Reflotar la ejemplaridad moral de Europa

En su ¨²ltimo ensayo, titulado ¡®El naufragio de las civilizaciones¡¯ y cuya lectura recomendamos desde esta tribuna, el intelectual franco-liban¨¦s Amin Maalouf se apoya en la ¨®ptica privilegiada que le otorgan sus ra¨ªces y experiencias vitales para ofrecer al lector un esclarecedor relato de los acontecimientos que en los ¨²ltimos setenta a?os han sentado las bases de la actual coyuntura mundial.

Entre otras cuestiones, Maalouf desgrana su particular visi¨®n del descenso a los infiernos de su Levante natal, y lamenta amargamente la oportunidad que se ha perdido, desde que cay¨® la Uni¨®n Sovi¨¦tica y se abri¨® un per¨ªodo de orden unipolar norteamericano, para implementar un nuevo orden mundial, basado en la cooperaci¨®n entre unos Estados Unidos capacitados para asumir el liderazgo y una Uni¨®n Europea capacitada para complementar, en condici¨®n de potencia normativa, el poder¨ªo econ¨®mico-militar estadounidense. Se lleg¨® a creer en un paradigma internacional realmente comprometido con esos principios humanistas que, a la postre, se han usado m¨¢s que nada como pretexto para perseguir en terceros pa¨ªses objetivos m¨¢s tangibles que la democracia o la libertad.

Hoy en d¨ªa, pasado el trance hist¨®rico que hizo so?ar con una gobernanza global ilustrada, se abren paso cada cierto tiempo, entre los filtros medi¨¢ticos, recordatorios inc¨®modos de las tragedias cronificadas en los alrededores del espacio europeo, recordatorios de cuan desencaminados andaban los anhelos m¨¢s optimistas, para desgracia de todos.

Uno de estos recordatorios llega intermitentemente desde Cisjordania y una Franja de Gaza que, seg¨²n los c¨¢lculos realizados por un informe de las Naciones Unidas, ¡°ser¨¢ inhabitable en 2020 si no se toman medidas concretas para revertir la situaci¨®n actual¡± [1]. Quedan dos meses para que llegue el citado a?o y nada apunta a que la comunidad transatl¨¢ntica vaya a actuar al respecto para que no se cumpla el augurio. De hecho, los movimientos que se han producido a nivel internacional, realizados por la Administraci¨®n Trump, solo han contribuido a reforzar la l¨ªnea dura de Netanyahu. La reacci¨®n europea, por su parte, no ha pasado de las cl¨¢sicas declaraciones, incluso ante un se¨ªsmo geopol¨ªtico de la magnitud que supone la capitalidad de Jerusal¨¦n [2]. As¨ª pues, la combinaci¨®n de la situaci¨®n l¨ªmite en Gaza con la correlaci¨®n de fuerzas a nivel diplom¨¢tico desembocar¨¢, de manera casi inexorable, en otra lluvia de misiles sobre un brazo de tierra yermo, donde se agotaron los recursos y la esperanza.

Es tambi¨¦n el caso de Yemen, pa¨ªs que sufre la desgracia de haberse convertido en tablero de la geopol¨ªtica regional en el cual la inmensa mayor¨ªa son peones atrapados en la lucha de poder entre la Rep¨²blica Isl¨¢mica de Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª, una monarqu¨ªa wahhabista exportadora de intolerancia, involuci¨®n y violencia. Pero que tambi¨¦n exporta petr¨®leo y adquiere armamento producido en nuestros pa¨ªses en grandes cantidades, y ya se sabe que las et¨¦reas consideraciones ¨¦ticas tienen poco que hacer frente a unos beneficios econ¨®micos f¨¢cilmente cuantificables.

