Los hoteleros se quejan por las tasas tur¨ªsticas pese a que no lastran el turismo
La intenci¨®n barcelonesa de aumentar el gravamen a los visitantes reaviva el debate sobre su impacto cuando el negocio comienza a estancarse


El Ayuntamiento de Barcelona acaba de agitar un avispero: el de las tasas tur¨ªsticas. Por iniciativa de ERC, la corporaci¨®n aprob¨® pedir al Parlament un recargo municipal a la tasa que est¨¢ vigente en Catalu?a desde 2012. Los hoteleros alzan la voz contra estos impuestos, habituales en Europa pero que solo tienen equivalente espa?ol en Baleares. Y eso que, tras a?os de experiencia, se ha demostrado que el turismo no se resiente por su existencia.
Ahora, con una desaceleraci¨®n en el horizonte y con el turismo en Espa?a echando el freno, la iniciativa barcelonesa aviva la controversia.
Catalu?a desde 2012 y Baleares desde 2016 (hubo un primer intento en 2001, derogado), son las ¨²nicas comunidades espa?olas en las que est¨¢n vigentes tasas a las estancias tur¨ªsticas. En la Comunidad Valenciana, los socios de Gobierno (Comprom¨ªs, favorable, y PSOE) no se ponen de acuerdo sobre su implantaci¨®n.
En ambos casos, el impuesto se ha de pagar en los establecimientos de alojamiento (hoteles, albergues, viviendas tur¨ªsticas...) por cada pernoctaci¨®n y los cruceros lo pagan por atracar en el puerto (va de 0,45 a 5 euros por persona y noche en funci¨®n del tipo de alojamiento y de su ubicaci¨®n). En el ¨²ltimo ejercicio, Catalu?a recaud¨® 56 millones, la mitad en Barcelona; en Baleares, 122,7 millones.
En el momento de aprobarse, los hoteleros clamaron contra unas tasas que, tem¨ªan, lastrar¨ªan el turismo. Pero lo cierto es que ese temor ha resultado infundado y si desde las autoridades se pretend¨ªa reducir la presi¨®n tur¨ªstica con las tasas, tampoco hubo ¨¦xito. Lo que s¨ª buscaban son recursos para la promoci¨®n tur¨ªstica y reparar los da?os medioambientales o patrimoniales que puede provocar esta actividad.
Desde la implantaci¨®n de la tasa, el n¨²mero de turistas extranjeros en Baleares ha crecido de los 12, 9 millones de turistas a cierre de 2016, hasta 13,8 en 2018.
Este a?o, en los ocho primeros meses, la cifra es un 1,4% inferior a la del a?o anterior. En Catalu?a, la cifra de turistas ha crecido un 23% desde 2012, a?o de aprobaci¨®n de la tasa. Es decir, el n¨²mero de turistas en ambas comunidades no ha hecho sino crecer, incluso hasta provocar alg¨²n problema de saturaci¨®n en algunos puntos.
"Muy escaso impacto negativo"
No son solo las cifras. En el estudio m¨¢s ambicioso sobre financiaci¨®n local, el realizado para Hacienda por la Comisi¨®n de Expertos para la Revisi¨®n del Modelo de Financiaci¨®n en 2017, se mencionan ¡°estudios emp¨ªricos que apuntan a un muy escaso impacto negativo de este tipo de tributos sobre la entrada de turistas¡±. En un reciente art¨ªculo de la Revista Econ¨®mica de Catalunya, Josep Andreu Casanovas, de la consultora Cegos y Jordi Suri?ach, de la Universitat de Barcelona, intentan discernir si el aumento de turistas hubiese sido mayor sin el impuesto: ¡°Del conjunto de estrategias empleadas, en todas ellas y para todas las variables consideradas, la conclusi¨®n es siempre la misma: no se ha podido demostrar que el impuesto tur¨ªstico haya tenido un efecto negativo sobre la demanda tur¨ªstica en Catalu?a¡±.
El lobby tur¨ªstico Exceltur lo admite. ¡°Pero ojo¡±, advierte Jos¨¦ Luis Zoreda, su vicepresidente, ¡°que la tortilla se est¨¢ dando la vuelta, que est¨¢ cambiando la coyuntura, viene una desaceleraci¨®n, el Brexit, el roto considerable [sobre todo en Baleares de la quiebra] de Thomas Cook¡±. Este organismo se?ala que Espa?a ha vivido un boom tur¨ªstico en los ¨²ltimos a?os debido a los turistas prestados por la inestabilidad sufrida en Turqu¨ªa, Egipto o T¨²nez, pero estos destinos se recuperan r¨¢pido y ese flujo se detiene.
