?Atenci¨®n a los niveles de az¨²car!
Dec¨ªa el fabulista Jean de la Fontaine que ¡°cosa dulce es un amigo verdadero¡±. Cuando ingerimos az¨²car, aumenta el nivel de glucosa en la sangre y se produce un aumento de endorfinas que nos hacen sentir muy bien. Esta es la fase por la que los activos financieros est¨¢n pasando actualmente, especialmente despu¨¦s del gran postre que nos acaban de regalar los bancos centrales en los ¨²ltimos d¨ªas.
Mario Draghi, que pasar¨¢ a la historia por ser el ¨²nico gobernador del BCE que nunca ha subidos tipos, recort¨® la tasa de dep¨®sito hasta el -0,5% y lanz¨® un nuevo programa de compra de bonos por valor de 20.000 millones, sin fecha de caducidad. Por su parte, el martes, la Reserva Federal ha consolidado la segunda rebaja de este ciclo, situando los tipos en la zona 1,75%-2%.
Estas medidas constatan la determinaci¨®n de las autoridades monetarias para estimular la econom¨ªa de manera preventiva, en un momento de debilidad del sector industrial y de deterioro de la inversi¨®n a nivel global. Mientras dudamos de la capacidad de estas medidas para impulsar la demanda agregada, hay una idea clara: los est¨ªmulos monetarios no salen gratis. Como el az¨²car, inicialmente son bien recibidos por los mercados como una buena fuente de energ¨ªa, pero terminan generando adicci¨®n. Es como si los programas de compra hubieran producido betaendorfinas y dopamina.
El mejor ejemplo de esta dependencia que se termina instaurando en el largo plazo es Jap¨®n. Su banco central lleva a?os comprando todo tipo de activos. Su balance ya supone un 103% del PIB y ha llegado hasta el punto de ser el propietario del 4,6% del mercado de acciones japon¨¦s. ?Se imaginan que esto llegara a pasar en Europa alg¨²n d¨ªa con un BCE que afronta la desaceleraci¨®n con tipos negativos y un balance expandido al doble que el 19% de la Reserva Federal? Los 4.000 millones al mes que compra el Banco de Jap¨®n equivaldr¨ªan a 5.500 millones de euros al mes para el mercado europeo, que es un 40% mayor, o lo que es lo mismo, un 1% de la capitalizaci¨®n total de Europa.
El nuevo subid¨®n de glucosa que los bancos centrales han abordado establece un suelo para la Bolsa que limitar¨¢ la profundidad de las ca¨ªdas que se puedan producir los pr¨®ximos meses. No obstante, en un entorno de desaceleraci¨®n, en el que los m¨¢rgenes ya han marcado techo, las compa?¨ªas tienen poca capacidad para superar las elevadas estimaciones de beneficios que asume el consenso para 2020 y que se sit¨²an en el 10,2%, por lo que no nos dejar¨ªamos llevar por el actual ¡°subid¨®n de az¨²car¡±. Merece la pena estar t¨¢cticamente defensivos hasta que podamos distinguir si las pol¨ªticas monetarias son tan s¨®lo preventivas o, como descuenta el mercado de renta fija, tendr¨¢n que ser m¨¢s profundas debido al debilitamiento econ¨®mico. Ya saben lo que ocurre cuando hay que asimilar altas concentraciones de az¨²car en la sangre y el cuerpo no puede fabricar insulina (crecimiento econ¨®mico): hay que evitar la diabetes.
Joan Bonet Maj¨® es director de Estrategia de Mercados de Banca March.
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