Y qu¨¦ decir de Siria, nuevamente en primer plano tras estar alejada de los focos durante los ¨²ltimos meses. Ahora seguimos atentamente las terribles noticias que llegan desde territorio kurdo, donde avanzan las fuerzas armadas turcas y sus macabros esbirros islamistas, y en los pr¨®ximos d¨ªas conoceremos a trav¨¦s de las redes sociales sus cr¨ªmenes de guerra. Con los Estados Unidos en retirada (no sin antes haberse colgado la medalla de una supuesta victoria contra ISIS) y los pa¨ªses europeos decidiendo si la invasi¨®n es raz¨®n suficiente para dejar de vender armas a Turqu¨ªa, tocar¨¢ ver c¨®mo sufren semejante abandono aquellos que no solo han sometido al Daesh que aterrorizaba recientemente a ambos lados del Atl¨¢ntico, sino que lo han logrado construyendo a su vez un sistema socioecon¨®mico solidario, ecologista y feminista en el entorno m¨¢s hostil para realizar tal empresa.

Los casos de Siria, Yemen y Palestina destacan la limitada voluntad pol¨ªtica que existe actualmente en la asociaci¨®n transatl¨¢ntica para ejercer una influencia positiva y determinante frente a situaciones de conflicto y violaciones del derecho internacional; no obstante, si hay un caso que destapa las verg¨¹enzas m¨¢s profundas de nuestra Uni¨®n Europea cada vez que llega informaci¨®n al respecto, es el del drama humano en sus fronteras. Los naufragios que se repiten semanalmente en el Mediterr¨¢neo y la situaci¨®n de inhabitabilidad en la tristemente conocida isla de Lesbos, que es tan griega como es territorio europeo, son particularmente sangrantes para un proyecto que pierde una parte de su legitimidad moral cada vez que se desentiende de la humanidad del migrante.

Los ¨²ltimos dos titulares en llegar desde el infame campamento de Moria: ¡®Un nuevo incendio mortal el 29 de septiembre¡¯; y cuatro d¨ªas antes: ¡®Ni?o afgano que dorm¨ªa en una caja muere atropellado por un cami¨®n¡¯. Por accidente, quede dicho en defensa de la presunci¨®n de inocencia del conductor. Su grado de negligencia al volante nos es desconocido, pero la negligencia continuada de las autoridades europeas es bien sabida desde que comenz¨® el fen¨®meno migratorio.

Lo m¨¢s grave del recordatorio que nos ofrecen estas noticias es que pasan los a?os, se suceden las tragedias, y todo sigue igual. La situaci¨®n de impasibilidad queda plasmada en noticias como esta [3], la cual concluye: ¡°Varias organizaciones de derechos humanos han criticado desde hace tiempo las malas condiciones de los campos¡±. Un punto y final simb¨®lico: ya nadie espera que las autoridades tomen en cuenta tales ¡®banalidades¡¯. El contraste con la presi¨®n que se ejerci¨® sobre el gobierno Tsipras para que Grecia acatara las condiciones del rescate financiero es obsceno, cuanto menos.

Un aviso a quienes tomen en cuenta la recomendaci¨®n literaria: el pesimismo de Maalouf es contagioso, y el razonamiento que lo sustenta es contundente. Mas si bien es cierto que se ha perdido una oportunidad de oro, tambi¨¦n lo es que se puede abrir una nueva ventana de oportunidad si soplan vientos m¨¢s favorables desde el otro lado del Atl¨¢ntico. En cualquier caso, la Comisi¨®n Europea entrante (con Josep Borrell al frente de la diplomacia comunitaria) debe cumplir con su parte y dar varios pasos adelante, para que el d¨ªa en que los Estados Unidos decidan ejercer el liderazgo maduro que se les presupone, si es que ese d¨ªa est¨¢ por llegar, Europa est¨¦ en posici¨®n de desempe?ar la funci¨®n de br¨²jula normativa que tanta falta hace en el panorama internacional.

?* Mateo Peyrouzet Garc¨ªa-Si?eriz es analista pol¨ªtico de la Fundaci¨®n Alternativas

1] /elpais/2018/02/07/opinion/1518023468_312456.html

2] https://www.fundacionalternativas.org/observatorio-de-politica-exterior-opex/documentos/documentos-de-trabajo/25-anos-de-oslo-lecciones-aprendidas-y-perspectivas

3] /internacional/2019/09/30/actualidad/1569837881_623151.html