Manel Casals, director general del Gremi d¡¯Hotels de Barcelona, coincide en que ¡°llega en muy mal momento¡± y la califica de ¡°medida populista, no pensada para hacer pol¨ªtica tur¨ªstica, sino puramente recaudatoria¡±, contra la que ir¨¢n ¡°hasta donde haga falta¡±. Los hoteleros baleares, ahora angustiados por la quiebra de Thomas Cook, tambi¨¦n reclaman la retirada de la ecotasa balear, justificada en motivos ecol¨®gicos.
En este punto, los hoteleros se?alan que, dependiendo del establecimiento, unos pueden asumirlo mejor que otros. Seg¨²n fuentes del consistorio barcelon¨¦s, su ¡°modelo diversificado¡± puede asumir la tasa de 2,25 euros por noche e incluso el recargo solicitado al Parlament, pero reconocen que no es as¨ª en todas partes.
En todo caso, los hoteleros lamentan que estas tasas son, dicen, discriminatorias, pues solo recaen sobre los alojamientos, mientras que otros sectores, como la restauraci¨®n, el transporte o los espect¨¢culos o monumentos se libran e incluso se benefician del dinero recaudado, que va a parar a fondos para la promoci¨®n y mejora de los destinos tur¨ªsticos y refuerzo de infraestructuras.
Tasas habituales en Alemania, Holanda, Francia e Italia
Catalu?a y Baleares no son ni ¨²nicas ni las primeras regiones pioneras en cobrar tasas tur¨ªsticas. Francia estren¨® el casillero en 1910, seg¨²n un reciente art¨ªculo de la Revista Econ¨®mica de Catalu?a, y se aplican en una quincena de pa¨ªses.
En el caso de Reino Unido, solo Edimburgo ha tomado la decisi¨®n y se espera que entre en vigor en 2020. La capital escocesa cobrar¨¢ dos libras por d¨ªa (2,25 euros), hasta un m¨¢ximo de siete noches de hotel, y espera recaudar 16 millones anuales. Cuenta con un abrumador respaldo (89%) de los ciudadanos, que en los ¨²ltimos a?os han visto c¨®mo los cuatro millones de visitantes al a?o desbordaban la urbe. Otras ciudades o regiones tur¨ªsticas brit¨¢nicas (Bath, York, o la zona de Cornualles) se plantean seguir el camino de Edimburgo. En Londres, el debate ha llegado ante las objeciones del sector tur¨ªstico.
En Italia, cada ciudad regula directamente el impuesto. En su mayor¨ªa, los ayuntamientos se han decantado por una cuota ¨²nica que var¨ªa en funci¨®n del tipo de hospedaje. En Roma, el precio va de los 3,5 euros por noche a los siete euros. Seg¨²n el organismo que lo gestiona en la naci¨®n, en 2018 la recaudaci¨®n ascendi¨® a 538 millones y esperan que este a?o se llegue a los 600 millones.
Tambi¨¦n en Alemania, el impuesto es competencia de los ayuntamientos. Unos 30 de ellos lo cobran, entre ellos Hamburgo, Colonia, Fr¨¢ncfort o Berl¨ªn. En esta ciudad, los turistas (no los viajeros de negocios) pagan desde 2014 un 5% del precio neto de sus pernoctaciones, con un tope de 21 d¨ªas. La recaudaci¨®n en 2018 alcanz¨® los 31 millones.
En Holanda hay varias modalidades de tasa, y la aplican el 83% de los 355 ayuntamientos holandeses. Alcanza a cualquier tipo de alojamiento y a cruceros y en 2019 ha recaudado ya 294 millones de euros. Amsterdam, que intenta contener un flujo cercano a 20 millones de visitantes, es la ciudad m¨¢s cara: un 7% del precio de la habitaci¨®n, a lo que en 2020 a?adir¨¢ 3 euros por persona y noche. Los cruceristas abonar¨¢n 8 euros al d¨ªa. El dinero se usa para reforzar los servicios locales.
Finalmente, Par¨ªs cobra a todo visitante mayor de 18 a?os desde 0,25 euros (hoteles de una o dos estrellas y c¨¢mpings) hasta cinco euros en palacios. La tasa se destina a la promoci¨®n del turismo, as¨ª como a financiaci¨®n de ¡°los gastos ligados a la frecuentaci¨®n tur¨ªstica o a la protecci¨®n de sus espacios naturales¡±. Seg¨²n la oficina de turismo de Par¨ªs, la regi¨®n de ?le-de-France recibi¨® el a?o pasado unos 50 millones de turistas.
Con informaci¨®n de Rafa de Miguel, Silvia Ayuso, Isabel Ferrer, Lorena Pacho y Enrique M¨¹ller
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.