Si ese es realmente tu modelo, has perdido la carrera, porque para entonces pueden haber surgido otras cuatro opciones tecnol¨®gicas y los dem¨¢s est¨¢n haciendo ya otra cosa.
RL. Hay que mejorar la calidad de la evidencia acumulada, pero de una manera r¨¢pida. Es necesario involucrar a la direcci¨®n de cada instituci¨®n, porque puede que tengan que hacer cambios a ese nivel institucional. Y tambi¨¦n se trata de ayudar a los profesores. Un profesor puede ocuparse de probar cierto tipo de tecnolog¨ªa, hacer un estudio piloto ligero y compartir las conclusiones del mismo con sus colegas.
?Existen ya ejemplos de inteligencia artificial o aprendizaje autom¨¢tico en la educaci¨®n?
GS. Podemos encontrar ejemplos en muchos lugares. Muchas universidades, por ejemplo, licencian sistemas que permiten saber si un estudiante va a abandonar sus estudios, gracias a que analizan todas las interacciones que ha tenido el estudiante con la universidad en m¨²ltiples lugares: los libros de la biblioteca, la cafeter¨ªa, las notas... Y buscan patrones que permitan predecir que esto va a ocurrir antes de que suceda. Tambi¨¦n cualquier sistema que analiza tu progreso a lo largo del contenido y que te sugiere qu¨¦ hacer a continuaci¨®n; y muchas correcciones de ex¨¢menes usan alg¨²n tipo de IA para detectar patrones inusuales de notas. La IA analiza miles de ex¨¢menes en busca de posibles casos de plagio...
?El uso de la tecnolog¨ªa es un poco ca¨®tico?
GS. Yo tengo una concepci¨®n algo desordenada de la tecnolog¨ªa. Son fragmentos separados que no conectan entre s¨ª: la app que funciona en un tel¨¦fono puede no valer en otro, pero ese es el mundo en el que vivimos. Lo que me pone nervioso es la idea de que haya un solo sistema tecnol¨®gico que lo haga todo, que decida d¨®nde deber¨ªamos vivir, lo que comemos o lo que hacemos... No me gusta porque es peligroso. Pero ese sistema fragmentado es el de la realidad en que vivimos.
Me aterra ese mundo donde todo viene determinado por un ¨²nico proveedor, porque no creo que quienes est¨¦n detr¨¢s de este sistema entienden los matices de esta escuela o de aquella, o de estos estudiantes o aquellos. Para m¨ª, lo que funciona es un mont¨®n de fragmentos rotos. Si en un aula probamos una app y no funciona, no pasa nada; se prueba otra. No hay consecuencias graves. Pero si te comprometes con un megasistema que controla todo en la escuela, te puedes pasar dos a?os hasta que se decide con cu¨¢l conviene quedarse, y luego puede incluso que debas comprometerte con ese sistema durante cinco a?os, aunque te est¨¦ haciendo un da?o terrible.
?Hacia d¨®nde deber¨ªa encaminarse la investigaci¨®n?
GS. Podr¨ªa empezar ofreciendo una respuesta muy concreta. En Babbel nos centramos en el aprendizaje del idioma con adultos, es un campo muy espec¨ªfico. Gran parte de nuestra investigaci¨®n (a trav¨¦s de la inteligencia artificial y del aprendizaje autom¨¢tico) se centra en la ling¨¹¨ªstica, en el procesamiento natural del lenguaje, c¨®mo grabamos y comprendemos lo que alguien dice o teclea, c¨®mo seguimos la pista a errores comunes en diferentes nacionalidades o grupos con una determinada lengua materna, su progreso y lo que recomendamos a continuaci¨®n... Se trata de ofrecer un camino personalizado para cada estudiante y el tipo de comentarios que necesitas para ayudarte a progresar.
UG. Gran parte de las investigaciones que han llevado a estas innovaciones tecnol¨®gicas tienen precisamente que ver con c¨®mo el cerebro procesa la se?al del lenguaje.
