El valor de los sindicatos
Sus aportaciones son m¨¢s necesarias que nunca para equilibrar la econom¨ªa y reducir desigualdades
Llama la atenci¨®n la escasa repercusi¨®n que tiene en Espa?a el debate sobre la crisis del capitalismo que se est¨¢ registrando en Estados Unidos. La discusi¨®n ha sido promovida por las propuestas de Elisabeth Warren y Bernie Sanders, candidatos dem¨®cratas a las pr¨®ximas elecciones a la presidencia estadounidense. La fuerza de sus ideas ha tenido la virtud de provocar una sorprendente respuesta por parte de la influyente Business Roundtable. La organizaci¨®n, que agrupa a los ejecutivos de las mayores corporaciones de Estados Unidos, ha reconocido que las compa?¨ªas no pueden tener como ¨²nico prop¨®sito los intereses de los accionistas y que deben incorporar tambi¨¦n los de los empleados, consumidores, proveedores y los de las comunidades en que se encuentran.
La cuesti¨®n de fondo es el insostenible crecimiento de la desigualdad y el malestar social que genera como han puesto de relieve los economistas m¨¢s reputados: Joseph Stiglitz (El precio de la desigualdad); Thomas Piketty (El capital del siglo XXI y el reciente Capital e ideolog¨ªa) y Branko Milanovic (Desigualdad mundial y Capitalism, Alone). A la lista se une el reciente libro de Emmanuel Saez y Gabriel Zucman con el significativo t¨ªtulo The Triumph of Injustice.
Una vez m¨¢s ha aparecido el esp¨ªritu pr¨¢ctico de los estadounidenses con propuestas concretas. Warren, que asegura ¡°creer en los mercados, pero no en el robo¡±, propugna reforzar los derechos laborales. Plantea que los trabajadores deben elegir el 40% de los miembros del consejo en las grandes compa?¨ªas, que hay que reforzar a los sindicatos facilitando la afiliaci¨®n y aumentar el salario m¨ªnimo hasta 15 d¨®lares la hora. Sanders va m¨¢s lejos y defiende que los trabajadores posean el 20% de las grandes compa?¨ªas. Una medida similar a la que enarbolan los laboristas brit¨¢nicos.
En Espa?a, las nuevas formas de organizaci¨®n empresarial y las reformas laborales de 2010 y 2012 han triturado los derechos de los trabajadores. Un reflejo palmario es el aumento de trabajadores pobres que alcanzan el 14% de los empleados. Comisiones Obreras precisa que el salario medio del 10% de la poblaci¨®n que menos gana ha ca¨ªdo desde 502 euros al mes en 2007 a 464 euros en 2017. UGT proclama que hay perseguir la temporalidad injustificada, el empleo a tiempo parcial ficticio, los falsos aut¨®nomos, las horas extras no pagadas y las desigualdades en el trabajo. Ambos sindicatos exigen con urgencia derogar las reformas laborales.
Los sindicatos son los mejores conocedores de las condiciones laborales y la realidad social. Son una fuerza con una capacidad desaprovechada. Sus aportaciones son m¨¢s necesarias que nunca para equilibrar la econom¨ªa y reducir las desigualdades. Los dem¨®cratas americanos y los laboristas brit¨¢nicos que reconocen el valor de los sindicatos pueden estar en el poder ma?ana. El New Deal del presidente Roosevelt salv¨® el pa¨ªs en 1933 reconociendo m¨¢s derechos. Los empresarios saben que las compa?¨ªas funcionan mejor cuando los trabajadores se sienten valorados. Hay alternativas, o al menos intentos.
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