RL. Y la investigaci¨®n tiene que ser interdisciplinaria. El problema ahora es que parte de ella viene de acad¨¦micos que no entienden realmente de tecnolog¨ªa. Y luego tienes a los especialistas en tecnolog¨ªa que no entienden de educaci¨®n. Y ninguna de las dos maneras funciona [por separado].
Yo siempre he estado interesada en la IA dentro de la educaci¨®n. Dise?¨¢bamos los sistemas en la universidad, y los prob¨¢bamos sin que pasara nada relevante... Hasta que de repente se convirti¨® en algo interesante comercialmente, y provoc¨® una investigaci¨®n acad¨¦mica seria por parte de educadores y expertos en tecnolog¨ªa. Hay que aceptar que gran parte de todo lo que ya sucede en la vida real est¨¢ impulsado por organizaciones comerciales. Y ellos son actores relevantes que no se limitan a proveer datos, sino a trabajar de una manera conjunta que puede ayudar a impulsar la educaci¨®n y la investigaci¨®n.
No solo importa el uso de la IA, sino tambi¨¦n que se haga un uso ¨¦tico de ella, ?verdad?
RL. Correcto. Si nos fijamos en los datos recolectados, cabe preguntarse qui¨¦n decidi¨® acumular esos datos que vamos a procesar para obtener informaci¨®n; c¨®mo se procesa y se almacena. ?Est¨¢ segura? ?Qui¨¦n tiene acceso a ella? Mucha de la publicidad negativa que tiene la IA tiene de hecho que ver con la forma en que esos datos se comparten, y si se hace de una manera poco escrupulosa. Pero tambi¨¦n con que las primeras decisiones que se tomaron para acumular esos datos fueran en primer lugar ¨¦ticas. Cada vez que yo hago algo, tengo que pasar por un comit¨¦ de ¨¦tica. Hay que comprobarlo desde el principio. Y si miramos al procesamiento de esos datos, si probamos un algoritmo hay que asegurarse de que no es partidista de ninguna manera. Lo m¨¢s importante con el aprendizaje autom¨¢tico es el imperativo que subyace al aprendizaje: por qu¨¦ estamos haciendo esto; con qu¨¦ objetivo lo hacemos. Hay tantas ¨¢reas donde tantas cosas pueden ir terriblemente mal...
GS. No le estamos diciendo al ordenador qu¨¦ hacer; le estamos dando un mont¨®n de informaci¨®n y le estamos pidiendo que aprenda y que encuentre patrones. Si, por ejemplo, estamos aprendiendo sobre reconocimiento facial, le estamos intentando ense?ar al ordenador a que reconozca caras y gente, y describir las cosas que ve. Necesitas millones de fotograf¨ªas existentes para aprender lo que son. Pero ?de d¨®nde vienen estas fotos? La fuente m¨¢s grande de fotos en Internet es estadounidense y predominantemente masculina y blanca... Por lo que todo lo que el ordenador aprenda ser¨¢ predominantemente norteamericano, masculino y blanco. Cada una de las decisiones que se toman estar¨¢n ligeramente condicionadas, y no por ninguna raz¨®n negativa en particular. Y esa es una de las complejidades de la ¨¦tica.
?Puede la tecnolog¨ªa hacer que la gente pierda sus trabajos?
GS. S¨ª. El mundo cambia a gran velocidad, lo que hace que algunos trabajos desaparezcan a la vez que surgen otros nuevos. Probablemente las personas con una educaci¨®n menor recibir¨¢n un golpe m¨¢s duro, porque ser¨¢n quienes encuentren m¨¢s dif¨ªcil adaptarse a los nuevos trabajos. Pero no todo est¨¢ tan claro. A¨²n necesitar¨¢s que venga un fontanero a arreglarte una aver¨ªa; pero puede que entonces lo haga con alg¨²n tipo de equipamiento que le ayude a diagnosticar el problema m¨¢s r¨¢pidamente, o que necesites un fontanero en vez de dos...
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